Por una política combativa de los trabajadores

Para enfrentar los efectos de la epidemia y de la crisis económica

02 Jun 2009   |   comentários

La recesión que el gobierno vio como un “catarrito” económico, puede achicar mucho el margen de maniobra de Calderón, si se mantienen por más tiempo los efectos de la epidemia en la economía. Pues se sumaría a la recesión que mostró en marzo una caída del PIB de 7 %, y una inflación en abril -anualizada- del 4.7%. Y por más que el gobierno logre controlar momentáneamente el brote epidemiológico, sus secuelas económicas, políticas y sociales, lo golpearán y el proceso electoral –que hasta hace dos meses se podían afirmar categóricamente que actuaría como un gran desvío del descontento social-, no tiene hoy la fuerza y perspectivas que mostraba hace poco. Aquí el problema son las direcciones políticas y sindicales que, lejos de buscar una salida independiente a esta gran económica y de salud, no levantan una política combativa para enfrentar a la clase dominante y sus instituciones, y se hacen parte de la estrategia de desviar las demandas de la clase trabajadora hacia los pasillos del Congreso de la Unión, combinándola con… combativos desplegados en la prensa.
La movilización convocada para este 1 de junio, puede ser una gran oportunidad no solo para salir a manifestarnos contra la política económica y social del gobierno avalada por las instituciones como el Congreso de la Unión, sino también como un primer paso en un verdadero plan de lucha.

Para eso, es fundamental que se organice un Encuentro Nacional de Organizaciones Obreras, campesinas y populares en lucha, convocado por los sindicatos que se reclaman combativos y democráticos (como el SME, el SITUAM, la CNTE, el SUTIEMS, las corrientes democráticas de los trabajadores del IMSS, etcétera) organizado democráticamente con delegados electos desde las bases, donde discutamos un programa y una política para enfrentar los planes que hoy golpean a los trabajadores, la salud y la educación, que como parte de esto se proponga la necesidad de impulsar una verdadera huelga nacional.
Y que se le exija a las direcciones como la UNT, que abandonen su política conciliadora y convoquen a la huelga nacional, apuntando también a sumar a los trabajadores que están bajo el control de la oficialista y charra CT-CTM.

Desde la LTS, propondríamos, a ese encuentro y a las organizaciones obreras y de izquierda, luchar por un programa obrero que de una respuesta en favor de las grandes mayorías oprimidas y para que los costos de la crisis económica y de la epidemia, los paguen quienes la provocaron. Un programa que plantee:

¡Atención digna y gratuita a toda la población que solicite atención médica y medicamentos en los laboratorios, hospitales y clínicas del estado y los particulares!

¡Alto a negligencia e incapacidad del gobierno para enfrentar la epidemia! ¡Por todas las garantías a los trabajadores de la salud para evitar contagios!

¡Alto a la desinformación y la manipulación de la verdad! Exijamos una información seria y veraz sobre la dinámica de la crisis y sus reales repercusiones en la población trabajadora, que sea centralizada y supervisada por las organizaciones de los trabajadores y de derechos humanos.

¡Abajo el control monopólico de los medios! Por el derecho a dar nuestro libre punto de vista en esos medios sobre las medidas del gobierno, para hacer nuestras propuestas. Mismas que deben ser elaboradas por un comisión de investigadores y profesionales en epidemiología, integrado democráticamente. Que los partidos políticos donen sus tiempos de campaña electoral en radio, diarios y televisión, para ese fin.

Por la centralización de todos los servicios de salud bajo control de los trabajadores de ese sector, apoyados en una Asamblea Nacional de representantes de organizaciones de trabajadores del campo y la ciudad. Por la nacionalización con expropiación sin pago, de la industrias trasnacionales químico farmacéuticas, controladas por sus trabajadores.

¡Abajo las medidas de excepción decretadas por el gobierno! Fuera ejército de las comunidades. No a los toques de queda y los retenes. Respeto al derecho de reunión y de libre tránsito por el país. Cárcel a los torturadores.

¡Salario íntegro! a todos los trabajadores afectados por los cierres, o que se contagian y hospitalizan, o permanecen en su casas.
Fondo de Emergencia administrado por los sindicatos, con aportes del gobierno, los banqueros e impuestos progresivos a las grandes fortunas, para los trabajadores afectados laboralmente por la emergencia sanitaria. Desconocimiento de la deuda externa para aumentar el presupuesto a la salud.

Rechazo de las jornadas de trabajo “voluntarias” para reacondicionar los centros de trabajo.

¡Aumento general emergencia! acorde a la canasta básica familiar para enfrenar la inflación y el encarecimiento causado por la epidemia. A cada aumento de precios, igual aumento de salarios.

¡Abajo el chantaje patronal para despedir trabajadores con el pretexto de la contingencia sanitaria! Trabajo para todos. Alto a los despidos.

Reparto de todas las horas laborables entre trabajadores ocupados y desempleados. Basificación a todos los trabajadores.

¡Respeto a la titularidad de los contratos colectivos! Abajo el arbitraje forzoso de las Juntas de “Conciliación” y “Arbitraje”. Desaparición de la antidemocrática “toma de nota”. Respeto al derecho de huelga. Rechazo a la reforma a ley laboral.

¡Respeto a la autonomía sindical! Fuera las manos del gobierno de los sindicatos. Ninguna lucha aislada más

Que los sindicatos que amenazan con el paro nacional, le pongan fecha para discutir libremente su organización entre las organizaciones sindicales, políticas y sociales.









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