El escandaloso espionaje del Estado Mexicano
07 Jun 2013
| comentários
Omar García
Con el regreso del PRI al gobierno se profundiza y reactualiza todo el andamiaje del Estado para el espionaje y la “guerra sucia” contra los luchadores sociales de distintos sectores y organizaciones políticas. Luego de 12 años de panismo, ahora se añaden los más sabidos métodos antidemocráticos del PRI, que cuenta con una larga experiencia de represión y espionaje al servicio de la clase dominante.
En el marco de un fuerte ataque a las libertades democráticas, como ya lo mostro el operativo del 1° de diciembre, con la puesta en marcha de la gendarmería o el protocolo para las manifestaciones en el D.F. y otros estados, recientemente apareció la investigación del semanario ContraLínea, donde se da cuenta del gasto sufragado con recursos públicos por parte del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), en su investigación se da a conocer que en la cúpula del Cisen, los salarios van de entre 1 millón 900 mil y 2 millones 400 mil pesos anuales (1) y la robusta nómina de sus 3 mil 500 empleados le cuesta al erario casi 2 mil 500 millones de pesos anuales. Un despilfarro que contrasta con un discurso que niega la existencia de recursos para la educación, aumentos salariales a los profesores o el financiamiento público para mejorar el metro o el transporte público.
El movimiento estudiantil y la represión del Estado
El hecho de que la juventud y el movimiento estudiantil salgan a luchar, refuerza la atención de las labores de espionaje e “inteligencia estatal”. Recientemente el semanario Proceso publicó que Manuel Cossío Ramos, un “decepcionado” exintegrante del #YoSoy132, es “director de Información de Fuentes Abiertas –dedicada a infiltrar movimientos sociales para dividir y espiar a sus dirigentes– del Cisen. Su sueldo es de 171 mil 901.34 pesos” (2). Además por parte de wikileaks se han documentado la utilización del sistema FinFisher, que es un sistema de espionaje para Gobiernos y Agencias de Inteligencia, todo ello orientado hacia el espionaje y detección de individuos en redes sociales e internet.
Con acciones como la toma de la rectoría de la UNAM, pudimos ver además la utilización de medios masivos de comunicación como el diario La Razón, que orquestaron una campaña de desprestigio y satanización al activismo estudiantil. En sus páginas se jactaron cínicamente de las labores de inteligencia y espionaje sobre distintos activistas, y junto a ello “salieron a la luz” en textos apócrifos acusaciones a activistas y profesores de la Facultad de Filosofía y Letras y otras escuelas, entre ellos a nuestra compañera Claudia Cazares. Todo ello con la clara intención de dividir y sembrar la intriga en el movimiento estudiantil, ya que no se aporta ninguna prueba fehaciente de sus acusaciones y por el contrario todo está hecho desde la calumnia y la difamación. De todo ello se hace eco el rector Narro y el régimen universitario.
Ante tales hechos es urgente que las organizaciones de derechos humanos, políticas, sociales, sindicales y personalidades, se pronuncien públicamente contra estos ataques a las libertades democráticas. Junto a ello es necesaria una gran campaña de denuncia contra el espionaje a las luchas sociales.
En una situación internacional con procesos agudos de la lucha de clases y a nivel nacional ante el descontento contra el régimen del Pacto por México y el gobierno de Peña Nieto, son la juventud y sectores de trabajadores los que están levantando la voz y luchando. Ellos y amplios sectores debemos impulsar esta campaña, ya que de todo este panorama todo luchador y luchadora social debe tomar nota, siendo conscientes de que, como decía Víctor Serge: “no hay fuerza en el mundo capaz de contener la marea revolucionaria cuando esta asciende, y que todas las policías, no importa su maquiavelismo, su ciencia y sus crímenes, son casi del todo impotentes…”.
[1]
[2]
[1] www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación
http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/05/26/cisen-los-39-altos-mandos-sus-onerosos-salarios/
[2] Manuel Cossío Ramos, el espía del Cisen en el movimiento #YoSoy132, Villamil Jenaro, 2 de junio de 2013.
No hay comentarios para este artículo