#YoSoy132:

De la lucha contra la “Imposición” a la lucha contra el régimen y sus planes

16 Jul 2012   |   comentários

El resultado de las elecciones presidenciales puso de nuevo sobre la mesa la discusión sobre el camino a seguir del #YoSoy132.

Hay voces que plantean que la lucha tiene que ser civil y pacífica, que por la vía de la legalidad se puede lograr echar atrás la “imposición” de EPN. Plantean que hay que dar la pelea mediante la impugnación electoral, a través de la denuncia de los delitos electorales. Esta lógica coincide con la de López Obrador, quien firmó previo la votación el “pacto de civilidad” comprometiéndose a respetar los resultados. Pero el descontento de la base lopezobradorista así como el movimiento juvenil lo han orillado a impugnar los resultados. Sin embargo, esto no significa salirse de los marcos de la institucionalidad que no quiere abandonar.
No obstante, otra propuesta se ha escuchado en el #YoSoy132: quienes planteamos –como ContraCorriente, al lado de compañeros de otras agrupaciones y estudiantes independientes– que no basta con denunciar las prácticas corruptas a las que recurren los partidos políticos para imponerse en las elecciones y exigir el esclarecimiento y castigo de los delitos electorales a las mismas instituciones que los encubrieron y toleraron. Elegir la vía legal para luchar contra la imposición, recurrir a la exigencia al IFE –creado luego del fraude de Salinas de Gortari en el ’88 para legitimar su “victoria”– o al TRIFE, es apelar a la estrategia que no logró echar atrás el fraude del 2006, y que impidió recuperar el empleo a decenas de miles de electricistas del SME. Sobre estas derrotas se desarrolló la actual situación reaccionaria, marcada por una profunda antidemocracia, expresada en la militarización del país y sus fatales consecuencias: asesinatos y desaparición por decenas de miles, persecución y asesinatos de luchadores sociales y periodistas. Esto obedece a las órdenes del imperialismo estadounidense, su estrategia de seguridad y sus planes para México y Centroamérica. Por ello un programa y un plan de lucha combativo debe ligar la pelea contra la “imposición” de EPN al combate contra el conjunto del régimen y los partidos del Congreso que querrán imponer los planes y contrarreformas contra la juventud, los trabajadores y el pueblo pobre.
La lucha no debe detenerse en la crítica del papel que jugaron el IFE o el duopolio televisivo (Televisa-TV Azteca), quienes intentaron presentar las elecciones como las más limpias y democráticas de la historia, pese a los cuestionamientos que venían suscitando, convirtiéndose en los principales cómplices de estas suciedades electorales y en garantes de la estabilidad del régimen.

Por la independencia política del #YoSoy132 y la juventud

Para fortalecer esta perspectiva es indispensable que el #YoSoy132 y el movimiento juvenil mantengan la independencia política de las instituciones y partidos del congreso. Éstos, sobre la base de la estabilidad que han pactado, intentarán hacernos pagar la factura de la crisis económica con las ya anunciadas reformas estructurales –laboral, energética, fiscal, seguridad social– que nos seguirán arrancando derechos y endureciendo nuestras condiciones de vida e intentarán que la movilización se mantenga contenida en los marcos institucionales y de la legalidad del antidemocrático régimen mexicano.
El potencial que muestra la juventud que sale a las calles a luchar contra la antidemocracia del régimen –como en las marchas masivas del 2 y 7/7–, hay que desarrollarlo y organizarlo. Ésta es una de las peleas que hemos dado, pues es clave que el movimiento fortalezca sus asambleas de base sobre la más profunda y amplia democracia directa, integrando a cada compañero de las movilizaciones del #YoSoy132. Así se combatirán los peligros de burocratización, mostrada en las declaraciones de algunos personajes por fuera de las asambleas y sus acuerdos, o en el desconocimiento de acciones no impulsadas –“autorizadas”–, como la marcha del 7/7, por las comisiones “institucionales” del movimiento. Por ello es necesario recuperar la tradición del movimiento estudiantil del CNH ’68 y el CGH ’99.
Es también de importancia vital que la movilización juvenil empate y solde una fuerte solidaridad con los demás sectores que padecen los ataques del régimen. Hay que llamar a las organizaciones sindicales definidas opositoras –CNTE, SME, UNT–, a participar con delegados votados por la base en la Convención Nacional llamada por el FPDT de Atenco y a movilizarse al lado nuestro. En contraposición con la estrategia de “resistencia civil y pacífica” que se demuestra impotente, estas organizaciones deben poner en juego su potencial de movilización y fortaleza para jaquear al régimen y sus planes, con sus métodos de lucha, como la huelga. Deben ser la punta de lanza de la lucha a nivel nacional para hacer retroceder a los partidos del congreso que tratan de legitimar esta democracia degradada. Desde #YoSoy132 debemos llamar a los trabajadores a discutir un plan de lucha unificado que cuestione al régimen de conjunto. En la medida que logremos soldar esta solidaridad con los trabajadores y otros sectores, así como en la medida en que logremos recuperar nuestros métodos de lucha, podremos pelear contra el régimen y sus planes en contra nuestra.









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