2° informe de gobierno

Editorial: Prosperidad empresarial… miseria obrera y popular

24 Sep 2014   |   comentários

Desde que Peña Nieto asumió el poder, su gobierno se ha dado a la tarea de generar las condiciones de inversión que el imperialismo reclama en el contexto de la debilidad de la economía mundial. Esto es: mano de obra tan barata y productiva o más que la china, apertura de los sectores estatizados de la economía a la iniciativa privada, y más autoritarismo y represión para garantizar la estabilidad de los negocios.

Para lograr sus objetivos, desde el inicio Peña Nieto ha contado con el acuerdo del PAN y el PRD, a los que ha reconocido su participación en el Pacto por México y su valiosa colaboración en el Congreso, en donde junto al PRI avalaron las reformas estructurales para liquidar de un plumazo los derechos y conquistas de los trabajadores y el pueblo de México y entregar la industria y los recursos energéticos a las transnacionales, profundizando así la dependencia y subordinación de nuestro país a los intereses de Estados Unidos.

Mención aparte merece la otrora opositora Unión Nacional de Trabajadores (UNT) encabezada por el STUNAM y el sindicato de telefonistas, cuyos dirigentes y su política propatronal y cómplice han garantizado -junto a las centrales oficialistas- la estabilidad necesaria para el avance de los planes de hambre y miseria.

Este es el trasfondo del “ciclo reformador” expuesto por Peña Nieto en su 2° informe de gobierno.

La realidad se impone

A pesar del panorama de prosperidad proyectado en el 2° informe, ese mismo día el Banco de México divulgó un ajuste a la baja (de 2.56% a 2.47%) en las perspectivas de crecimiento para este año.
Según estimaciones oficiales, en el 2015 los ingresos de Pemex sufrirán una reducción de 92mil 600millones de pesos. El gobierno pretende subsanar el boquete generado en las finanzas públicas con el aumento de impuestos (reforma hacendaria) y mediante la contratación millonaria de deuda pública.

Mientras, las grandes mayorías enfrentamos la carestía, el desempleo, los bajos salarios y el trabajo precario, y se prepara el despojo de tierras de comunidades indígenas y campesinas previsto en la reforma energética, y ahora con el anuncio del nuevo aeropuerto en Texcoco.

En todo caso, quienes se beneficiarán a manos llenas con la reformas estructurales serán los grandes capitalistas, empezando por las empresas petroleras, aunque también ya se frotan las manos otras como American Express (servicios financieros), Siemens (generación de electricidad), General Electric (manufactura de equipo petrolero) y Ericsson (telecomunicaciones).

Por una respuesta independiente de los trabajadores

Las luchas de los trabajadores de los últimos años han puesto de relieve que la única posibilidad de triunfo está en desarrollar la unidad, la organización democrática y la movilización en las calles con plena independencia de clase, sin depositar ninguna confianza en las instituciones y los partidos del régimen porque defienden intereses contrarios a los nuestros, los de la patronal y el imperialismo.

Distintos sectores de trabajadores han salido a luchar contra los planes del régimen y los zarpazos de la patronal. Es necesario impulsar la más amplia unidad para que ninguna lucha quede aislada.

Como sector de vanguardia en la lucha contra las reformas, la CNTE puede poner el ejemplo y unir fuerzas con la Nueva Central de Trabajadores, llamado al mismo tiempo a un gran encuentro de organizaciones obreras, campesinas, indígenas y populares basado en delegados votados desde la base para la coordinación de las distintas luchas y de todos los sectores dispuestos a organizarse democráticamente, en donde podamos discutir un programa y un plan de acción unificado y preparar el paro nacional para echar abajo el conjunto de reformas entreguistas, antiobreras y antipopulares. Las organizaciones que nos reclamamos de izquierda debemos impulsar y sumarnos a esta perspectiva.

Frente a la carestía de la vida, el desempleo, los despidos y la precarización laboral, luchemos por un aumento salarial de emergencia que cubra el costo de la canasta básica y que aumente de acuerdo a la inflación; por un reparto de horas de trabajo entre todas las manos disponibles sin reducir los salarios; en defensa de los contratos colectivos y por plenos derecho laborales y sindicales para los millones de trabajadores precarizados.

Al mismo tiempo, los trabajadores debemos hacer nuestras las demandas democráticas del conjunto de los explotados y oprimidos, soldando la alianza obrera, campesina y popular para enfrentar juntos la ofensiva redoblada del régimen; contra el aumento del autoritarismo y la represión, las desapariciones forzadas y las leyes que criminalizan la protesta social; por la libertad de todos los presos políticos y por la disolución de las fuerzas represivas del Estado, a las que recientemente se sumó la gendarmería nacional.

Solidaricémonos con la lucha que ha emprendido nuevamente el pueblo de Atenco contra la construcción del nuevo Aeropuerto; con las comunidades campesinas y los pueblos originarios puestos en la mira para ser despojados de sus tierras; con las organizaciones y comunidades que vienen enfrentando el saqueo y la destrucción ambiental por parte de los megaproyectos y las mineras, como los pobladores de la región del río Sonora.

Frente a la ofensiva recolonizadora, levantemos un programa para enfrentar al imperialismo, contra la entrega de Pemex y por la renacionalización de los hidrocarburos y toda la industria energética bajo control de sus trabajadores; por el no pago de la deuda externa y por echar abajo todos los acuerdos y tratados que nos subordinan política, económica y militarmente al imperialismo norteamericano, como el TLC, los acuerdos en materia de seguridad y el Acuerdo Transpacífico.

Tomemos el destino en nuestras propias manos para luchar por un gobierno de los trabajadores, los campesinos y el pueblo, que expropie a los expropiadores para imponer íntegramente nuestras demandas.
Al servicio de esta perspectiva, desde el Movimiento de los Trabajadores Socialistas te invitamos a sumarte a nuestras filas para impulsar la construcción de un gran partido de los trabajadores y la juventud combativa, socialista y revolucionario en México.









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