El SME consigue patrón sustituto, gobernación no reconoce el fallo

21 Nov 2012 | El pasado 13 de septiembre el SME recibió un fallo a favor por parte del segundo Tribunal de Circuito en materia de trabajo, otorgándole un amparo que protege a los 16,599 trabajadores que aún no se han liquidado, en contra de la resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que niega la figura de patrón sustituto por parte de CFE.   |   comentários

  • Contingente del SME en la marcha contra la Reforma laboral
  • Martín Esparza

El SME consigue patrón sustituto, gobernación no reconoce el fallo
Óscar Castillo

El pasado 13 de septiembre el SME recibió un fallo a favor por parte del segundo Tribunal de Circuito en materia de trabajo, otorgándole un amparo que protege a los 16,599 trabajadores que aún no se han liquidado, en contra de la resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, que niega la figura de patrón sustituto por parte de CFE.

Dicho fallo obliga a la Comisión Federal de Electricidad a reconocer a los trabajadores de la extinta Luz y Fuerza que no se liquidaron, como sus empleados. Esto va en contra de los planes de Calderón quién ha expresado una rotunda negativa a acatar la resolución. No hay un argumento legal para no acatar el fallo, la negativa de Calderón es una muestra del profundo desprecio que le tiene a la clase obrera y más aún a sus sectores organizados.

Sin embargo ante la negativa de Gobernación y la presidencia para acatar el fallo, la dirigencia del SME actúa de manera pasiva, pues mantiene la estrategia que ha seguido durante los tres años de resistencia que es únicamente la vía legal, confiando en las instituciones que extinguieron en el 2009 a Luz y Fuerza del Centro. Esta estrategia “civil y pacífica” demostró su impotencia para enfrentar la ofensiva del gobierno a lo largo de los tres años que lleva el conflicto, llevando a confiar una y otra vez en las promesas al aire que hacía Gobernación.

Y ahora, más allá del desplegado firmado por cientos de personalidades destacadas, intelectuales y organizaciones sociales y de trabajadores, exigiendo la restitución del trabajo de los electricistas no ha existido un plan de acción que llame a los sectores organizados a presionar en las calles al gobierno federal para que acate el fallo y los trabajadores vuelvan a sus empleos.

Con la movilización impongamos las demandas de los trabajadores

Ha costado mucho a los trabajadores durante estos tres años las decisiones de su dirección de cómo enfrentar el decreto de extinción. Estamos conscientes de que la mayoría de los trabajadores del SME aún confía en su dirección y piensa que este fallo puede ser una luz al final del túnel de lo que ha representado este calvario para ellos. Sin embargo, es momento de hacer un balance respecto a si la política del Comité Ejecutivo estuvo a la altura del ataque.

Las constantes negociaciones con gobernación como eje de la acción política, impulsar los repliegues bajo la base de ningún acuerdo, como el levantar los plantones en el zócalo capitalino o el usar al sindicato como moneda de cambio en las aspiraciones electorales de Esparza, son ejemplos de los intereses que se persiguen al frente del sindicato.

Este amparo podría representar un paso adelante para los trabajadores electricistas, que sirve para fortalecer su ánimo, si es acompañado de una política de movilización. Y es que sólo con la lucha se obligará al Estado a acatarlo; como dijimos muchas veces, si el gobierno o esta “justicia para ricos” otorgan alguna de las demandas obreras, es como resultado de la acción en las calles. Los trabajadores del SME para eso tienen que llamar a todos los sectores organizados y al pueblo afectado por el servicio de CFE a que manifestemos nuestro apoyo hacia ellos, en las calles, hombro con hombro de los electricistas para que vuelvan a sus trabajos.

Tienen dos grandes retos de frente los compañeros electricistas: el obligar al gobierno a devolverles su empleo y junto a esto, el de democratizar su sindicato para que quienes tomen las decisiones del curso de su vida política sean ellos y no una cúpula que protege sus intereses desde arriba.









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