MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

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Ivan y Gonzalo

En la actualidad, son 80 países en el mundo donde la homosexualidad está prohibida por el Estado, con condenas que van desde la cárcel hasta la muerte. En el caso de México, aunque se logró la legislación del matrimonio igualitario en el DF, es una limitante que no se aplique a todo el país y hay instituciones que en los hechos no reconocen la ley, como el DIF y el IMSS.
La situación de opresión en que vivimos la comunidad sexodiversa no ha cambiado del todo, pues los derechos ganados no son para todos y todas y prevalece la discriminación sexual y la homofobia institucional, que nos vuelve vulnerables a los abusos, que van desde las agresiones y malos tratos, como discriminación laboral, rechazo escolar y social, y negación de servicios de salud, hasta crímenes de odio. La homofobia tiene uno de sus pilares más fuertes en el discurso de la Iglesia, situación que se acentúa en América Latina, con la llegada del homófobo argentino Bergoglio al papado.
El 17 de mayo celebramos el Día Internacional de Lucha contra la Homo-lesbo-bi-transfobia y participamos en las actividades y movilizaciones de protesta y en exigencia de nuestros derechos, varios compañer@s de la Juventud Anticapitalista Socialista y Revolucionaria, compañeras de Pan y Rosas y la LTS, con globos morados y banderas arcoíris y donde repartimos nuestro boletín ¡A quemar el clóset!

Recientemente, sectores de la comunidad sexodiversa concuerdan con la idea de retomar el carácter combativo en la historia de nuestra lucha. Para nosotr@s es indispensable defender los derechos alcanzados hasta ahora, contra el panismo y la Iglesia que pretenden abolirlos, para lo cual necesitamos ir por más. Como integrantes de la diversidad sexual debemos reunirnos para valorar cómo obtener nuevos derechos y lograr por fin el cese a la impunidad para los crímenes de odio, la extensión del matrimonio igualitario a todo el país, por el derecho a la educación, la salud y un trabajo digno. Para lograrlo consideramos que la lucha debe ser contra el capitalismo y sus Estados, que oprimen y explotan a la gran mayoría de la humanidad, y a nosotr@s nos oprimen y excluyen debido a su hegemonía en la cultura, el trabajo y la sexualidad (heterosexual, monógama y con fines reproductivos). El camino independiente de los partidos del régimen ayuda a enfrentar este sistema de opresión y además nos ha permitido lograr en décadas lo que por siglos permaneció detenido: ¡La aventura de salir del clóset y pelear por nuestros derechos!