Continúa la ola de huelgas en Sudáfrica
01 Nov 2012 | Alrededor de 100,000 trabajadores, la mayoría mineros, están en pie de lucha en Sudáfrica desde agosto: llevan a cabo lo que los capitalistas espantados llaman “huelgas salvajes”.
| comentários
Lo hacen en contra de sus propias direcciones sindicales, NUM (sindicato minero oficial) al igual que la central obrera nacional COSATU (Congress of South Africa Trade Unions), ya que éstas no sólo no defienden sus derechos laborales, sino que colaboran con la policía y el gobierno para reprimir las protestas (1).
La explotación de metales preciosos es la industria de avanzada en Sudáfrica. Los mineros, quienes generan inimaginables ganancias para los dueños de las minas, viven en la miseria junto con sus familias, con una esperanza de vida que alcanza sólo los 52 años, sin servicios básicos como electricidad y agua potable. Hace pocas semanas el mundo se conmovía ante la masacre de Marikana, en la que la policía asesinó a 34 mineros que luchaban por aumento de salario. Pero no está dicha la última palabra. Fue el golpe más duro del régimen post-apartheid (2) contra la clase obrera, integrada por africanos nativos. Este hecho abrió una profunda crisis en el gobierno de Jacob Zuma, del Congreso Nacional Africano, organización que lideró la lucha contra el apartheid. Justo una semana antes de la masacre, la policía había emprendido una campaña de detenciones de activistas y dirigentes de la huelga. Sin embargo, no han podido parar la energía de los trabajadores. Lonmin, una de las principales productoras de platino del mundo, accedió a dar un aumento de 22% a los salarios obreros luego del escándalo de la masacre perpetrada por orden suya en complicidad con el gobierno. Y el jefe de policía salió a decir que lamentaba lo sucedido. Sin embargo, esto no acalló el descontento: en distintas transnacionales estallaron más huelgas por aumento de salario: Aquarius, Impala, Anglo American Platinum, Royal Bafokeng Platinum, Xstrata, AngloGold Ashanti, Gold Fields, Gold One, Harmony Gold, Kumba Iron Ore, Petra Diaminds, Forbes, Manhattan Coal y Samancor. La clase obrera sudafricana se ha puesto de pie: atacan a los rompehuelgas, a policías, minas y estaciones de policía.
Además, 180,000 trabajadores municipales y conductores de camiones entraron en huelga. Frente a esta situación, AngloGold Ashanti Ltd., la 3ra. productora mundial de oro, intimó a sus trabajadores a volver al trabajo el 24/10 o de lo contrario serán despedidos 12,000 obreros (3). Mientras tanto, la COSATU salió a pedir la reincorporación de todos los despedidos. Es que temen que este ascenso obrero se radicalice aun más.
Los límites del régimen post-apartheid
Los trabajadores y el pueblo negro tenían grandes esperanzas en que con la conquista de derechos democráticos como el voto, y con tener presidentes negros en el poder sería suficiente para liquidar el apartheid. Sin embargo, la minoría blanca es dueña de la mayoría de los medios de producción de uno de los países más ricos de África. Y crió a su vera una pequeña elite negra que mantenga el control de los sectores populares.
La masacre de Marikana demostró que el CNA, partido gobernante, frente a la crisis de ubicó del lado de las transnacionales, aplicando planes neoliberales. Los trabajadores sudafricanos necesitan su propio partido, que luche por la revolución socialista y pelee en el seno de los sindicatos, comités de huelga y organizaciones sociales por coordinar sus luchas en forma consciente. Para terminar de una vez por todas con la miseria y la discriminación a la que son sometidos deben luchar por la revolución obrera y socialista.
Notas:
(1) Ver Diego Dalai: “Ola de huelgas obreras en Sudáfrica” y “Masacre obrera en Sudáfrica”, en http://www.ft-ci.org/mot.php3?id_mot=26&lang=es.
(2) El apartheid (que significa “separación” en afrikan - la lengua de la minoría blanca) rigió desde 1948 y estaba basado en considerar a los negros como raza inferior que no debía mezclarse con la blanca.
(3) “AngloGold gives striking South African miners ultimátum”, Reuters, 22/10/2012.
No hay comentarios para este artículo