Este primero de Mayo día internacional de clase trabajadora

¡Que la crisis la paguen los patrones!

30 Apr 2009 | Este 1 de mayo se da en una situación complicada para los trabajadores y el pueblo. Mientras la crisis capitalista golpea duramente, los patrones descargan una dura ofensiva para que seamos los asalariados quienes paguemos los costos de la crisis que ellos mismos provocaron. Cientos de miles de despidos, cierres técnicos por doquier, aunado a una inflación y a una devaluación del peso que ha depreciado el salario y acrecentado la carestía de vida. Como siempre, el gobierno y los partidos de la burguesía, junto a instituciones como las Juntas de Conciliación y Arbitraje, impulsan este ataque garantizando los negocios de los capitalistas, mientras se mantiene la contención del salario. En ese contexto, el préstamo del FMI y el BID, realizado en provecho y salvaguarda de los negocios de los capitalistas y a costa del bolsillo de las grandes mayorías, ensancha la cadena de subordinación y expoliación que nos ata al imperialismo. En este contexto, este día internacional de la clase obrera debe ser el inicio de una lucha para frenar a los capitalistas y sus partidos.   |   comentários

Este 1 de mayo se da en una situación complicada para los trabajadores y el pueblo. Mientras la crisis capitalista golpea duramente, los patrones descargan una dura ofensiva para que seamos los asalariados quienes paguemos los costos de la crisis que ellos mismos provocaron. Cientos de miles de despidos, cierres técnicos por doquier, aunado a una inflación y a una devaluación del peso que ha depreciado el salario y acrecentado la carestía de (...)

Por una huelga nacional contra los planes

En los últimos meses, el descontento obrero y popular se ha hecho notar: como muestra la actual lucha de los mineros de Cananea en contra del desconocimiento de su huelga, del SUTIEMS en defensa de la titularidad del Contrato Colectivo, la lucha de los mineros y ex mineros de Real del Monte, de Vidriera Potosí, de Olimpia, entre otras.
Sin embargo, estas luchas están aisladas porque las direcciones sindicales no impulsaron la solidaridad activa ni su unificación.
La CTM y el CT son la mayor expresión de un charrismo oficialista y propatronal, enemigo de cualquier lucha que cuestione la ofensiva capitalista.
La Unión Nacional de Trabajadores (UNT), aunque sostiene un discurso opositor, no convocó a acciones contundentes de lucha. Su dirección, mientras avala los planes patronales, se divide en torno a qué partido del Congreso apoyar en las elecciones. Y el mismo secretario general del SNTSS, Valdemar Fragoso, se integró en las listas del PAN.
Ante esto, las direcciones que se reclaman democráticas y combativas, como el SME, la CNTE y el Dialogo Nacional, deberían impulsar una verdadera lucha contra los planes. Un primer paso para ello sería convocar a organizar una Huelga Nacional para rodear de solidaridad y apoyo a las luchas del SUTIEMS, Real del Monte, Cananea, etc., poniéndole fecha y exigiéndole a los sindicatos de la UNT y a otros como el sindicato minero, que pasen de las palabras a los hechos y se sumen a esta acción.

Las movilizaciones que se realizarán este 1 de mayo, pueden ser el comienzo de un plan de lucha y movilización que sea discutido desde las bases. Para eso, es fundamental organizar un Encuentro Nacional de organizaciones obreras y populares, con delegados con mandato, electos en asambleas, donde podamos discutir un programa unificado.
Junto a esto, hay que luchar por la recuperación y democratización de los sindicatos, incorporando a los mismos a los millones de precarizados no sindicalizados con plenos derechos, echando abajo los privilegios de la burocracia, y conquistando su independencia plena respecto al estado de los capitalistas. Ese es el camino para sentar las bases de una organización clasista y democrática del movimiento obrero.

Por la independencia política de los trabajadores

Como decimos antes, muchas direcciones sindicales buscan sumarse a las campañas y candidaturas de los partidos del Congreso. Tanto el PAN como el PRI son enemigos declarados de la clase obrera. Y el PRD, a pesar de su postura opositora, tampoco es una alternativa a favor de los trabajadores, como muestra el accionar del gobierno perredista del GDF, que le negó el reconocimiento al SUTIEMS, o la actuación en el Congreso de sus diputados, que avalan a estas instituciones garantes del ataque antiobrero. Los dirigentes sindicales que convocan a confiar en el PRD, en los hechos nos están llamando a que vayamos tras un partido que está muy lejos de levantar un programa que exprese los intereses de los trabajadores. Por eso, no debemos confiar en los partidos del Congreso, ni en que votando por ellos se resuelvan nuestras demandas; y por eso, como planteamos en estas páginas, tenemos que tener una política independiente frente a las próximas elecciones, confiando solo en nuestras fuerzas y en nuestro programa.

Por un programa para que la crisis la paguen los capitalistas
Ante la situación de miseria que nos imponen los patrones, es fundamental que levantemos un programa de clase para que la crisis la paguen quienes la provocaron: los capitalistas, sus partidos y sus gobiernos.

La primera medida es un aumento de emergencia que compense la devaluación del peso y la inflación. Para garantizar que los salarios no queden nuevamente por debajo de la inflación, hay que luchar por la escala móvil de salarios: esto es, que a cada aumento de precios, los salarios aumenten en la misma proporción, y que ello quede estipulado en los contratos colectivos de trabajo.

Los patrones aducen que tienen pérdidas para ampararse en la ley de ayuda por quiebras y justificar los cierres técnicos. Exijamos que abran sus libros para mostrar cuánto han ganado y comprobar si realmente tienen pérdidas o si están eludiendo sus obligaciones con los trabajadores.

Ante los cierres técnicos y los despidos, impongamos el reparto de todas las horas de trabajo entre toda la mano de obra disponible, sin rebaja salarial. Toda empresa que cierre o despida, debe ser expropiada y puesta a funcionar por sus trabajadores. Frente a la crisis y a los golpes patronales, no basta con medidas mínimas: hay que atacar sus intereses, solo así se puede evitar el desempleo y la miseria para decenas de millones.

También hay que proponer un Plan Nacional de Obras Publicas administrado por los trabajadores, que base sus recursos en la expropiación de los grandes grupos de capitalistas que se aprovecharon del Fobaproa, los rescates carreteros, e imponer impuestos progresivos a las grandes fortunas.

Junto a esto, echemos atrás la reforma laboral, la Alianza por la Calidad de la Educación, la reforma a la seguridad social y el robo de las AFORES, peleando por la estatización de los fondos de retiro bajo control de los trabajadores.

Ante el saqueo y la expoliación imperialista hay que dejar de pagar la deuda externa, echar abajo el TLC y romper los lazos que nos subordinan al imperialismo norteamericano (y europeo), expropiando a las transnacionales del agro, la industria y la banca.

Desde la LTS, impulsamos esta política, al mismo tiempo que sostenemos la necesidad de construir un partido de trabajadores revolucionario con una estrategia para que la clase obrera, junto a sus aliados de la ciudad y el campo, dé una salida favorable a la actual crisis. Eso requiere luchar por un gobierno de los trabajadores y una Republica Obrera, basada en la expropiación de los terratenientes y los capitalistas.

Es bajo esa perspectiva, y considerando que hoy no existe ese partido en México, que hemos convocado, a las organizaciones que se reivindican socialistas, a discutir el programa y la estrategia que los revolucionarios tenemos que levantar en México, para debatir cuales son las bases para una acción común ante la lucha de clases.

Por la unidad internacionalista de los trabajadores

La crisis económica golpea parejo a los trabajadores de los países imperialistas y semicoloniales. Mientras en México se dan las primeras luchas desde que estalló la crisis, en Francia los trabajadores, ante los cierres técnicos, secuestran a los patrones. Y, hace un par de meses, vimos a los pueblos de Guadalupe y Martinica en una huelga general contra los colonialistas franceses. En España, los estudiantes luchan y toman las universidades contra los planes elitizadores.
Ante esto, el imperialismo busca mantener su hegemonía, como expresa la reciente visita de Obama a nuestro país, para preservar y profundizar los tratados de subordinación y expoliación.
Ante eso, una bandera de lucha debe ser la solidaridad y la unidad internacionalista entre la clase obrera y la juventud de los países imperialistas con los trabajadores y los pueblos de los países oprimidos. En México, esta unidad debemos soldarla a través del Río Bravo, con nuestros hermanos de clase en EEUU, donde un sector de los más oprimidos, son los trabajadores latinos.

La profunda crisis del capitalismo contemporáneo muestra que éste sólo puede profundizar los padecimientos de la humanidad y preparar nuevos desastres y guerras. Esto le da vigencia, hoy mas que nunca, a la necesidad de un partido mundial de la revolución socialista tras un programa para que las luchas de los trabajadores ataquen el corazón del sistema capitalista y derroten la dominación burguesa. Esto implica luchar por la reconstrucción de la IV Internacional y sus secciones nacionales.









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