Pemex también se subasta en Europa

01 Nov 2012   |   comentários

El único objetivo del viaje que y realizó Peña Nieto a Europa fue el de ofrecer los recursos energéticos y garantizar a los empresarios que las reformas estructurales avanzarían, para mostrar al imperialismo europeo que México es una opción confiable para realizar negocios en donde no se encontrarán con ningún tipo de problema, una vez que él sea presidente.

Como lo apuntábamos en anteriores números de Estrategia Obrera, uno de los objetivos de Peña es avanzar con las reformas que no pudo realizar Calderón, donde la reforma energética permite la participación parcial de la iniciativa privada en el proceso de extracción, refinación, transportación y comercialización del petróleo en nuestro país. Desde la nacionalización de los recursos energéticos y la creación de Pemex, el petróleo se convirtió en el sostén de la economía mexicana; la tercera parte del Producto Interno Bruto proviene de esta empresa estatal. Peña Nieto se dirigió a Europa en la búsqueda de más inversores aparte de las transnacionales estadounidenses. Confía en la futura aprobación de reformas como la laboral o la energética, ratificando los acuerdos de Calderón con España para la construcción de hoteles de lujo flotantes en aguas mexicanas a car-o de Pemex y astilleros españoles, en donde la paraestatal pagará 360 millones de dólares para su construcción. Además, dichos astilleros serán beneficiados por la renovación de su flota, pues construirán 14 remolcadores petroleros con una inversión inicial de 70 millones de dólares por parte de Pemex.

¿De dónde sacará dinero Peña?

Aún sin una reforma que lo permita, Peña arribó al viejo continente con un video promocional bajo el brazo en donde se explica la maravillosa empresa que es Pemex las ganancias anuales y la solidez que representa para los inversores, situándola incluso por encima de América Móvil (el emporio de Slim). El video se dirige a empresarios intentando convencer de que Pemex es un lugar seguro para invertir, con el pequeño problema de que aún no es legal, pero convencidos de que se podrá aprobar en un corto plazo las reformas constitucionales que lo permitan. La privatización del petróleo y de su proceso de producción está muy lejos de traer beneficios al conjunto del pueblo pobre mexicano; los costos de los combustibles aumentarían, lo que ocasionaría un aumento en el costo del transporte y de las mercancías. La participación de los empresarios en este proceso es sólo con el interés de obtener parte de las ganancias que esto genera, dinero que al irse hacia el sector privado deja de ser percibido por el Estado, lo que originaría recortes presupuestales principalmente en los programas sociales. Los recursos energéticos y naturales que produce este país nos pertenecen a todos los explotados y oprimidos. Defendamos lo que es nuestro: ha-gamos un llamado los trabajadores, los jóvenes, los campesinos, los
estudiantes y distintos sectores organizados a que los trabajadores de Pemex se sacudan a sus direcciones sindicales de encima, integradas por ladrones que no sólo se enriquecen a sus costillas si no a la de todos los mexicanos, dirigentes sindicales que los mantienen en una pasividad increíble ante la ofensiva en contra de su materia de trabajo. La movilización de los trabajado-res de Pemex representaría un paso adelante en la lucha de clases en el país. Salgamos a las calles hombro con hombro trabajadores, estudiantes, campesinos y el pueblo pobre al lado de los trabajadores petroleros, para evitar la privatización de nuestros recursos y luchar por la restatización de las áreas de Pemex bajo control y/o participación de capital privado, y que toda la empresa quede bajo el control de sus trabajadores organizados democráticamente. Sólo de este modo se puede garantizar que los recursos del pueblo pobre mexicano queden fuera de la voracidad del imperialismo.









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