MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

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En el último año, y después de la derrota sufrida por la gran lucha de los trabajadores del SME, algunos sectores de trabajadores como los mineros, los de Mexicana, los agrupados en la ANdeTIMSS y los electricistas mismos, han venido resistiendo los embates del gobierno, los patrones y las burocracias sindicales; entre estos sectores se encuentra el magisterio.

Con el antecedente de los enfrentamientos y manifestaciones de febrero en Oaxaca, los paros de las secciones 22, 18, las movilizaciones y el plantón magisterial en la capital de mediados de año, y con los maestros de Guerrero manteniéndose en paro y realizando diversas acciones, los días 12, 13 y 14 de octubre tuvo lugar en la Ciudad de México la jornada emergente de lucha de la CNTE.

Con marchas, mítines y un plantón en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, las delegaciones del magisterio oaxaqueño, michoacano, guerrerense y de otros estados, levantaron como demanda central el aumento al presupuesto educativo y se manifestaron contra la ACE, la Evaluación Universal y las reformas a las Normales, al tiempo que mostraron su rechazo a las reformas educativa, laboral y a la ley de seguridad nacional, y su repudio al asedio y represión al movimiento en Guerrero.

Aunque por ahora el movimiento logró arrancarles a los diputados federales algunas mesas de negociación, como maestros no debemos depositar ninguna confianza en el Congreso y sus partidos (incluido el PRD), los mismos que, por ejemplo, ya votaron el año pasado varias reformas a la Ley General de Educación para la implementación de la ACE. Sólo la unidad, la lucha en las calles y la confianza en nuestras propias fuerzas pueden solucionar nuestras demandas hasta el final.
Contra la ACE y por un mayor presupuesto a la educación, debemos luchar porque se reduzca el presupuesto destinado a las fuerzas armadas, por impuestos progresivos a las grandes fortunas y por el no pago de la deuda externa; si con la descentralización se avanzó enormemente en el ataque contra la educación pública, la CNTE debe responder con un plan de lucha nacional que retome métodos de nuestra clase como el paro llamando a la unidad con los demás sindicatos –en primer lugar los que se reclaman opositores- para enfrentar los planes antiobreros (reformas estructurales), la militarización, la entrega del país a las grandes transnacionales, la subordinación al imperialismo yanki y los organismos financieros internacionales. Para ello, es indispensable luchar por la más absoluta independencia política de nuestro sindicato respecto del Estado y los partidos del Congreso, tarea indisolublemente ligada a la lucha por su democratización.