Brasil

La mayor huelga de estatales en años

25 Aug 2012   |   comentários

Reproducimos a continuación un artículo del último periódico de los compañeros de la LER-QI, organización integrante de la FT-CI, en el que se analiza la nueva situación nacional que se está desarrollando en el país a partir de la emergencia de una de las mayores huelgas de empleados públicos federales desde el año 2003, con 30 sectores en huelga y cerca de 400.000 trabajadores movilizados. Invitamos a nuestros lectores a visitar la página de la LER-QI (www.ler-qi.org) para seguir la huelga y leer el periódico que acaban de publicar.

Una batalla preparatoria hacia los futuros ajustes

La línea dura del gobierno contra los huelguistas no responde solamente a los impactos económicos causados por la huelga de algunos sectores, como impactos en sectores estratégicos que actúan en los puestos y aeropuertos, como la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), ingresos públicos federales (Receita Federal) y fiscales agropecuarios, ligados al Ministerio de Agricultura. La línea dura es también una preparación para los futuros ataques que el gobierno y la burguesía buscarán descargar sobre los trabajadores. Cerca de 30 sectores de trabajadores estatales están en huelga, donde se estiman alrededor de 350,000 huelguistas. Además de los profesores y técnicos-administrativos de las universidades e institutos federales, que cuentan con la adhesión de los estudiantes de diversas universidades, como el Incra, en el área de la Salud (Funasa, Fiocruz, ANS, Anvisa, DataSUS, Hospitales Federales, etc.), Previsión Social, Funai, Agencia Nacional del Petróleo (ANP), Anatel, Ancine, entre otros.
Para justificar su ataque al derecho de huelga Dilma argumenta engañosamente contra los altos salarios de los estatales. No será retrocediendo en las conquistas de los estatales como el conjunto de la clase trabajadora avanzará en hacer valer sus derechos, por el contrario sería un paso adelante en desenmascarar este discurso de Dilma si esta huelga reivindicase extender sus derechos al conjunto de los trabajadores, comenzando por los tercerizados de las universidades, autarquías y todo el servicio público federal. Esto ocurre en primer lugar por la política de las burocracias sindicales que aceptan y mantienen la tercerización. Independientemente de este límite al desarrollo de la huelga, el conjunto de la clase trabajadora necesita tener claro que el ataque a los huelguistas podrá ser usado mañana durante los reclamos salariales de empresas estatales como los correos, Banco do Brasil, Caixa Econômica, Petrobrás y del conjunto de los trabajadores. La derrota de los estatales también será un paso adelante de Dilma y de la burguesía para implementar la reforma sindical y previsional que anunciaron para después de las elecciones. El conjunto de los trabajadores tenemos que decir que “somos todos estatales”1.

¿Qué impide que esta huelga fuerte y nacional se masifique en el sentido político?

Las direcciones de la CUT (ligada al PT) y la CTB (ligada al PCdoB) se han pronunciado contra las medidas tomadas por Dilma. Sindicalistas de la CUT llegaron a abuchear al ministro Gilberto Carvalho. Sin embargo, la clase trabajadora debe tener presente que estos sindicalistas son los mismos que hicieron coro con Lula mientras éste atacaba a los estatales en 2003.
Esta burocracia sindical es el mayor impedimento al desarrollo político de esta huelga, que aparenta más ser una huelga concomitante de diversas categorías que una huelga nacional de los empleados públicos. Si fuese distinto, habrían llamado a un encuentro nacional de todos los trabajadores en lucha, si fuese distinto habrían pasado de las palabras a la acción, la CUT habría llamado a su más poderoso sindicato, los metalúrgicos del ABC a tomar alguna medida de solidaridad, habrían repudiado el abandono de la huelga de docentes universitarios por su burocrática entidad, la Proifes. Pero no, aún con críticas y silbidos, siguen blindando a “su” gobierno.
Este escollo tal vez no pudiese haber sido superado por la orientación política del PSOL o PSTU, porque con tantos sectores el lucha el peso e interlocución directa de la CUT y CTB con el gobierno pesan, sin embargo nada explica por qué en ciudades como Rio de Janeiro, Niteroi, San Pablo, o mismo muchas otras en el país no impulsaron una elementar coordinación – más allá de actos unificados – de los sectores en lucha. La única cosa que lo explica es mantenerse en los mismos términos económicos y rama que impone la CUT. Esto podría y debe ser revertido a partir de la coordinación de los sectores. Una coordinación de cada sector en lucha presionaría a la burocracia sindical y mostraría de forma más contundente la fuerza de la huelga. Seguramente esta perspectiva también habría sacudido a los estudiantes que adherirían en peso al llamado de sus profesores a una perspectiva mucho más activa en la actual huelga.
Una coordinación como esta permitiría que esta huelga que moviliza a grandes contingentes del ejecutivo federal, junto con la salud, educación, IBGE, tuviese una política coordinada pudiendo golpear fuerte al gobierno, ya que estos trabajadores detentan un amplio conocimiento de Brasil, pueden para los puertos y aeropuertos, pueden demostrarle al conjunto de la clase trabajadora la verdadera desigualdad social, pueden saber cómo mejorar el sistema público de salud y cómo producir medicamentos para la gente y no para el lucro (Hospitales Federales, Fiocruz), pueden denunciar las ganancias de los planes de salud (ANS), podrían hacer muchas cosas. Pero no lo hacen por esta falta de coordinación a partir de la política de la burocracia sindical en primer lugar, pero también de los sindicatos dirigidos por la izquierda antigubernamental que infelizmente se mantiene estrictamente en los mismos marcos aislados y económicos. Todavía queda tiempo de dar pasos concretos para reunir todos los sectores de vanguardia en algunas ciudades y desde ahí buscar cambiar los rumbos nacionales de la huelga. Un encuentro municipal como este, a partir de delegados de base, en una importante capital podría impulsar un encuentro nacional de empleados públicos y otros sectores en lucha, trabajadores de GM y otras montadoras, trabajadores precarios de la construcción civil, llamado desde CSP-Conlutas, desde las Intersindicales y potenciar la fuerza de la huelga y poner en jaque a la burocracia sindical exigiendo que rompa sus acuerdos con el gobierno y ponga su fuerza contra estos ataques.
Llamamos a la CSP- Conlutas y a las Intersindicales a ponerse en esta perspectiva, por la construcción inmediata de coordinaciones estaduales, municipales, rumbo a un encuentro nacional de los sectores en lucha a partir de las asambleas de base y sus delegados!
¡Por la inmediata atención de las reivindicaciones de los huelguistas!
¡Por el derecha a huelga! ¡No al descuento de los días de huelga, no a la sustitución de huelguistas por carneros!
¡Abajo el decreto 7.777/12 y el “Proteger”!
¡Por urgentes coordinaciones municipales y estaduales con delegados de base de los sectores en lucha en la perspectiva de un encuentro nacional de delegados de base que unifique y le de rasgos políticos a una huelga unificada de empleados públicos federales!
1 Como afirmamos en la editorial [del periódico Palavra Operária], entre los 30 sectores en lucha hay sectores que no apoyamos, sectores que son parte de la fuerza represiva del estado, responsables por la represión a los trabajadores en lucha, por el espionaje en las universidades federales, nos referimos a la Policía Federal y a la policía Caminera Federal.









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