7 de mayo de 2009

La Epidemia de influenza en México y los trabajadores de la salud

03 Jun 2009   |   comentários

Desde el surgimiento y extensión de la epidemia de influenza en México, los trabajadores del sector salud hemos mantenido la atención a la población con todas las implicaciones que ello conlleva. Como un desmedido aumento de la carga y jornadas laborales, falta de equipo y así aumento de los riesgos de trabajo, falta de capacitación y simulacros para este tipo de contingencias, entre otros.

Este tipo de contingencias, evidencian todas las carencias de un sistema de salud que ha sufrido las reformas liquidadoras de la seguridad social, que excluye a miles de trabajadores de su derecho a la seguridad pública.

La situación que se vive dentro de clínicas y hospitales, ante esta epidemia, es alarmante, el personal atiende basado únicamente con la preparación y capacitación recibida en su momento en la escuela; por lo que la aplicación de protocolos actualizados ante este tipo de enfermedades, no es general entre todo el personal. Vemos con tristeza cómo las políticas privatizadoras terminan de despojar al sistema de salud de la tecnología e investigación que, en otros momentos, se empezaron a desarrollar.

El desabasto cotidiano en el que se mantiene al sector salud, ante la falta de recursos, se vio agravado con la llegada de cientos de pacientes con neumonías atípicas y enfermedades respiratorias, esperando un diagnóstico positivo o negativo por influenza. A las denigrantes condiciones laborales, las carencias de material y lo escaso de personal, se suma el disgusto de saber que no estamos brindando una atención adecuada a nuestros pacientes. Es el pueblo trabajador y los sectores pobres de la sociedad, los que al acudir al hospital, sufren las consecuencias de una política privatizadora y de abandono sistemático de la salud.

El desinterés de Javier Lozano por la salud de los trabajadores

En medio de esta situación, inédita para muchos, vimos de cerca la falsedad de las autoridades (como en el IMSS), del gobierno federal y de la Secretaria de Salud, ya que pidieron a los trabajadores que respondiéramos en los diferentes centros de trabajo y así lo hicimos. Pero, al desarrollar nuestras funciones, relució la falsedad de las políticas de prevención, seguridad e higiene en el trabajo. Así mientras Calderón, Agustín Cartens, José Ángel Córdova y Javier Lozano lanzaron masiva propaganda sobre la rápida respuesta gubernamental ante el brote de la epidemia, los compañeros médicos, enfermeras, servicios básicos y otros, cayeron enfermos de influenza humana; como el médico que era sub-director del ISSSTE en Texcoco, contagiado en su unidad de “neumonía aguda grave: influenza”, a quien no atendieron en el Hospital General de las Américas por falta de camas y al cual, en el ISSSTE, no le dieron el antiviral a tiempo porque no había medicamentos en la farmacia de esa unidad (Proceso 1696, 3-may-09).

Esto muestra que se burlan de nuestros derechos como trabajadores de la salud y, que es nula la prevención e higiene ante altos riesgos laborales a que estamos expuestos. Además, no se cumplió con el supuesto trato especial y de respeto a la salud de las mujeres embarazadas o, de las madres trabajadoras con hijos pequeños, quienes tenían que ausentarse por la falta de guarderías.

Además, en fábricas y comercios negocios etc., los patrones van a exigir laborar los días ausentados, para que se les paguen, de lo contrario serán merecedores de descuentos y, los derechohabientes del IMSS e ISSSTE, serán despedidos por acumular licencias médicas. Así, mientras la autoridad se levanta el cuello y obtiene las ganancias del usufructo de la salud, somos los trabajadores quienes con la vida misma pagamos los costos.

Nuevamente las cúpulas sindicales muestran indiferencia y silencio

Pero la cuestión no paró ahí, resulta que los dirigentes sindicales, lejos de hacer valer los derechos laborales, hicieron mutismo durante todo este tiempo. Algunos con cinismo e ignorancia -como Valdemar Gutiérrez del SNTSS- que llegó a declarar que la vacuna de influenza porcina fue aplicada a todos los trabajadores del IMSS. ¡Falso! Las viejas o nuevas dirigencias sindicales corruptas, se han hecho parte del desmantelamiento del sistema de la Seguridad Social desde mediados de los años ochenta. En lo referente a la ciencia y tecnología en general y en la salud en particular, permitieron que este régimen privatizador entregara la investigación y la producción de vacunas y medicamente a los laboratorios farmacéuticos trasnacionales, reflejando así la gran dependencia económica, científica y tecnológica de nuestro país. Hasta los cubre bocas los tienen que comprar, así como las vacunas y medicamentos eficaces.” Estas trasnacionales hacen “su agosto” en situaciones de crisis endémicas cómo éstas. ¡Es el capitalismo! Al mismo tiempo, una vez más, los partidos políticos (PRI, PAN PRD y los chiquitos), han demostrado estar del lado del capital y las instituciones del régimen, y se ocupan solamente de sus campañas electorales.

Rompamos la indiferencia y el silencio

Los trabajadores de la salud y el resto de los trabajadores del país, derechohabientes y aquellos que no cuentan con seguridad social, debemos luchar por una Seguridad Social digna (sana, libre y justa).

Además los trabajadores de la salud, tenemos el desafío de unirnos en todos los sectores: residentes médicos y no médicos, becarios, enfermeros y resto del personal de planta, para luchar en conjunto por un verdadero sistema de salud en México y por reivindicaciones colectivas. Partamos de recuperar los derechos a la salud y las reformas contractuales que nos ha arrebatado el gobierno. Denunciemos la realidad sobre lo que se vive en clínicas y hospitales en el sistema de salud, como los padecimientos de pacientes y personal por falta de equipo.

Formemos un movimiento amplio de trabajadores para levantar un programa de salud que contemple una incorporación masiva de recursos humanos, aumento de salario, mayor presupuesto para insumos, medicamentos e infraestructura (y la nacionalización de los laboratorios farmacéuticos transnacionales), pero que también incluya la producción estatal de medicamentos, la recuperación de servicios privatizados, la implementación de un verdadero sistema de atención primaria y de un sistema único universal y público de salud administrado por los trabajadores y los usuarios. Los millones de dólares destinados al pago de la deuda externa, debe destinarse a crea una desarrollada infraestructura de salud pública eficiente.

Además, exijamos a los “representantes” de nuestras organizaciones sindicales, nacionales, seccionales y delegados de nuestros lugares de trabajo, que se informen y exijan la distribución gratuita de medicamentos, de material de trabajo sin restricción alguna y de ayuda económica (vales, canastas básicas) para el trabajador y su familia – y sobre todo para quienes cayeron enfermos-, en tanto dure la epidemia.

Convoquemos a reuniones por centro de trabajo para exigir, junto a las organizaciones sindicales y formaciones políticas que dicen que están junto a los trabajadores y los sectores de la sociedad, que todos los centros de salud, hospitalarios públicos y privados, den servicio y medicamentos gratuitos a toda la población. Que el agua se garantice en todas las colonias, y que se exima de pagos de servicios (luz, agua, teléfono, gas) a la población trabajadora y de escasos recursos. Por la apertura de la bodegas de los grandes negocios como Wall Mart, para la distribución gratuita de abasto a la población. Estas medidas deben estar bajo la supervisión de comités de trabajadores de la salud y derechohabientes.

Para garantizar que se hagan realidad estas demandas elementales en esta crisis epidemiológica, los trabajadores tendremos que hacer uso de nuestras herramientas de lucha como el paro y la huelga nacional, exigiendo a los sindicatos que se dicen democráticos y opositores, su convocatoria, e impulsándola por nuestra cuenta y desde las bases. Junto a esto, peleando por la Democracia Sindical, para que no muera ningún trabajador más por riegos de trabajo, por enfermedad y epidemia alguna, por negligencia oficial

Los trabajadores somos los únicos que podemos garantizar que la ciencia y la tecnología, sean usadas en bienestar de toda la población pobre, y no en favor de los negocios de unos cuantos millonarios. Solamente los que echamos a andar el sistema de salud (médicos, enfermeras, técnicos laboratoristas, trabajadoras sociales y manuales, etc,), podemos garantizar su buen funcionamiento y hacer realidad una Seguridad Social publica digna y humana a la población necesitada.

ANEXO
Nota

(1) Emite STPS recomendaciones para centros laborales:

México, 25 Abr (AGENCIAS).- El secretario del Trabajo, Javier Lozano, dio a conocer "medidas y recomendaciones" para prevenir la propagación de influenza porcina en los centros laborales y reiteró su llamado a empleadores cuyos centros de trabajo estén en zonas o poblaciones afectadas ante posibles ausencias o retrasos.

En conferencia de prensa informó que el viernes se constituyó y sesionó la Subcomisión para la Atención del Brote Atípico de Influenza, en el marco de la Comisión Consultiva Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, con representantes de patrones, trabajadores y del gobierno federal.

Indicó que la Secretaria de Salud auxiliará de los servicios preventivos de medicina del trabajo para prevenir y contener el brote atípico. Dijo que de acuerdo de la sesión de ayer en la subcomisión para la atención del brote atípico de la influenza, en el marco de la comisión consultiva nacional de higiene en el trabajo, prevista en la ley federal del trabajo, “los patrones deberán incorporar en sus programas preventivos de salud las medidas que dicte la autoridad sanitaria. Los patrones deberán transmitir a los trabajadores información respecto de los riesgos relacionados con la exposición al brote atípico de influenza que emita la Secretaría de Salud, así como capacitarlos respecto de las medidas y programas que deberán preservar para su prevención y control”.

Indicó Lozano Alarcón que los patrones serán responsables de que se practiquen los exámenes médicos especiales a los trabajadores expuestos a este agente biológico, que por sus características, niveles de concentración y tiempos de exposición, puedan alterar su salud.

En ese sentido reiteró a empleadores y patrones, cuyos centros de trabajo se encuentren dentro de las zonas poblaciones y ciudades en las que se ha detectado esta epidemia “a fin de que traten a sus trabajadores con especial sensibilidad y comprensión por lo que hace a posibles ausencias o arribo impuntual con motivo de las medidas preventivas que han anunciado las autoridades sanitarias y educativas”. Enfatizó que se solicita especial consideración para las madres trabajadoras en periodos de lactancia.









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