Evo Morales acuerda con cooperativistas y rechaza exigencia minera de nacionalización
06 Oct 2012
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El pasado 25/9, el gobierno de Evo Morales acordó con el sector patronal-cooperativista la resolución de todas las exigencias de éste, como la entrega de parte de las reservas fiscales mineras para la explotación y fundamentalmente la entrega de 50% de la veta Rosario del yacimiento minero de Colquiri. Luego de dos días de bloqueos de caminos por parte de los cooperativistas, que aislaron las principales ciudades del país, ante la ocupación del yacimiento de Colquiri por los trabajadores asalariados y la negativa a permitir el ingreso de los cooperativistas a la zona, el gobierno logra un acuerdo parcial con el sector patronal. Sin embargo, pese a que el gobierno logra un alivio importante frente a la crisis abierta por el conflicto minero, el yacimiento de Colquiri aún se encuentra tomado por los asalariados quienes cuentan con el respaldo de las comunidades indígenas-campesinas de la provincia y de las organizaciones locales del distrito.
Las causas sociales y políticas de este acuerdo antiobrero y antinacional
El gobierno del MAS viene mostrando un pronunciado giro a la derecha que es la expresión de una creciente tendencia a su asimilación a las clases dominantes. Este giro es parte de la búsqueda de un nuevo sector burgués que sea capaz de dirigir el nuevo Estado Plurinacional. El vicepresidente García Linera, en una verdadera concepción maoísta -que siempre está tras la búsqueda de este tipo de patrones- afirmó que: “Hay la emergencia de un nuevo tipo de empresarios de origen más popular, de los últimos 30 años, que emergen con mentalidad más austera, más clásica, más ahorradora, en el sentido weberiano del término, esos son los sectores medios (los cooperativistas, los comerciantes). Al interior del Estado, el núcleo dirigente articulador del resto de las fracciones sociales se ubica en esta alianza entre núcleos de clase media intelectual con núcleos de los pequeños productores urbanos y rurales mercantilizados” (citado por Carlos Arce CEDLA). A esta concepción ideológica, expresión de su nueva ubicación social, hay que agregarle el temor a una caída del precio internacional de los minerales. El MAS prefiere que sea este sector, austero, ahorrativo (léase negrero y precarizador del empleo) el que asuma los costos sociales de darse esta caída del precio, sin tener que recurrir a medidas de despido masivo tal como realizaron los neoliberales durante 1986. Es decir, esta política pro patronal y antiobrera que están desplegando Evo Morales y García Linera está al servicio de la construcción de un nuevo orden burgués y de una nueva burguesía que se fortalece gracias a las prebendas y concesiones estatales, pero también debido al temor de la llegada de la crisis internacional con una eventual baja del precio del mineral.
Sostener la demanda asalariada de nacionalización
Este acuerdo para poder aplicarse necesita desalojar y establecer una derrota de los trabajadores mineros asalariados. Esto puede realizarse sólo por dos vías: o la traición abierta de la burocracia sindical que puede llegar a firmar la aceptación de entregar 50% de la veta a las cooperativas para evitar “derramamiento de sangre” o por la vía de la intervención policial o militar del distrito minero. El 26/9 un masivo Cabildo de todas las organizaciones sindicales y sociales de Colquiri, junto a una asamblea de los 5,000 trabajadores mineros de Huanuni, reafirmaron su voluntad de no entregar el yacimiento a las cooperativas y de resistir. Este es un límite que por el momento la burocracia sindical no puede pasar. Sin embargo, la llegada de efectivos policiales a las inmediaciones del distrito, así como la creciente concentración de cooperativistas en localidades aledañas hace temer una salida reaccionaria por la fuerza al conflicto. Desde la LOR-CI, estamos llamando a poner en pie la solidaridad obrera y popular en todo el país con los trabajadores mineros de Colquiri, exigiendo la elaboración de un verdadero plan de lucha nacional para imponer la nacionalización.
Lamentablemente, la COB viene evitando radicalizar las medidas de fuerza buscando salidas negociadas que hasta el momento se han evidenciado en un completo fracaso. Hay que preparar la resistencia a los intentos policiales con la autodefensa obrera y popular que acompañe un plan de movilización nacional contra las políticas anti obreras y antinacionales que en forma creciente están desplegando Evo y sus amigos.
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