Abajo la reforma laboral esclavista

21 Jan 2013   |   comentários

Juan Fernández

Al legalizar la profundización del trabajo precario en el país, la reforma a la Ley Federal del Trabajo constituye el mayor ataque contra las condiciones laborales y de vida de millones de trabajadores desde la promulgación del artículo 123. El objetivo del ataque es aumentar la productividad y abaratar la fuerza de trabajo en beneficio de los inversores extranjeros y la burguesía nacional. Junto a ello –para desarmar a los trabajadores frente a la embestida del capital–, la nueva ley obstaculiza la organización sindical, atenta contra los contratos colectivos y restringe el derecho a huelga. Esto es lo que aprobaron en noviembre pasado los partidos del Congreso, siguiendo la línea trazada por los organismos financieros internacionales para que acrecienten las ganancias de los capitalistas.

Como respuesta, desde hace algunas semanas los sindicatos opositores vienen impulsando –asesorados por varias organizaciones de abogados– una campaña nacional para promover entre los trabajadores amparos contra dicha ley. Y aunque algunos dirigentes han expresado que esta medida no será suficiente y que debe ir acompañada de la movilización, hasta el momento prima la presión por la vía del recurso legal, generando así expectativas en que las instituciones del régimen fallarán a favor de los asalariados sin generar un gran movimiento nacional de millones en las calles, y sin tener que recurrir a los métodos propios de la clase obrera.

La lucha del 2007 contra la reforma a la Ley del ISSSTE ya mostró que la vía del amparo masivo es impotente por sí sola para enfrentar los ataques. Es indispensable sacar las lecciones de aquella experiencia y no depositar ninguna confianza en las instituciones del régimen, que son las mismas que avalan la liquidación de CLyF e ignoran las demandas del SME. Es necesario radicalizar la lucha. Las acciones radicales de la CNTE en Oaxaca deben ser parte de un paro nacional que unifique a todos los sectores descontentos con la ley laboral esclavista. Es el momento de convocar una asamblea nacional de organizaciones que prepare y coordine las acciones obreras. Sólo con la más amplia unidad y organización de los trabajadores, con una política independiente de los partidos patronales y luchando con nuestros propios métodos como la movilización en las calles y la huelga general, podremos enfrentar con éxito la reforma laboral y los poderosos intereses que representa.









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