¡No al trabajo precario ni a los salarios de hambre!
06 Dec 2013
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Gabriel Bagundo
Para garantizar el carácter anti-obrero de su gobierno ante las organizaciones patronales nacionales e internacionales, EPN ofreció al país como uno “atractivo para invertir”. La Reforma Laboral, la medida más lesiva en las últimas décadas contra los trabajadores y los salarios, con el fin de garantizar altas ganancias, fue aprobada aún antes de que EPN asumiera la presidencia. Hoy, el poder de compra del dinero es de una tercera parte del de 1975, y cada año el aumento al salario mínimo es menor que la inflación (en el 2013 fue de 3.5%, mientras que el aumento de la canasta básica está en números cercanos al 4%).
El régimen político, al modificar la Ley Federal del Trabajo (profundizando los avances antiobreros del panismo), impuso a la juventud y a todos los que ahora somos trabajadoras y trabajadores, condiciones de trabajo precario, salarios de hambre y a abusos permanentes de la patronal, como medidas para descargar el costo de la crisis sobre los trabajadores y el pueblo pobre. Hoy los jóvenes estamos condenados a trabajar sin prestaciones, como en los call centers o en los supermercados y, si somos mayores de edad, nos obligan a la informalidad o a servicios de limpieza por “outsourcing”. En las grandes empresas los salarios son siempre una miseria, mientras que las ganancias son un abuso basado en mayor productividad y topes salariales, esto apoyado por las direcciones sindicales corruptas y traidoras del Congreso del Trabajo y por la complicidad de las direcciones de los llamados “sindicatos opositores” como los de la UNT.
Las y los trabajadores del MTS –impulsado por la LTS e independientes– rechazamos estas medidas anti-obreras que el gobierno, los patrones y los partidos del Congreso quieren imponernos para someternos al capital, aprovechando el acuerdo reaccionario del Pacto por México. Debemos movilizarnos por echar abajo los topes salariales e imponer un aumento de emergencia al salario mínimo hasta que cubra el costo de la canasta básica de una familia, así como lograr el reparto de horas de trabajo con salario igual entre empleados y desempleados, y pelear por el control obrero de toda fábrica que cierre o despida. Hay que luchar por plenos derechos laborales y sindicales para todos los trabajadores, comenzando por la basificación de todos los trabajadores precarizados, para quebrar las divisiones creadas por la patronal entre trabajadores sindicalizados y no sindicalizados. Para impulsar estre programa y estas tareas, hay que pelear por una política alternativa al interior de los sindicatos, claramente distinta a la actitud cómplice de las direcciones adaptadas al actual régimen político.
Para lograr esto, te invitamos a sumarte al MTS, una herramienta política de lucha que defiende los intereses de la clase obrera, poniendo en pie comités de trabajadores y jóvenes en los lugares donde laboramos, en las fábricas y en los barrios, además de pelear por la democratización de las organizaciones obreras y sindicales como el STUNAM, el sindicato de petroleros y el propio SNTE-CNTE. Debemos desconfiar de toda la burocracia sindical que pretende sumarnos a las negociaciones del Pacto por México bajo la excusa de “incluir nuestra voz”: ¡no podemos aspirar a entrar a un acuerdo político de carácter patronal!
Te llamamos a organizarte con nosotros y a levantar una campaña nacional en contra del trabajo precario, los bajos salarios, el recorte al presupuesto de educación y cultura, contra el alza al Metro y al transporte, por la democratización de las centrales sindicales y en solidaridad con la lucha magisterial que está enfrentando la reforma educativa.
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