Ante la represión a los trabajadores del SME

Impulsemos un gran movimiento en apoyo y solidaridad con los trabajadores electricistas

26 Mar 2010   |   comentários

Las recientes agresiones a los campamentos del SME tienen como objetivo, terminar de un sólo golpe con la lucha de los electricistas que resisten la embestida privatizadora del gobierno y el empresariado. Los enfrentamientos que se dieron el día 16, encabezados por la PFP, no han logrado quebrar la resistencia de los trabajadores electricistas, pero han representado un salto en la ofensiva represiva y amedrentadora del gobierno. Esto, después de que la dirigencia del SME había anunciado que significaría un triunfo la invitación a dialogar - con la pistola del gobierno apuntando a la cabeza de los electricistas- del secretario de Gobernación Gómez Mont. Esa es la política del gobierno Federal: arrebatar el empleo a 44 mil electricistas, chantajearlos, reprimirlos y, después, ofrecerles un “diálogo civilizado ante la sociedad”. La intención es clara, no quieren resolver nada, no piensan dar marcha atrás en su política antiobrera; al contrario, muestran su cara represiva para intimidarlos, acorralarlos y doblegarlos.
Ante este ataque, se mostró la falta de una acción decidida y masiva en las calles, por las organizaciones que convocaban al paro, en defensa de los electricistas, como se expresó el sábado 20, donde fueron pocas las organizaciones que se manifestaron en defensa de nuestros compañeros.

Es necesario revertir el rumbo y rodear al SME de la más amplia solidaridad y apoyo efectivo; son miles que, en el Distrito Federal, en Juandhó, en Necaxa y otros lugares, están dispuestos a resistir. Es necesario que se ponga en pie, de forma urgente un gran movimiento activo en defensa de los trabajadores del SME, contra cualquier represión por parte del gobierno y la PFP y contra la militarización del país.

Los sindicatos que se reclaman opositores, como los que integran la Unión Nacional de Trabajadores, tienen que poner todas sus fuerzas -lo que lamentablemente no hicieron en los días anteriores- al servicio de impulsar este movimiento en las calles. De igual forma, los organismos de derechos humanos y las organizaciones populares que están surgiendo frente a la militarización (como la que encaró a Calderón a Gómez Mont en Ciudad Juárez), el resto de los sindicatos, las organizaciones estudiantiles, sociales y políticas (como por ejemplo La Otra Campaña), tienen que sumarse a ese movimiento. La CND de López Obrador, si realmente está en contra de la política gubernamental y a favor de la lucha electricista, tiene que ponerse al servicio de esta política y sumarse a las convocatorias que realice el SME y los sindicatos.

Para esto, es fundamental que la dirección del SME se ponga al frente y convoque a poner en pie este gran movimiento, ya que, difícilmente se enfrentará la represión del gobierno sin una decidida política basada en la unidad de acción y movilización en las calles contra la represión del gobiern.

Un movimiento de estas características debería incorporar las demandas de los demás sectores que sufren fuertemente la represión y la militarización por las instituciones del régimen político, como es el caso de las demandas de las organizaciones de derechos humanos, estudiantiles y familiares de Ciudad Juárez y de Atenco, entre otros.

El objetivo debe ser impulsar la movilización y ponerle fecha a una jornada de lucha nacional que incluya un paro efectivo en contra de la represión, la militarización, del gobierno de Calderón, el ataque a las conquistas de los trabajadores y, por la solución a las demandas del SME.

La huelga del 26: un balance necesario.

Lamentablemente, la “huelga nacional política” “huelga política nacional” impulsada por el SME, se expresó centralmente en declaraciones, mítines, marchas de solidaridad etc., por parte del resto de los sindicatos nacionales, pero nunca se llegó a agrupar realmente a los trabajadores del país en una contundente Huelga Nacional donde los brazos dejaran de trabajar como protesta. ¿Por qué no se dio el Paro nacional? Sobre todo, si se entiende que el golpe al SME anuncia embestidas mayores contra todas las organizaciones sindicales (como la reforma laboral del gobierno panista). Aún así, la dirección de la UNT en especial, se negó a realizar un verdadero paro nacional, aislando en los hechos a los trabajadores del SME que resisten en los plantones, debilitando lo que pudo haber sido un repunte ofensivo en la lucha por los trabajadores de México en contra del decreto de LyFC, en defensa de la huelga de Cananea, y en contra de que los costos de la crisis económica la paguemos los trabajadores. A la vez, la convocatoria para la huelga no fue la requerida, ya que no se preparó a fondo entre las bases de otros sindicatos y organizaciones estudiantiles y populares, llamando a una alianza efectiva de lucha contundente, lo cual disminuyó la posibilidad de una real fuerza requerida.

Por otra parte, la dirección del SME, en lugar de llamar enérgica y concretamente a estos sindicatos y a sus bases a irse al paro, rebasando los marcos legales de la justicia de los ricos, continúo con la política de confianza implementada, desde el inicio del conflicto, en los mecanismos institucionales y en el rol del PRD, el PT y en AMLO. Y así, mientras los electricistas se enfrentaban contra la PFP, fueron muchas las voces del comité central del SME que llamaba a valorar lo “conseguido” y a resistir de forma pacifica los ataques y gases de la PFP: Por lo tanto, nos parece que las acciones de lucha realizadas en Necaxa, mostraron la forma concreta de enfrentar la represión. Lamentablemente, la combatividad de estos compañeros no ha sido secundada por la dirección electricista, que ha mantenido los métodos de la resistencia civil pacifica.
Esta orientación política impotente y excluyente, sólo ha traído derrotas y desmoralización -en distintos momentos-, para los millones de trabajadores mexicanos, ya que nos llama a seguir confiando en los mecanismos de control y engaño del régimen antiobrero y autoritario y, en una buena intervención parlamentaria de los partidos burgueses en el Congreso.

Para retomar el rumbo e imponer una derrota al decreto

Los métodos utilizados por el gobierno federal son contundentes; el mensaje es claro: arrodillar a todos los trabajadores de México. Busca imponer una paz reaccionaria, y al ejército allí donde lo necesitan; con presos políticos, con jóvenes asesinados en el norte, con más despedidos; así como profundizar la entrega de los recursos naturales a las transnacionales y avanzar en la reforma laboral, e implementar el Plan Mérida a favor del imperialismo yankee.

Pese a todo, aún podemos evitar que se derrote al movimiento del SME. Para reencausar el rumbo, debe cambiarse la política seguida hasta ahora que ya se ha mostrado impotente, y que sólo provocará desmoralización al movimiento. Por ello, es necesario que la base de todos los sindicatos en sus asambleas, le vote a sus direcciones la convocatoria al paro efectivco en solidaridad con los compañeros electricistas, al mismo tiempo que levanten un programa único que llame a responder de forma unificada a los embates del gobierno para mostrar el musculo de la clase obrera en las calles, y más aún ahora que se busca imponer la reforma laboral. Esto sólo se podrá dar en cuanto las direcciones acaten la decisión de la mayoría y comiencen a luchar con los métodos de la clase obrera y proponga un plan de lucha realmente combativo, con total independencia de clase de las direcciones ajenas a la clase obrera.

Junto a esto, hay que incorporar a la lucha las demandas de otros sectores de la clase obrera que están dando heroicas luchas, como es el caso de los mineros de Cananea que, con el apoyo de sus familias y de la población, están resistiendo a la patronal y al gobierno.
El gobierno de Calderón está ahora a la ofensiva, pero una política correcta y un plan de lucha combativo e independiente, puede cambiar la relación de fuerzas a favor de los trabajadores y los demás explotados y oprimidos del país.

Las organizaciones sindicales llamadas opositoras´, deben convocar a una gran Huelga Nacional que paralice la industria y los servicios en todo el país, una huelga que, como planteamos al principio, debe tener como primer consigna la lucha contra la represión y la militarización y, a favor de las demandas electricistas. De lo contrario, los compañeros del SME serán duramente golpeados.

¡A defender a los compañeros del SME de las agresiones del gobierno, todos a las calles!

LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO









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