El MORENA y los empresarios

24 Mar 2012 | En los últimos meses, López Obrador logró el apoyo de un sector del empresariado, mientras procura mostrarse ante EE.UU. como un candidato “responsable” y “no radical”.   |   comentários

AMLO realizó varias reuniones con empresarios –especialmente de la burguesía norteña y con la participación de muchos ex panistas– donde dejó claro que no cuestionará la estabilidad de sus negocios y nombró a Fernando Turner (1) como futuro secretario de Economía.

Si en el 2006 el PAN basó su campaña en la idea de que López Obrador era “un peligro para México”, éste parece ahora decidido a demostrar que su proyecto político no amenaza al capitalismo mexicano.

Muchos analistas resaltan que la campaña del MORENA muestra un posicionamiento más conservador respecto a los discursos disruptivos del 2006, con sus frases al estilo de “al diablo con las instituciones”, algo que nadie puede negar, salvo quienes se han sumado a su campaña desde la “izquierda”, como el PRT y los líderes del SME. Pero esto no cayó del cielo, sino que es el resultado lógico de un programa que no cuestiona la dominación capitalista (enarbolado por el PRD desde su fundación), que a lo sumo busca suavizar los aspectos más “salvajes” del neoliberalismo priista-panista.

Un programa para desarrollar el capitalismo

Miles de trabajadores y de jóvenes consideran que AMLO es una alternativa frente a los panistas y priistas. Sin embargo, más allá de las diferencias existentes con el PRI-PAN, el programa de López Obrador no resolverá las aspiraciones de los oprimidos y explotados que posiblemente voten por él en julio.

Éste repite en gran medida lo que presentó en el 2006: un estado “austero” mediante la reducción de los sueldos de los funcionarios, la eliminación de impuestos como el IETU (un reclamo de los empresarios) y un proyecto económico que combinaría la inversión en obras públicas e incentivos para la inversión privada.

AMLO afirma que esto permitiría alcanzar un crecimiento de 6% anual, apoyándose en un “círculo virtuoso” entre la inversión pública, los capitalistas y la “labor social”. No es casual que AMLO utilice como ejemplo de esto su administración del DF; cuando las obras públicas permitieron a los empresarios de la construcción amasar ganancias sobre la explotación de miles de trabajadores, que sufrieron bajísimos salarios y numerosos accidentes de trabajo.
Su proyecto de país se mantiene íntegramente en los marcos del capitalismo; proponiendo a lo sumo algunas medidas que “humanicen” el neoliberalismo.

Aunque las mismas –como los programas sociales realizados en el DF– muestran las diferencias existentes entre el capitalismo humano de AMLO y el neoliberalismo del PRI-PAN, son paliativos que no cambian lo sustancial de la situación de explotación y miseria de las masas populares, en tanto los empresarios y terratenientes continúan enriqueciéndose a costa del sudor obrero y popular.

Recientemente anunció que no cuestionará los negociados de los sexenios previos: no expropiara ni revisará las privatizaciones y sólo le exigirá a los empresarios que “paguen impuestos y buenos sueldos a los trabajadores”, así continuarán viviendo del robo de las joyas del estado (¡como TELMEX!) a cambio de migajas.

La realidad es que este “proyecto de nación” está lejos de resolver las aspiraciones de los trabajadores y el pueblo. No se puede construir un “proyecto de nación” en interés de las mayorías sin atacar los intereses de los capitalistas: porque hay que renacionalizar bajo control de los trabajadores las empresas privatizadas total o parcialmente, expropiar a toda empresa que cierre o despida y repartir las horas de trabajo entre empleados y desempleados, establecer un plan de obras públicas controlado por los sindicatos que permita darle trabajo a millones de desempleados, así como una verdadera reforma agraria en provecho de los campesinos e indígenas pobres (como los que mueren de hambre en el norte y en el sur del país), expropiando a las trasnacionales y los terratenientes. Esto es opuesto al programa de AMLO cuya “república amorosa” busca crear ilusiones en que patrones y trabajadores tenemos el mismo interés, y evitar que enfrentemos con la lucha y la movilización los planes capitalistas.

Los empresarios… ¿la fuerza motora?

Fernando Turner dijo que para el tabasqueño “los empresarios son la máquina motora del país…” y que el propio López Obrador “no pensaba que hubiera tantos empresarios buenos, honestos, patriotas, nacionalistas…”.

Desde esta perspectiva, los trabajadores son una “base de maniobra” para llegar a los Pinos y el apoyo que el SME junto a otras organizaciones le han prometido al tabasqueño es un pacto que subordina a la clase obrera a un político que gobernará, en caso de triunfar en julio, en interés de los capitalistas mexicanos, eso sí, los “honestos, patriotas y nacionalistas”.

Los trabajadores saben bien que el supuesto nacionalismo de los Slim y de la explotadora burguesía norteña se acaba donde empiezan sus ganancias, y que “no tienen patria” a la hora de entregar las riquezas nacionales a las transnacionales, siempre que les permitan participar en el reparto aunque sea como “socios menores”. Sin embargo, a diferencia de lo que opinan Turner y AMLO, la verdadera fuerza motriz son los millones de asalariados que mueven los resortes de la economía (desde los medios de transporte hasta las fábricas) y producen la riqueza social que es expropiada por los capitalistas nacionales y extranjeros. Son los trabajadores quienes –sin necesitar de los parásitos empresarios– pueden poner a funcionar la economía en interés de las grandes mayorías del campo y la ciudad.

Por ello, lejos de ir a la cola de un “proyecto de nación” que los subordina a un supuesto “capitalismo nacional” basado en perpetuar la explotación y la miseria en provecho de los empresarios, las organizaciones obreras deben romper toda subordinación política e impulsar un programa que defienda los intereses de los trabajadores y de las grandes mayorías populares, que apunte a expropiar a los capitalistas expropiadores. Y sostener una postura independiente ante los distintos partidos patronales en las próximas elecciones, como la que planteamos en el editorial de este periódico.

 [1]

[1Turner es un empresario regiomontano cuya empresa Katcon tiene operaciones y filiales en 10 países.









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