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El robo eléctrico: ¡Abajo el tarifazo del Gobierno y las eléctricas!
03 Jan 2014
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Por Guillermo Ferrari
El Ministro de Industria, Soria, durante varias semanas estuvo anunciando que el Gobierno no subiría la factura de la luz. Hasta que éste tuvo que aceptar que subirán un 2% las tarifas de peajes de la electricidad, la parte controlada por el Gobierno. Sin embargo, esto no para aquí. En la reciente subasta las empresas han elevado, su parte de la tarifa, hasta el 26,5%. De esta manera el Estado español será el país con la electricidad más cara de la UE en enero próximo con una suba superior al 12%. Este nuevo tarifazo deja pequeño el que hizo Zapatero en 2011 que casi llegó al 10%. Lo cual demuestra el peso político que tienen las grandes compañías eléctricas en el poder político.
El Gobierno de Rajoy primero reaccionó diciendo que son “las reglas del mercado” las que fijan el precio de la luz y ante esto no puede hacer nada. Luego, éste cambió porque entendía que la “subida era exagerada” y así fue que decidió anular el tarifazo de las empresas. Y, ahora está buscando un aumento de las tarifas que sea menos “traumático” como anunciarán éste viernes, luego de la reunión del Gabinete.
Sin embargo, hay que señalar que desde 2007 la factura subió un 60%, ¿se puede decir que eso no es exagerado? Para el Gobierno no fue “exagerado” cortar el suministro de electricidad a 1.400.000 familias durante 2012. En realidad el Gobierno no está en contra de la subida de la luz, sino que le parece que debería subir progresivamente. Solo es una cuestión de tiempo. Tanto los diferentes gobiernos como las eléctricas están de acuerdo en lo esencial: hacernos pagar el “déficit tarifario” a los trabajadores y el pueblo.
Las eléctricas y el poder político
En épocas de Aznar las eléctricas fueron favorecidas, cuando Rato se inventó el concepto de “déficit tarifario”, como excusa para elevar la facturación a los usuarios. “Favor” que continuaron los “socialistas” bajo las legislaturas de Zapatero, cuando liberalizaron el precio de la electricidad e iniciaron las “subastas” para buscar un precio “justo” de la energía.
No es de extrañar que el conjunto de partidos del parlamento no cuestionen el poder de las eléctricas, ya que muchos altos cargos políticos tanto del PP como del PSOE asumieron cargos de importancia en las principales empresas del sector. Los dos ex presidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar, además de percibir una pensión vitalicia del Estado de 82.000 euros, tienen altos cargos. El primero es consejero “independiente” de Gas Natural (percibiendo 126.500 euros brutos) y el segundo es asesor de Endesa (privatizada con su gobierno). La ex ministra de Economía Elena Salgado fue fichada como consejera de una filial de Endesa o Pedro Solbes entró al consejo de administración de la italiana Enel (es el mismo grupo empresarial que Endesa, ya que posee el 92% de la eléctrica española). El actual ministro de Economía y Competitividad fue ex presidente de Lehman Brothers en el Estado español y miembro del comité de nombramientos y retribuciones de Endesa. Y así podríamos seguir con una lista larga de políticos con cargos en las principales en las principales empresas imperialistas españolas.
Sin embargo, ahora el Gobierno y eléctricas tienen un pulso para ver quien se hace cargo del déficit de éste año, unos 3.600 millones de euros. El Gobierno había decidido incluirlo en el presupuesto de éste año. Pero las presiones de la UE para ajustarse al déficit acordado pudieron más. Es así que las cinco grandes hicieron la “subasta” para que los usuarios paguemos la diferencia en la factura de la luz. Estas quieren el mismo trato que la banca española, es decir que paguemos los trabajadores y el pueblo sus negociados: ya sea ampliando la deuda a pagar o ampliando el presupuesto.
La farsa del déficit tarifario
El “inventor” de dicho concepto fue Rodrigo Rato, bajo el período de Aznar. El argumento consistía en que había un déficit tarifario que había que calcular y que se debía saldar. Es decir, que con las facturas de la energía se estaba cobrando solo una parte del coste. Y el déficit se estaba arrastrando en los presupuestos del Estado. Lo que querían es que con el cobro de las facturas de la luz se pagara el coste “real” total. Durante los primeros años, éste “déficit” fue incluido en los presupuestos públicos y últimamente se emitió deuda a cargo de la administración pública para resarcir a las eléctricas.
Sin embargo, no es claro cómo se calcula el coste de la energía. El Gobierno está priorizando las energías más caras como son el gas y el carbón en detrimento de las renovables, ¿porqué?. La factura incluye entre los conceptos el coste de las infraestructuras en las nucleares, las cuales ya fueron amortizadas hace muchos años. Y un largo etcétera. Es decir, que lo que se llama “déficit tarifario” en realidad es un enorme trasvase del presupuesto público a las empresas de la energía y, en especial, a las eléctricas. Los responsables políticos se ponen de acuerdo para regalar a las cinco grandes eléctricas el dinero procedente de los impuestos que pagamos todos.
La estafa de las subastas
Las compañías eléctricas tienen la tarifa liberalizada desde 2007 gracias al Gobierno de Zapatero. Desde ese año hacen “subastas” (otro teatrillo) de la energía que estiman pueden producir y de ahí en función de la demanda “se determina” el precio “libremente”. El argumento es que con la “libre competencia” se abarataría el coste de la electricidad. Sin embargo, desde 2007 no para de subir año tras año hasta costar un 70% más caro a día de hoy. Sin embargo, esa “libre competencia” en realidad es el acuerdo de las cinco grandes eléctricas (Endesa, Gas Natural Fenosa, EON España, EDP, e Iberdrola) que tienen el control de todo el proceso de producción, distribución y comercialización de la electricidad. Esto en castellano se llama oligopolio. Así los millones de trabajadores y personas empobrecidas quedamos en una gravísima situación de indefensión. No es posible entender que en un contexto de caída sostenida de la demanda de la energía, las empresas de la electricidad aumenten el precio, sino es mediante el acuerdo de estas grandes empresas en detrimento de las necesidades populares. A esto nos llevaron los gobiernos de Aznar, de Zapatero y Rajoy. Por eso las subastas son una pantomima para que las eléctricas justifiquen los aumentos de la electricidad.
Ganancias récord
Sin embargo la situación económica de estas empresas es boyante. Las compañías eléctricas en la península ganan el doble que en Europa. Nuestro país es el sexto país europeo con la energía más cara de Europa. Hay tres compañías españolas entre las 10 que más ganancias tuvieron en 2012: Iberdrola, con 3.557 millones, es la segunda que mejor resultado neto acumuló el año pasado entre las europeas, seguida de Endesa, con 2.771 millones de euros. Gas Natural repite en el décimo puesto, tras registrar un beneficio de 1.657 millones. Así, en cuanto a cifra de negocio, de entre las 15 mayores compañías europeas, Iberdrola ocupa el quinto puesto europeo, con 34.201 millones en 2012. Endesa ocupa el sexto puesto y en el décimo aparece Gas Natural Fenosa. Es decir, que son las empresas que cobran más caro y se encuentran entre las empresas europeas que tienen más ganancias. Está claro que las ganancias milmillonarias de estas proceden del robo “legal” que estas realizan en el mercado español contra los trabajadores y los hogares más pobres.
Hogares sin luz ni calefacción
Para el Gobierno es más importante que las empresas cobren el ficticio “déficit tarifario”. En realidad, ese “déficit” debe reducirse de las ganancias multimillonarias que tienen las empresas. Puesto que estas ganancias salen de ese falso cálculo del coste y el precio de la energía. Hay centenares de miles de hogares en los cuales usar el gas o la electricidad es imposible. Los bajos salarios y el alto nivel de paro hacen imposible que en las casas de trabajadores se pueda pagar un consumo mínimo de gas o electricidad. Aquellos trabajadores que lo pueden pagar se quedan directamente sin más dinero. La pobreza energética en 2012 llegó al 17% y es muy probable que en 2013 supere el 20%.
Hacer un tarifazo en pleno invierno ya es gravísimo por sí solo, pero en la situación actual de la clase trabajadora es terrible. Es normal estar por casa cubierto de mantas, tratar de salir de la cama lo más tarde posible o usar sistemas de calefacción peligrosos con riesgos de muerte y explosiones.
El aumento de las tasas, junto con los recortes en sanidad, el paro superando el 25%, las reducciones salariales, etc. están agravando penosamente las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias. Hay que acabar inmediatamente con esta situación.
Medidas de urgencia
En primer lugar, hay que obligar a las grandes corporaciones eléctricas a que den la electricidad a todos los hogares que no tienen. Hay muchos hogares que no tienen ingresos o cuyos ingresos son muy reducidos, estos hogares tienen que tener una tarifa simbólica o directamente no deben pagar nada hasta que sus integrantes tengan un trabajo con salarios dignos. De lo contrario, condenaremos a ellos a una pobreza extrema. Estas medidas deben ser parte de una solución mínima inmediata. Las compañías deben ceder una parte de sus milmillonarias ganancias para que todos los hogares podamos tener una vida digna.
El dinero de ese “déficit tarifario” debe salir de las ganancias de las empresas de la energía. No se puede entender que estas megaempresas tengan ganancias tan grandes y que el déficit continúe creciendo.
Pero estas medidas no las llevará adelante el Gobierno del PP, ni tampoco lo han hecho los socialistas en todas sus legislaturas. Ellos son los responsables de todo este sistema mafioso y corrupto que beneficia a las grandes empresas capitalistas contra los trabajadores y los sectores empobrecidos. Es necesario que CCOO y UGT se pongan a la cabeza de una gran campaña con movilizaciones en las calles, charlas, publicaciones y la huelga general, para frena cualquier aumento de la luz y de los precios en general e imponga estas medidas de urgencia.
Medidas de fondo
Sin embargo, la solución de fondo no se acaba con las medidas de urgencia. Los responsables de la situación actual son las “cinco grandes” empresas eléctricas y las del sector energético guiadas por su ansia de ganancia, son los diferentes gobiernos PSOE y del PP que garantizaron sus ganancias con todo tipo de argucias. Para evitar la avaricia de la ganancia de estas empresas que medran con el sufrimiento de los hogares hay que expropiar estas empresas a los capitalistas. Para evitar las trampas de las subastas y el déficit tarifario, hay que imponer un control férreo del proceso de producción y de distribución. Por eso es necesaria la nacionalización de las grandes empresas de la energía sin indemnización puesto que hace años que se la cobraron con el robo. De esta manera se acabará el oligopolio y la indefensión de los millones de hogares populares. Estas nacionalizaciones no nos pueden llevar a los años anteriores a la privatización. Cuando estas empresas eran el coto privado de algunos personajes que medraban con el presupuesto público en beneficio del capital privado. Por ello, al frente de las empresas nacionalizadas deben estar trabajadores, a través de organismos democráticos y de base y con el control de comités de usuarios. Al fin y al cabo, son los trabajadores y los usuarios quienes tienen más interés en un uso racional y eficaz de la energía y en un plan de inversiones públicas coherente con las necesidades sociales. Solo con estas medidas se puede iniciar una planificación de la producción y el uso la de energía acorde a las necesidades de los trabajadores y el pueblo.
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