Llamado urgente ante el asesinato de la compañera Marisela Escobedo Ortiz
CAMPAÑA NACIONAL CONTRA LOS FEMINICIDIOS, NI UNA MUERTA MAS
17 Dec 2010
| comentários
Activista incansable en la lucha contra los feminicidios y por el castigo al homicida de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo, victimada por su pareja en Ciudad Juárez el 29 de agosto de 2008.
El caso de Marisela, llena de indignación ante la impunidad de los feminicidios ignorados por el gobierno, donde se consolidó el Estado de México como el número uno del país.
La militarización por parte del gobierno, trajo consigo las violaciones a mujeres, el hostigamiento, los asesinatos a civiles en carreteras del país, los juvenicidios y más homicidios de mujeres.
Rubí Frayre tenía 16 años cuando fue asesinada por Sergio Rafael Barraza Bocanegra. Cuando fue arrestado aceptó haber cometido el crimen y llevó a la policía hasta el lugar donde prendió fuego al cuerpo de Rubí, en un criadero de cerdos. Sin embargo, durante el juicio las autoridades consideraron que faltaban pruebas de su culpabilidad y lo dejaron libre.
Marisela comenzó una caminata desde Ciudad Juárez hasta el DF como protesta, pero el entonces gobernador priista José Reyes Baeza, le pidió que la suspendiera y terminara su recorrido en auto, lo cual accedió.
Hubo una apelación con Barraza prófugo y fue condenado en ausencia a 50 años de prisión. Gracias a la información otorgada Marisela lograron ubicarlo en Zacatecas, pero no recibió apoyo de las autoridades y volvió a escapar. Luego fue detenido y permaneció preso por el delito de homicidio agravado y recluido hasta el pasado mes de abril cuando fue absuelto en Chihuahua por la juez Catalina Ochoa Contreras, conocida por romper el récord en decisiones jurídicas deformadas, gracias a su amistad con el expresidente del Tribunal de Justicia, José Chávez Aragón.
La liberación de Sergio Barraza se anunció en medio de los gritos de dolor de Marisela, en uno de los juicios orales implementados por el estado, ¡a pesar de ser un asesino confeso y haber conducido a la policía al cuerpo de Rubí!, el Tribunal consideró que la investigación ¡carecía de evidencia!
Pero la madre de Rubí, una enfermera jubilada que cambió su vida para luchar por justicia para su hija y cuidar a su nieta, siguió luchando. Incansable, redobló las protestas realizadas dos años atrás, marchas conferencias, foros, hizo de investigadora, se organizó con madres de otras jóvenes asesinadas en el estado, llegó en caravana a la Ciudad de México exigiendo a Calderón justicia y cese a la impunidad en los feminicidios.
Pero en un acto más de impunidad, la noche del 16 de diciembre, Marisela Escobedo fue asesinada frente a Palacio de Gobierno por un hombre que le disparó con un arma de fuego en la cabeza, en el plantón que mantenía para exigir la detención de Barraza. “No me voy mover de aquí hasta que detengan al asesino de mi hija” fue lo que dijo al colocar su pequeño campamento, donde estaba dispuesta a pasar el fin de año en este sitio donde recientemente denunció hace 22 días, los feminicidios en el estado, que han cobrado 300 víctimas solamente el 2010. La principal demanda de Marisela, era la pena máxima para el asesino de su hija, 60 años de cárcel.
El asesinato de Marisela es un escándalo internacional, la ONU emitió un comunicado donde condena su asesinato y la falta de protección en México a los luchadores sociales. Ante este escándalo el gobernador priista recién electo, César Duarte, responsabiliza a Rafael Barraza y ordenó la separación del cargo de los tres jueces implicados en la liberación del asesino, que les sea retirado el fuero, para responsabilizarlos por su decisión y dijo investigará a fondo la muerte de Marisela. Para nosotras esto no basta, los gobiernos federal y estatal no asumen su responsabilidad por negligencia e impunidad, César Duarte es continuidad de 10 años de gobiernos priistas en Chihuahua, el más militarizado y donde más luchadores sociales han sido asesinados en 2010.
La organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, se pronunció por el castigo a los responsables y no cesarán su lucha contra los asesinatos de mujeres en todo el país.
El 17 de diciembre salimos a las calles, junto con 200 compañeras, activistas de la Ciudad de México de diversas organizaciones de mujeres. Llegamos a Gobernación y a pesar del cerco policíaco federal, nos enfrentamos con la policía para poder ingresar. Ahí gritamos furiosas e indignadas, nuestro repudio por este asesinato. De ahí partimos hacia Reforma e Insurgentes marchando, donde paramos la circulación y seguimos nuestro camino hacia la Procuraduría General, pero antes de llegar fuimos reprimidas por la policía del GDF, cercadas por cientos de granaderos por más de una hora, donde permanecimos gritando consignas como “Marisela tu lucha es nuestra lucha”, “ni una muerta mas”, “Justicia, justicia”, entre otras. Hasta que intervinieron algunos funcionarios que resolvieron abrir el cerco policial y logramos salir.
Como Pan y Rosas nos solidarizamos con Nuestras Hijas, además con todas las activistas, feministas, y luchadoras de Chihuahua. Exigimos cese a la represión y persecución en su contra.
Repudiamos el asesinato a Marisela Escobedo y exigimos juicio y castigo para los responsables y la detención inmediata y definitiva de Rafael Barraza.
Exigimos que el estado otorgue una pensión permanente para la hija de Rubí Marisol, nieta de Marisela.
Por una comisión independiente integrada por los familiares de las víctimas y personalidades de derechos humanos, que tome en sus manos el caso.
Apertura de todos los expedientes donde hay implicados asesinos de mujeres.
Basta de feminicidios en todo el país. Basta de impunidad.
Alto a la militarización del país.
Proponemos a todas las organizaciones de mujeres del país, feministas, activistas y organizaciones de los derechos humanos, implementar una campaña nacional
AGRUPACION DE MUJERES PAN Y ROSAS
LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO
No hay comentarios para este artículo