La devaluación del peso

Un nuevo golpe contra los trabajadores

10 Jun 2012 | Ante una situación económica tan inestable, que mantiene en insomnio a los gobiernos, banqueros y empresarios del mundo, las declaraciones de estabilidad y fortalezas económicas son tan efímeras que lo único cierto es que aún no existe salida cercana a la crisis económica internacional. Los datos que arrojaron tanto la zona euro como en EE.UU. terminaron por confirmar el crecimiento del desempleo (1), la aún planteada salida de Grecia de la zona euro y la gran crisis que azota al Estado Español son factores que tuvieron un fuerte impacto devaluatorio sobre el peso.   |   comentários

La hipócrita negación del gobierno

El gobierno empezó el año minimizando los riesgos de volatilidad que estaba planteada. Así, lo que se presentó durante mayo y junio volvió más reales que nunca los temores de Banxico: el peso se devaluó frente a la moneda norteamericana, ubicándolo en 14.65 por dólar, la peor cotización de la moneda en 3 años, tirando por la borda la fortaleza del peso mexicano.

La crisis golpea México

La crisis del euro hace sentir sus efectos en EE. UU.: su industria tecnológica y de manufactura tienen caídas en las ventas, aunque no se puede aun determinar su magnitud (2). Sin embargo el dólar se mantiene fuerte porque ante la crisis del euro, esta moneda constituye un refugio “seguro”. Esto también puede ser un peligro, porque el dólar no tiene tras de sí un crecimiento estructural que lo sustente. Al contrario, con un dólar caro las exportaciones de EE.UU. pueden bajar aún más. México, por su dependencia de la economía norteamericana es uno de los países más expuesto a estos desajustes. Tanto así que Banxico tuvo que intervenir con 365 millones de dólares en dos operaciones para frenar mayores desbarranques y así proveer de liquidez a los mercados de cambio, generando una mayor oferta para contener las subidas del dólar. A pesar de esto, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, declaró recientemente que las reservas internacionales son lo bastante fuertes para enfrentar los torbellinos externos. Sin embargo, un estancamiento o una caída del sector manufacturero de EE. UU. se reflejará en una caída de este sector en nuestro país (3).

Los beneficiados en la crisis

Son las grandes exportadores mexicanos como Cemex, Grupo Carso, Bimbo o las armadoras automotrices, las que aprovechan la devaluación del peso para incrementar sus exportaciones, recibiendo a su vez pagos en dólares, mientras los trabajadores recibimos como sueldo una moneda ultra devaluada para hacer milagros ante los incremento inflacionarios que genera una devaluación. La inflación es muy preocupante, ya que una devaluación incrementa el precio de los productos importados y con los salarios que imperan en México el consumo elemental de millones de familias puede tener una baja sensible.

La situación de los trabajadores se agrava

Así como la devaluación golpea el poder adquisitivo del salario, tiene también un importante efecto en el desempleo, donde en el último mes mostró un gran crecimiento del empleo informal: 13.7 millones de personas sin seguridad social ni contrato. De igual forma el desempleo se verá agravado porque esta dinámica presiona a la baja los salarios y los patrones podrán echar mano de menos trabajadores con el mismo ritmo de producción, argumentando los millones en pérdidas que les genera la crisis.

Hay una salida

La devaluación del peso se da un contexto nacional complicado en lo económico, en una coyuntura electoral y con la salida de una vanguardia juvenil agrupada en las universidades. La salida de la juventud mexicana abre la posibilidad de que nos sumemos a las calles los millones de afectados por los planes anticrisis que sólo salvan el pellejo de sus burguesías. Los jóvenes han abierto una puerta importante para que miles de trabajadores salgamos a escena y luchemos contra esta crisis.
Es necesario imponer un programa obrero que frente a la crisis económica internacional establezca un control de cambio que impida nuevas devaluaciones, así como la nacionalización de la banca y el comercio exterior, que impida la fuga de divisas hacia el extranjero y garantice la independencia económica del imperialismo estadounidense. Todas estas medidas deben ser administradas por los trabajadores, ya que son los únicos que pueden velar por los intereses de la mayoría de la población.

(1) En mayo el desempleo de EE.UU. ascendió a 8.3%, mientras que en la zona euro llegó a 11%. “Desempleo de EU sube por primera vez en un año”, Reuters, El informador, 1° de junio de 2012.
(2) Nathaniel Popper: “Europe’s Fade Becomes Drag on Sales for U.S. Companies”, The New York Times, 5 de junio de 2012.
(3) Isaac Katz: “Blindaje”, El Economista, 3 de junio de 2012.









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