Un programa socialista para defender el petróleo

29 Aug 2008   |   comentários

1. Los recursos que necesita PEMEX para modernizarse deben venir de no pagar la deuda externa; echar abajo el TLC e imponer impuestos progresivos a los millonarios. No más subsidios y exenciones fiscales a las grandes empresas. No a la ilegítima deuda de PEMEX, no al pago de los Pidiregas.

2. Hay que luchar por la renacionalización –mediante expropiación sin indemnización- de todos los sectores que han sido privatizados o concesionados mediante los contratos de servicios y otras artimañas, para que PEMEX se fortalezca. Así podrán generarse nuevas fuentes estables de empleo bien remunerado, que preserven todos los derechos laborales conquistados.

3. El avance en la privatización de PEMEX ha ido acompañado de la pérdida de fuentes de empleo y una brutal flexibilización laboral, con la consecuente división entre trabajadores de primera, empleados directamente por la empresa; y de segunda, que trabajan en las peores condiciones para las compañías contratistas. A la vez, un gran número de trabajadores son considerados «de confianza» aunque cumplan las mismas tareas que los demás, para evitar que cuenten con plenos derechos laborales. Hay que luchar por la unidad de los trabajadores petroleros, exigiendo plenos derechos sindicales, laborales y la basificación de todos: eventuales, de las compañías contratistas y los de confianza que no sean lacayos de la patronal.

4. PEMEX debe proveer de combustible y energía barata al pueblo pobre; los recursos que genera deben servir para construir escuelas, hospitales y las obras públicas que se requieran. Deben también invertirse en mayor presupuesto para la investigación científica que desarrolle la industria petrolera y, sobre todo, nuevas fuentes de energía renovable no contaminantes.

La explotación capitalista de PEMEX para satisfacer las necesidades energéticas del imperialismo y las empresas, ha generado contaminación y agotado los recursos naturales. Por el contrario, el control obrero de la producción en función de las necesidades de las grandes mayorías, puede ser la base para lograr una apropiación racional y sustentable de la naturaleza.

5. Ningún funcionario de la administración estatal, corrupta hasta la médula, puede garantizar que se acaben las transas e ineficiencia en PEMEX. Son sus trabajadores organizados democráticamente y en alianza con el pueblo pobre los que tienen esa misión histórica. PEMEX debe ponerse bajo control de sus trabajadores. Para ello, es necesario luchar por echar a los charros del sindicato petrolero y por la democratización del STPRM. Por la creación de un consejo obrero y popular, integrado por representantes democráticamente electos de las organizaciones obreras, campesinas y populares de todo el país, para decidir el curso de la paraestatal.

6. En el marco del actual régimen antidemocrático, ninguna «autonomía» financiera, administrativa o legal, puede garantizar que PEMEX se ponga verdaderamente al servicio de los trabajadores y el pueblo. La lucha contra la privatización de PEMEX, debe ser parte de la lucha para acabar con este régimen político, que garantiza la explotación y el saqueo de nuestro pueblo. Sólo un gobierno obrero, campesino y popular puede lograrlo hasta el final.

Llamamos a los estudiantes y trabajadores combativos, así como a la izquierda que se reivindica obrera y socialista, a levantar juntos este programa.









  • No hay comentarios para este artículo