MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

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De imponerse la reforma laboral esclavista impulsada por el PRI (y avalada por el PAN) se consolidaría el ataque a la clase trabajadora y el empeoramiento de sus condiciones de vida, con el aumento de la precarización laboral, el subempleo y el trabajo informal.

Desde el año pasado, cuando el PAN presentó su iniciativa de reforma laboral en la Cámara de Diputados, se anunció el intento por legalizar el deterioro de las condiciones laborales para millones de trabajadores. La propuesta priista presume de haber sido elaborada con ayuda de abogados del sector empresarial, ante ello, distintos analistas afirman que será un ataque directo que afectaría en lo inmediato a 10 millones de trabajadores.
La política del PRI es acorde a las exigencias de precarización del trabajo y dicen, ya cuenta con el visto bueno de la Confederación de la República Mexicana (Coparmex), la Confederación de Trabajadores de México y el Congreso del Trabajo, y es defendida por Javier Lozano.
Ya en la actualidad vemos los aumentos cotidianos en la productividad, la falta de contratos colectivos, el trabajo sin derechos sindicales, y el hecho de que la mayoría de las fábricas del Estado de México y del norte del país tienen sindicatos blancos, coludidos y respaldados por la CTM, bajo la impunidad de los gobiernos locales y federal.
Sobre esta ofensiva permanente contra las condiciones de trabajo de millones de trabajadores, es que se impulsa una nueva propuesta de reforma laboral.

Con el PRI y el PAN: una nueva esclavitud laboral

Uno de los puntos clave de la reforma es la nueva contratación individual, "de temporada, a prueba, a destajo", como le llaman. La realidad de miseria en miles de familias trabajadoras que laboran por horas, demuestra que este tipo de contratación “por horas, temporada, a destajo y a prueba”, se opone a la idea de una jornada laboral digna, con prestaciones, con contratación colectiva y seguridad social, y con derechos de antigüedad laboral.
Con el intento de legalizar el "outsoursing" se abarata la mano de obra anulando aspectos básicos para la estabilidad laboral y las garantías mínimas de las que deben gozar las y los trabajadores. Como la modificación que dice “fomentar multifunciones para aumentar la productividad, incorporar la contratación individual y mejoras salariales a través de la productividad”, que no es otra cosa que incrementar la productividad y con ello la explotación manteniendo el mismo salario. Al contrario, está pensada para disminuir los gastos del patrón al contratar menos personas y con menos derechos. Otra acción claramente lesiva de los derechos obreros que impone la nueva reforma laboral, es restringir el pago de salarios caídos a un año, abaratando enormemente los despidos.

Finalmente, la limitación del derecho a huelga representa una tremenda ofensiva contra el derecho de los trabajadores a defender sus conquistas y reivindicaciones, mostrando el carácter pro patronal del PRI, y de sus diputados “obreros” (todos lideres charros adversarios de la lucha y la organización de los trabajadores), que son los principales defensores de la propuesta tricolor. Esto, mientras fortalece el control burocrático de las organizaciones obreras, ratificando la clausula de exclusión y preservando las medidas corporativas de la legislación anterior (como por ejemplo la “toma de nota”)

Movilización y lucha contra la Reforma Laboral

Después de que la Unión Nacional de Trabajadores realizó actos simbólicos frente al Congreso, fue convocada una primera movilización el 31 de marzo, que logró congregar a decenas de miles de trabajadores del magisterio, los sindicatos telefonistas, de pilotos, trabajadores de la UNAM, mineros, y electricistas, entre otros.
Si el PRI y el PAN tienen la fuerza para lanzar este ataque, es resultado de que las direcciones que se reclaman opositoras, como la UNT, durante años llamaron a confiar en la presión sobre el Congreso de la Unión, aceptaron el ataque a las condiciones laborales -como en el caso de Telmex-, y se negaron a parar en defensa del SME.

El PRD, por su parte, mientras se manifiesta tibiamente contra la reforma y llama a confiar en la presión en el Congreso, plantea fortalecer a la "pequeña y mediana empresa" que, como los trabajadores saben, basa sus ganancias en empleos precarizados y con salarios bajísimos.

Ante esta ofensiva, es fundamental retomar la movilización en las calles, sin confiar en las instituciones “democráticas” que, como ya vimos en la lucha electricista, están al servicio de los capitalistas. Después de la la movilización del 31/3, los sindicatos que se reclaman opositores a la reforma, y en primer lugar las organizaciones y corrientes sindicales que se postulan como combativas y democráticas (como la CNTE, el SME, el SITUAM, las corrientes de oposición en el STUNAM) deben convocar a un plan de movilización que incluya la preparación urgente de un Paro Nacional. Si la UNT realmente quiere derrotar la reforma, debe poner todas sus fuerzas al servicio de esta lucha; sino mostrará, una vez más, que solo quiere "pactar" el ataque contra los trabajadores.

Hoy es fundamental organizar un Encuentro Nacional de Organizaciones Obreras contra la reforma laboral, que vote medidas de lucha concretas y asuma un programa independiente de los partidos del Congreso, y para que la crisis la paguen los patrones. Los socialistas de la LTS propondríamos allí un programa contra la reforma laboral esclavista, por derechos sindicales y laborales (empezando por la basificación)
para todos los y las trabajadoras; por un aumento salarial de emergencia que sea acompañado de escala móvil de salarios de acuerdo a la inflación; por el reparto de las horas de trabajo, con igual salario, entre todos los y las trabajadoras; y para que toda empresa que cierre o despida sea expropiada bajo control de sus trabajadores.

LA REFORMA LABORAL: CONTRA LA MUJER TRABAJADORA

En estas circunstancias, las mujeres trabajadoras y la juventud cargarán con las peores condiciones laborales.
Las condiciones de opresión que recaen sobre la mujer trabajadora, con el cuidado de los hijos, la casa y el trabajo, se mantienen intactas, no hay responsabilidad ni del estado ni de los patrones para que la mujer pueda deslindar responsabilidades domésticas que disminuyan su jornada de trabajo diaria, que comienza en casa, sigue en el trabajo y termina cuando el último miembro de la familia se va a la cama.
Las mujeres en el mercado laboral son el 37.9% de las 44.5 millones de personas ocupadas en el país, hasta 2009, según el INEGI, la mayor parte de ellas se ocupa en empleos que no cumplen con los derechos laborales establecidos en la actual Ley Federal del Trabajo. Entre las garantías transgredidas está la seguridad social, prestaciones como vacaciones, aguinaldo, utilidades, el derecho a una pensión digna, entre otras, esta situación de deterioro además de ser “legal” se profundizaría, sobre todo en el caso de la contratación por horas, tipo de trabajo en el que se encuentran una mayoría de mujeres.
Hoy, miles de mujeres trabajadoras no tienen acceso a la salud, pues el 60% labora sin ningún tipo de seguridad social y con salarios de hambre, donde además, 89 mil 176 mujeres no perciben ingresos, 186 mil 412 reciben de 2 a 3 salarios mínimos, 231 mil 531 perciben de 3 a 5.
¿Por qué? ¿Porque ni el PRI, ni el PAN consideran los derechos de la mujer trabajadora? Por que solo cuentan las ganancias de los capitalistas, aprovechando las ventajas que puede ofrecerles el trabajo femenino con menos pago.
La iniciativa por ejemplo plantea que las mujeres podrán trabajar por horas, sin prestaciones sociales y sin el reconocimiento de la relación laboral.
Este tipo de contratación le da marco jurídico a una modalidad que aumenta su carga de trabajo para laborar en condiciones que violentan los derechos mínimos, establecidos en la LFT y en marcos internacionales.
La secretaría del trabajo, anunció presurosa lo novedoso que eran los apartados referentes al acoso y hostigamiento sexual en el trabajo. No son más que letra muerta, pues si no se concreta la forma exacta como se pueden llevar a cabo las denuncias, porque mecanismos e instancias judiciales las mujeres pueden defenderse, esta parte no queda más que como una propaganda que intenta hacer política con el voto femenino.
Denunciamos la ofensiva priista – panista contra los derechos de la mujer trabajadora. Las estudiantes y jóvenes que pronto estarán o ya son parte del mercado laboral, deben tener claro el carácter de este ataque, que es parte de una situación de opresión donde los gobiernos, al tiempo que garantizan las ganancias capitalistas, votan reformas y leyes donde la mujer es oprimida socialmente con cárcel para quienes deciden abortar clandestinamente y una esclava en la fábrica.
Rescatamos las lecciones de compañeras trabajadoras que se han organizado en las maquiladoras de la frontera norte, contra empresas coreanas inauguradas bajo gobiernos panistas, compañeras que han denunciado las condiciones de explotación y como estas deterioran su salud, con enfermedades de trabajo y accidentes laborales, logrado derechos sindicales en fuertes peleas contra sindicatos blancos.
También reivindicamos la lucha de mujeres organizadas en la frontera norte, contra los feminicidios, donde el 70% de las mujeres muertas son empleadas de servicios y de maquiladoras en zonas desérticas sin transporte, o donde los transportistas han resultado coludidos en casos de secuestro.
Estas experiencias de organización y muchas otras que no son difundidas, como la lucha de las mujeres de Cananea, aunque hoy incipientes deberían ser ejemplo de organización en la Ciudad de México y en el Estado de México, hoy número uno de feminicidios en el país.