Es Necesaria una Politica para Triunfar
30 Jan 2010
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A favor de la lucha electricista, está que los compañeros se mantienen en pie. Han surgido sectores muy combativos que protagonizaron importantes acciones como las de los compañeros de Necaxa y Lechería; a estos últimos los metieron a la cárcel para amedrentar al movimiento y evitar que surjan sectores políticamente más radicales, que impongan una orientación más audaz a esta lucha.
Además, los electricistas no están solos. El frente único formado en torno al conflicto, mostrado en las grandes movilizaciones contra el decreto de Calderón, expresa el apoyo (y coraje) de trabajadores universitarios, de educación media superior, electricistas, telefonistas; de los estudiantes y de sectores pobres de la población. Ahí radica el potencial de la resistencia que puede potenciarse con el creciente descontento popular ante el aumento de tarifas. Hay condiciones para que la lucha del SME se enlace con la de otros sectores, por ejemplo los trabajadores universitarios, los telefonistas, los mineros, o los normalistas que en los meses pasados protagonizaron importantes movilizaciones.
Reorganizar la resistencia, desde las bases
Urge convocar a un gran frente nacional obrero y popular que confíe en los métodos de la clase obrera, en torno a las demandas del SME y el conjunto de las reivindicaciones de los explotados y oprimidos.
En primer lugar, demandando ¡Abajo el decreto! y por la reincorporación de todos los despedidos a su fuente de trabajo, respetando su contrato colectivo y organizados en el SME. A la vez, todos los sindicatos y sectores que ser reclaman democráticos debemos pronunciarse contra cualquier detención de la dirección electricista, reforzando la solidaridad con el SME e impulsando un amplio movimiento democrático contra la represión del gobierno y por el desprocesamiento de los compañeros de Lechería.
Junto a esto, desplegando un programa que agrupe las demandas del conjunto de los sectores obreros y populares, como planteamos en la editorial.
Es fundamental que la lucha se dé mediante la movilización independiente de los trabajadores y sus organizaciones respecto de los partidos del Congreso, sin ninguna confianza en la gestión parlamentaria.
En este sentido, el “Plan de los Insurgentes” carece de un programa que contraponga, a la política del gobierno, las demandas obreras y populares, con una perspectiva claramente independiente de los partidos del Congreso, como el PRI y el PRD, que se oriente a enfrentar y derrotar al gobierno de Calderón y sus instituciones.
Con una política como ésta se puede reanimar y reorganizar al movimiento. Y empezar a cambiar la relación de fuerzas a favor del SME y el movimiento obrero.
Además, es fundamental impulsar la democracia obrera, dándole todo el poder para la resolución de los pasos a dar a las asambleas de base de los electricistas, mientras que la ANRP debe ser un organismo de la clase obrera y sus aliados, donde los delegados con mandato de asamblea discutan la política y el programa contra la ofensiva patronal de Calderón y sus socios capitalistas. Lamentablemente, su funcionamiento actual, donde ya de antemano está acordado lo que se va aprobar, y solamente intervienen las direcciones sindicales opositoras y los diputados del PRD, impide que éste sea un organismo de democracia obrera donde estén representado los explotados y oprimidos del país. Sólo así podrá expresarse y potenciarse la combatividad mostrada por la base electricista y la de otros sindicatos.
Sin despreciar otras formas de lucha que adopte el SME, es prioritario impulsar efectivamente la huelga nacional, aglutinando a todos los que protestan contra la política laboral y económica de los panistas (y sus socios del PRI). Solamente unificando las demandas de estos sectores y tomando las calles, podremos hacer efectiva la fuerza de los que controlamos los resortes de la industria y los servicios.
Hay que apoyarse en los usuarios del servicio eléctrico que están sufriendo las fallas en el suministro causado por la liquidación de los trabajadores de LyFC. Los usuarios que también son trabajadores, son los grandes aliados para una huelga nacional contra la ofensiva orquestada al SME y contra la miseria y antidemocracia del régimen.
Pero para que sea una verdadera huelga nacional, es fundamental que los sindicatos que se reclaman opositores se sumen efectivamente a la misma: como la UNT (STUNAM, Telmex) la CNTE, el SITUAM, etcétera, y que desde la ANRP se organicen miles de brigadas para ir a los centros de trabajo fabriles y que están bajo el control de los charros del CT-CTM y otras centrales oficialistas, a fin de establecer una verdadera alianza con los millones de trabajadores organizados en esos sindicatos.
Desde la LTS, participamos del movimiento del SME y somos impulsores de la Corriente de Trabajadores Clasista junto a trabajadores del SME y de otros sindicatos. Al mismo tiempo, en este momento crucial, llamamos a todos aquellos compañeros, corrientes y organizaciones que son parte del movimiento en contra del decreto, a coordinarnos e intervenir conjuntamente para que el mismo adopte una perspectiva centrada en impulsar
– Asambleas de base para decidir el curso de la lucha y para que la ANRP funcione como una verdadera asamblea del conjunto de los sectores obreros y populares que participamos, con delegados revocables y con mandato.
- Organizar un plan de lucha centrado en la movilización en las calles, dándole continuidad a las jornadas octubre y noviembre, con independencia del Congreso y sus partidos.
– Adoptar un programa que parta de “abajo el decreto / reincorporación de los 44,000 despedidos” y que aglutine las principales reivindicaciones de los sindicatos y los sectores en lucha.
– Ponerle fecha a la huelga nacional de 24 horas, y organizar la misma desde la ANRP, exigiéndole a los sindicatos opositores que se comprometan a irse al paro y que pongan todos sus recursos para organizar brigadas a los centros de trabajo y fábricas de la zona centro del país.
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