MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Estrategia Obrera (EO): A raíz del asesinato de los dos compañeros de la Normal Rural de Ayotzinapa y de las acciones convocadas por la CNTE en las últimas semanas, se reabrió en los medios de comunicación una discusión sobre la “crisis” de la educación pública, el papel de los maestros y de las escuelas normales. ¿Qué opinas al respecto?

Mirna: Los medios de comunicación, basados solamente en los resultados obtenidos por los alumnos de educación básica en las pruebas ENLACE y PISA, señalan a los maestros como únicos culpables de la baja calidad educativa. Para ellos y para el gobierno, los maestros carecen de los conocimientos y aptitudes suficientes para enseñar de manera adecuada y así elevar el nivel educativo; bajo esta lógica, justifican la imposición de la Alianza por la Calidad de la Educación pactada con la dirección del SNTE.

Sin embargo, las pruebas dictadas desde Organismos Internacionales como la OCDE nada tienen que ver con las necesidades sociales ni educativas que tenemos en el país. Con un examen contrario a la evaluación formativa, pretenden “medir” los conocimientos y aptitudes que tienen los chicos para enfrentarse a los “problemas de la vida cotidiana”, cuando esto es absurdo y contradictorio.

De la misma manera, con la Evaluación Universal que quieren aplicar cada tres años (hecha por el CENEVAL, un organismo privado), pretenden evaluar los “conocimientos y aptitudes” de los maestros, quienes no se niegan a ser evaluados, pero sí están exigiendo que esta evaluación sea formativa, hecha para mejorar la calidad de la educación, es decir para mejorar su trabajo y no para ponerlo en riesgo.

Acusando a los maestros, ocultan que la crisis educativa es generada desde el gobierno, en primer lugar por la falta de recursos suficientes para garantizar un mínimo de condiciones para atender las necesidades reales de los alumnos y además porque pretenden disfrazar una reforma laboral como una reforma educativa.

Al mismo tiempo que culpan a los maestros de la crisis y a las normales de ser cunas de guerrilleros y disidentes sociales, continúan con medidas que atentan directamente contra la educación pública. Como el cierre de los turnos vespertinos poniendo como pretexto que no hay matricula, cuando la realidad es que así imposibilitan que muchos alumnos puedan ir a la escuela; o imponiendo el examen de oposición para la asignación de plazas a los estudiantes normalistas con el pretexto de que sobran maestros, cuando tenemos en el país aproximadamente ocho millones y medio de analfabetas.

Con estas medidas, el gobierno de Felipe Calderón, junto con la dirección del sindicato de maestros encabezada por Elba Esther Gordillo, son los que provocan que descienda más y más la calidad de la educación, pues el verdadero propósito es privatizarla.