Zarpazos de tigre herido

La prepotencia del imperialismo yanqui en cuestión

16 Aug 2013   |   comentários

Bárbara Funes y Raúl Dosta

Desde finales de junio un escándalo sacude al mundo: Edward Snowden, ex consultor de inteligencia, reveló que la población mundial está bajo vigilancia. La intervención estadounidense en distintos países del mundo, como el Plan Cóndor en el Cono sur en la década de 1970, el apoyo con fondos, armas y entrenamiento militar en Israel y Egipto, la guerra de Irak y la presencia militar en Afganistán, entre tantos otros hechos, fueron en realidad la punta del iceberg. La misma OTAN sirve para mantener bases militares en varios países europeos, que hoy sabemos se dedican al espionaje de éstos “aliados” y cuyos puertos y espacio aéreo sirvieron para trasladar máquinas de muerte al medio oriente y trasegar con prisioneros de guerra. Mientras, se avanza en la militarización de la frontera mexicano-estadounidense con el telón de fondo del debate sobre la reforma migratoria.

El ojo vigilante que todo lo ve

Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 y la aprobación de la Ley Patriota, se otorgaron amplios poderes de espionaje a las agencias de inteligencia, entre ellas, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) y el FBI. Los gobiernos gringos, desde George Bush Sr, hasta Barak Obama, han utilizado esta Ley Patriota para llevar a cabo operaciones de intervención de todas las comunicaciones electrónicas.

En su afán de venganza contra Snowden, llegaron hasta el punto de violar reglas internacionales que ellos mismos establecieron, impulsando la detención y el registro del avión de Evo Morales, y presionando a Rusia para impedir que se le diera asilo político… no lograron capturarlo.
La arrogancia e impunidad de la diplomacia estadounidense es cuestionada desde la aparición de Wikileaks, convirtiéndose Assange, el soldado Manning, torturado y condenado a cadena perpetua, y ahora Snowden, en referentes del combate a la secrecía diplomática y la impunidad de sus crímenes, en primer lugar contra la imperialista yanqui. Miles de personas en distintas ciudades de Alemania protestaron por la intromisión yanqui. Algunos gobiernos empiezan a emitir notas de protesta. ¿El Gran Hermano está perdiendo apoyo? Parece que sí.

Crisis de legitimidad

Ante el descontento generado entre la población al saberse vigilada la democracia burguesa está en cuestión. Como respuesta, la burguesía ha puesto en acción a sus representantes, quienes están presentando enmiendas en el Congreso de EE.UU. para restringir el financiamiento de las agencias de seguridad y así calmar los ánimos.

Legisladores demócratas y republicanos sostuvieron que la recolección masiva de llamados telefónicos realizada por la NSA es una infracción a la Sección 215 del Acta Patriota que regula la vigilancia antiterrorista. Las últimas encuestas del mes de julio señalan que hay más estadounidenses que piensan que las revelaciones de Snowden constituyen una voz de alerta ante los abusos del gobierno (1). El pasado 4 de julio el movimiento “Restore the Fourth”, (“restablecer la Cuarta (Enmienda)”, que desde 1791 protege la privacidad ciudadana) tomó las calles para protestar contra el espionaje del gobierno.
Esta lucha “desde dentro” del monstruo imperialista se ha de combinar con la de hacer público ante las masas todos los acuerdos diplomáticos que establecen su miseria y opresión, para que éstas tomen cartas en el asunto. Si bien las revelaciones de los ahora perseguidos por el aparato policial-militar yanqui son de gran valor, son los millones de “vigilados” los que harán respetar los derechos civiles ante el ataque del estado imperialista decadente. Unificándose con las luchas de otros sectores como los que están enfrentando las duras condiciones del estancamiento económico, pues el PIB no despega y el desempleo se mantiene al nivel del comienzo de la crisis, en 7.6%, lo que hace que comiencen las aguas a agitarse en el corazón del imperio: los precarizados entre los precarizados, los trabajadores de restaurantes de comidas rápidas, salieron a la huelga, casi empalmando con las intensas jornadas de lucha en las principales ciudades de EE.UU. contra el desigual manejo de la Justicia, que exonera a los policías que matan impunemente a negros “sospechosos” ejemplificadas en el caso de Trevor Martin.

El gigante proletario estadounidense comienza a desperezarse y nos está dando algunas muestras de su potencialidad, la cual, de mantenerse el estancamiento económico y el fracaso belicista de EE.UU. alrededor del mundo harán que se agite la lucha de clases en ese país posibilitando que empalme con las luchas que ya vienen dándose en su patio trasero. La lucha de las masas latinoamericanas por la liberación del yugo imperialista, rechazada por las burguesías latinoamericanas pueden combinarse así con las masas estadounidenses por su propia liberación: del yugo de la explotación y supresión de la “democracia” imperialista.

(1) Encuesta de Quinnipiac University: http://www.quinnipiac.edu/institutes-and-centers/polling-institute/national/release-detail?ReleaseID=1919
Encuesta de Reuter/Ipso- http://www.reuters.com/article/2013/06/12/us-usa-security-poll-idUSBRE95B1AF20130612.









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