MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

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Culminó nuevo ciclo de la Cátedra Libre Karl Marx

Elizabeth Sauno

Durante el Noveno Aniversario de la Cátedra Libre Karl Marx, esfuerzo impulsado por compañeros de la Liga de Trabajadores por el Socialismo, la Agrupación Estudiantil ContraCorriente y recientemente, de la Juventud Anticapitalista Socialista y Revolucionaria, surgieron planteamientos en torno a la discusión de estrategias así como de la vigencia del marxismo revolucionario.

Durante las cuatro sesiones se retomaron las controversias en torno a las estrategias que se dieron en el marxismo del siglo XX para pensar la revolución en la actualidad. Esto, abordando las elaboraciones de la llamada “Tercera Generación de marxistas”, en particular Vladimir I. Lenin, Rosa Luxemburgo, Antonio Gramsci y León Trotsky, quienes vivieron el colapso de la Segunda Internacional y fueron protagonistas del proceso que llevó a la emergencia de la Tercera Internacional, de la cual fueron sus principales dirigentes Trotsky y Lenin.

Estos autores fueron contemporáneos y activos participantes del periodo denominado por Lenin “de crisis, guerras y revoluciones”, que incluye las revoluciones en Rusia, Alemania y España y fue en este contexto internacional que se dieron las más importantes discusiones y divergencias en torno a la necesidad del partido revolucionario entre Lenin y Rosa Luxemburgo, y la lucha de ambos contra el sector reformista al interior de la socialdemocracia.

Así, objeto de la primera sesión fueron las teorías en torno al imperialismo por un lado y el problema de la espontaneidad y la conciencia de clase por otro. En el caso de Rosa Luxemburgo, analizamos el peso que le da a la huelga general que, combinada con demandas sociales, económicas y políticas puede fortalecer las tendencias al enfrentamiento abierto entre la clase trabajadora y la burguesía, abonando el camino de la revolución. Luxemburgo pone énfasis en la espontaneidad de las masas como factor clave en la revolución, pero demerita la conciencia, la organización y la necesidad del partido.

En el caso de León Trotsky, se abordó parte esencial de su pensamiento dividido en dos encuentros, en el primero vimos la teoría de la Revolución Permanente y en el segundo la estrategia soviética, la democracia obrera y el partido, rubros diferenciados pero inseparables. En cuanto al movimiento obrero y sus aliados en la juventud y el pueblo pobre, discutimos que pueden tener la virtud de ser creativos, convulsivos y revolucionarios, pero sin un partido, un programa para la toma del poder, la victoria de las demandas económicas y políticas no pueden ser garantizadas.

Se analizaron durante el ciclo conceptos marxistas clásicos como el de “dictadura del proletariado” y se describieron sus diferencias y polémicas con el anarquismo. Se planteó el principio fundamental del marxismo, que habla de la imposibilidad de reformar al Estado capitalista, la necesidad de destruirlo y construir uno de nuevo tipo, encabezado por el proletariado (el cual debe abolirse a sí mismo).

Se mencionaron las diversas lecturas del teórico italiano Antonio Gramsci de entre las que se destacó la realizada por una izquierda reformista en los años setenta (la “Nueva Izquierda”, que quiso discutir a través de éste al stalinismo) y un Gramsci más tardío, de los noventa, abocado a estudios sobre la cultura popular.

Una vez más planteamos la necesidad de rediscutir la teoría revolucionaria de frente a las crisis actuales, a las interminables guerras y revoluciones venideras, asumiendo que ”no hay movimiento revolucionario sin teoría revolucionaria”.