A más de un mes de la brutal represión a los normalistas de Ayotzinapa El homicidio de Alexis Herrera y Gabriel Echeverría sigue impune
¡Castigo al gobernador Ángel Aguirre y a todos los responsables!
18 Jan 2012
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El 12 de diciembre policías federales, estatales y municipales fuertemente armados reprimieron sanguinariamente una movilización de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. Esta represión tuvo como saldo el asesinato de los compañeros Alexis Herrera y Gabriel Echeverría, además de la golpiza, detención y tortura de decenas de normalistas.
El escándalo obligó a que el gobernador, antes priista y ahora perredista, Ángel Aguirre, pretendiendo deslindarse de lo ocurrido, destituyera al procurador y al secretario de seguridad pública del estado, sin que hasta ahora se les haya fincado ninguna responsabilidad penal.
Luego de varias semanas de “echarse la bolita” entre el gobierno federal y estatal, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dio a conocer que todas las corporaciones policiacas que participaron en el operativo iban armadas, pero que los disparos asesinos provinieron desde donde estaban los agentes de la policía ministerial del estado.
Esto llevó a que fueran consignados dos policías ministeriales como presuntos responsables por el homicidio de los compañeros, mientras que otros diez que habían sido arraigados fueron liberados. Ningún funcionario estatal o federal, bajo cuyo mando actuaron las fuerzas represivas, ha sido inculpado.
La CNDH, queriendo parecer “imparcial”, sostiene que en el operativo hubo un “uso excesivo de la fuerza” y un “mal manejo” de la situación por parte de todas las corporaciones policiales que participaron en el operativo.
Sin embargo, este discurso termina descargando la responsabilidad por lo ocurrido en los elementos policiales, el último eslabón de la cadena represiva, soslayando que evidentemente todas las corporaciones actuaron con “licencia para matar” y con la connivencia de sus mandos superiores, como demuestra que lo mismo federales que estatales fueran armados hasta los dientes y dispararan contra los normalistas.
Con la consignación de los dos ministeriales, la CNDH quiere hacer creer que se está avanzando con “el tema de la procuración de justicia” respecto al caso, lo que aprovecharon algunos, como el alcalde de Acapulco, el priista Manuel Añorve, para llamar a la “reconciliación” entre los normalistas y el gobierno del estado.
Ninguna “reconciliación” con el gobierno asesino
En el fondo, la brutal represión contra los normalistas de Ayotzinapa es consecuencia de toda una estrategia del gobierno federal, con el acuerdo de los gobiernos estatales y de todos los partidos patronales, que con el pretexto de la “guerra contra el narcotráfico” tienen militarizado al país y permiten el accionar criminal e impune de las fuerzas represivas del estado contra los luchadores y los movimientos sociales.
Así sucede en el estado de Guerrero con el operativo “Guerrero seguro”, avalado por el neo perredista gobernador, Ángel Aguirre. Éste es el principal responsable político por el asesinato de los compañeros Alexis y Gabriel, a los que prometió “diálogo” y dio bala. Esta es la “democracia” de la que se jactan los partidos patronales.
Por otra parte, la represión contra los estudiantes de Ayotzinapa es la última consecuencia de la campaña de satanización y calumnias, impulsada por el gobierno federal, empresarios y los charros del SNTE, con la que quieren, acusándonos de “grillos” y “revoltosos”, responsabilizar a los normalistas y maestros combativos por el desastre educativo nacional (resultado en realidad de las políticas neoliberales contra la educación pública).
Por la unidad de maestros y normalistas contra la represión
Los compañeros de Ayotzinapa y la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), que dirige las normales rurales, han insistido en exigir el castigo para los responsables materiales y políticos del asesinato de Alexis y Gabriel.
Así promovieron ante la Cámara de Diputados el “juicio político” contra el gobernador de Guerrero, que podría llevar a su destitución. Sin embargo, nada bueno podemos esperar los estudiantes y trabajadores de la educación del Congreso, esa cueva de ladrones donde los partidos responsables de la represión acuerdan los planes contra el pueblo.
Es momento de que la FECSM, la CNTE y el resto del magisterio democrático nacional, junto a las organizaciones sindicales, sociales y políticas que se reivindican combativas, impulsemos la más amplia unidad para imponer con la movilización el cese a la represión y el castigo efectivo para todos los responsables del asesinato de nuestros compañeros.
¡Castigo a los asesinos de Alexis y Gabriel!
¡Abajo el represor Ángel Aguirre!
¡Alto a los ataques contra el normalismo!
*Boletín de trabajadores y trabajadoras de la educación Nuestra Clase 18/01/2012
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