Slim avanza contra sus trabajadores

Austeridad y jornadas extenuantes en Telmex

29 Oct 2010   |   comentários

La situación es cada vez más complicada para quienes trabajamos en Telmex. Desde hace 4 años los Slim aplican una política de austeridad que, según ellos, responde a una caída en sus ganancias producida por la pérdida de clientes. Dicen que esta disminución en su mercado es causada por dos factores: la competencia desigual a la que son sometidos por el gobierno, pues éste les niega permiso para explotar el servicio Triple Play, mientras beneficia a otras empresas nacionales y extranjeras; y en segundo lugar, a la “falta de productividad” y “mala atención” de los trabajadores sindicalizados, quienes “con nuestro mal servicio orillamos” a los clientes a cambiar de compañía. ¡Pero tal discurso patronal es mentira! Sólo buscan engañarnos con una posible quiebra para que aceptemos dócilmente sus exigencias productivas, las cuales no tienen como objetivo “rescatar” a una empresa en “dificultades”, sino avanzar en la liquidación de nuestro CCT.
Telmex aún es uno de los pilares de el hombre más rico del mundo, quien entre otras maniobras, realiza traspasos de ganancias a otras empresas de su propiedad con la finalidad de evadir utilidades para la base sindical, descapitalizar a la empresa y reducir así nuestras prestaciones.
Esta medida “ahorrativa” ha traído como consecuencia la falta de expansión y el deterioro de las redes telefónicas; la disminución de plazas personal sindicalizado (se calcula que en 2 o 3 años el número de trabajadores jubilados será igual al de activos, en una planta de cerca de 50 mil); falta de equipos, herramientas y materiales, lo cual genera que la carga de trabajo aumente al doble y la capacidad para atenderla disminuya en igual porcentaje. Pero aún hay más. En el trabajo diario los supervisores y los jefes miden milimétricamente el volumen de nuestra producción, presionando y hostigándonos todo el tiempo.
Por si fuera poco, la dirección de nuestro sindicato apoya toda esta situación y repite los mismos discursos sobre “aumentar la productividad”; han aceptado reformar a la baja nuestro Reglamento de Jubilaciones y Pensiones; impulsan un modelo de “medición individual de la productividad”, un sistema de trabajo llamado CAP que cede todo el control productivo a la empresa y permite que nuestros vehículos sean rastreados vía GPS para que cada movimiento nuestro sea fiscalizado, situación que nos impide organizarnos con compañeros de otras zonas de trabajo. Todo esto con el discurso de que nuestro sindicato y la empresa se están “modernizando”.
Realidades como esta no son especiales para quienes trabajamos en Teléfonos. Con discursos semejantes “de perdidas” han atacado ya a compañeros de otros sindicatos, incluso de manera más salvaje. Es una vieja táctica que usan los patrones cuando quieren reducir nuestros salarios, prestaciones y derechos, cuando quieren reducir sus gastos para aumentar las ganancias a costa de hacernos trabajar más, de explotarnos más. Ahí están los casos de los compañeros electricistas del SME; de los maestros del SNTE y la CNTE, a quienes quieren imponer la desaparición de turnos vespertinos en el DF; de los trabajadores de Mexicana; los mineros de Cananea, El Cubo y Sombrerete; los empleados de Atento, y de los millones de trabajadores del sector industrial que son superexplotados, sin hablar de los millones de obreros que han tenido que pagar los caprichos empresariales con el desempleo y la miseria para sus familias.
Por toda esta situación es necesario que los trabajadores de base (principalmente quienes estamos en sindicatos que se reclaman “democráticos” y “opositores”) comencemos a forjar la unidad activa con otros compañeros que también están siendo golpeados. Requerimos imponerles a nuestros representantes sindicales una estrategia de lucha que rechace las negociaciones pro patronales, la confianza en los partidos del Congreso (que en absoluto representan los intereses del pueblo trabajador) y de las demás instituciones de este régimen.
Una estrategia que retome nuestros verdaderos métodos de lucha como los paros y las huelgas, en lugar de esperar a que la “legalidad” y la “justicia” resuelvan nuestros problemas, pues como hemos visto estas se encuentran del lado de los patrones.
¡Apertura de los libros contables y estados financieros de todas las empresas de Slim!
¡Todos los obreros y empleados que trabajan para las empresas de los Slim debemos tener el mismo CCT, impulsando la sindicalización de empresas como Telcel, Sanborns e Inbursa!
¡Por un Encuentro Nacional que unifique las demandas y las luchas de los distintos sectores de trabajadores en lucha. Con delegados de base por sector, rotativos y revocables!









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