La 2ª Asamblea Nacional de la Izquierda Socialista

¿Frente "socialista" al servicio del PRD o bajo una estrategia de independencia de clase?

16 Jul 2005   |   comentários

El 9 y 10 de julio, se realizó la Segunda Asamblea Nacional de la Izquierda Socialista (ANIS), donde distintas organizaciones esperábamos formar un Frente Socialista que potenciara nuestras fuerzas en la intervención de la lucha de clases.

Aunque en las reuniones preparatorias las diferencias eran muy importantes, las organizaciones convocantes acordamos que podrían incorporarse al Frente quienes así lo quisieran. Pero como decía la Convocatoria: «La decisión de construir el Frente, será resultado de la discusión en Asamblea, una vez acordado democráticamente el programa de éste, o sea, su carácter, naturaleza y definiciones políticas». Sobre esta base pusimos a debate, en la II ANIS, las distintas posiciones.

Parte de las organizaciones que participaron de la Asamblea plantearon que debíamos aprovechar la coyuntura electoral para llamar a votar por AMLO y el PRD (unos abiertamente y otros de manera oculta). En el caso de otras organizaciones, como el PRT, querían evitar toda definición programática que excluyera a sectores del PRD, lo que se expresaba en las «Tesis» que presentaron para ser votadas. Estos grupos (algunos de los cuales militan en el PRD) coinciden en que solo hay que enfrentar a la «derecha» (PRI-PAN) instalada en el Congreso de la Unión. En la misma ANIS estuvieron dirigentes del PT y del PRD, y otros que fueron diputados bajo la siglas del PRD, como Camilo Valenzuela de la REDIR del PRD y Edgar Sánchez del PRT (éste último miembro del agrupamiento internacional que llamó a votar por el burgués conservador Chirac en Francia, y que mantiene a uno de sus dirigentes brasileños como ministro en el gobierno de Lula). En la Asamblea fue evidente cómo Camilo Valenzuela coordinaba con el PRT las intervenciones de este sector.

Desde la LTS propusimos un Frente Socialista para impulsar las luchas de los trabajadores contra la ofensiva del régimen y que se ligue a los sindicatos para desarrollar las tendencias progresivas que se expresan en el movimiento obrero y popular. Que esto implicaba un carácter de independencia de clase y que el Frente dejara asentado, ante la próxima coyuntura electoral, que los socialistas no podemos, por principio, aliarnos políticamente ni votar por partidos patronales del Congreso, como el PRI, el PAN y el PRD. En esta discusión coincidimos con organizaciones como la LUS, la Célula «Che Guevara», UNIOS (y también con un sector del PSM). Sobre esa base elemental podía conformarse un frente en que se seguirían discutiendo las demás diferencias.

El PRT y sus aliados se opusieron a esto. Rechazaron que se reconociera al represor y corrupto PRD como un partido burgués y soporte del régimen y redujeron la independencia de clase a la»imposibilidad de acuerdos políticos electorales con el PAN y el PRI» (Tesis 12, del Documento presentado por la Coordinación de la ANIS, «Tesis del Frente Socialista). Al proponer que el Frente se limitara a¡Ni un voto al PRI ni al PAN! mostraron que lo que buscan es un acuerdo electoral con AMLO o con Cárdenas.

En su afán de embellecer su acuerdo con la corriente REDIR del PRD y con el PT, afirmaron que las «Tesis....» las firmaría el EZLN, al que invitarían a discutir el plan nacional de lucha zapatista. Olvidaron que Marcos y los indígenas zapatistas denunciaron a nivel internacional a AMLO y a su partido por continuar con los planes neoliberales («más de los mismo»). El EZLN, que ahora llama a la «unidad de obreros y campesinos», explicita que su propuesta no está dirigida a este partido al que este sector de la ANIS embellece. En una burda maniobra, el PRT planteó que llamarían a impulsar una candidatura «independiente» para el 2006 con un dirigente trabajador, y que su propuestas sería llevada a una Convención electoral (con la REDIR y los grupos pro-PRD), donde se decidiría mantener esa candidatura o aceptar otro candidato presidencial (como AMLO o Cárdenas) que allí se decidiera.

Nosotros opinamos que el «reagrupamiento para superar la debilidad de la izquierda», no pasa por alianzas oportunistas que rebajan el programa para acomodarlo a los intereses de sectores del Congreso de la Unión (como el PT y el PRD), haciendo creer a los trabajadores que de esa forma se fortalece su lucha. Es esta estrategia lo que ha provocado la debilidad de la izquierda y que inclusive la ha llevado, en determinadas ocasiones, a traicionar la lucha de los trabajadores.

¿UNIDAD SOCIALISTA O UNA AMALGAMA EN BUSCA DE DIPUTACIONES?

Como decimos arriba, la discusión de ambos días mostró dos concepciones del Frente Socialista. Una que plantea que la unidad con el PRD puede ayudar a superar la dispersión de la izquierda, y otra que hace énfasis en que los socialistas luchamos por la unidad del movimiento obrero y popular contra los explotadores y que, por ello, la unidad con toda fuerza burguesa frena la organización independiente de los trabajadores. Por ello es que nos mantuvimos firmes en esta postura, para que el Frente pudiera ser una verdadera opción anticapitalista y antiimperialista, es decir, socialista.

Para el domingo, hubo tres posturas: la primera quería aprobar las «Tesis» tal cual estaban, negándose a señalar el carácter del PRD; la segunda proponía que se sacaran del documento los puntos en controversia (lo que llevaba a formar un frente sin definición frente al PRD).

La LTS y LUS encabezamos una dura lucha política, junto a otras organizaciones, por un Frente Socialista que fuera un referente para los trabajadores y campesinos para luchar contra los planes y el actual régimen del PAN, el PRI y el PRD, para lo cual se presentó una moción contrapuesta a las tesis de Edgar Sánchez.

Ante ello, y contrario a lo que el PRT declaró a «La Jornada», no hubo una mayoría que se impusiera en la votación. En la Asamblea las votaciones fueron muy polarizadas ante lo cuestionado del texto que defendían el PRT y los perredistas. Inclusive la mesa de debates, monopolizada por este sector, hasta que fue desconocida mediante votación, dada su parcialidad y métodos antidemocráticos.

Ante la resistencia de la mitad del auditorio a aceptar las tesis del PRT y la Redir, se aprobó una resolución que reconocía la existencia de dos Frentes (el Frente Socialista y el Frente Socialista Independiente), a partir de un importante disenso sobre el carácter del PRD y la actitud ante este partido. Y es que, con tal de no romper sus compromisos con los perredistas, el ala aliancista de la ANIS prefirió dividir el Frente. Así quedó claro que el Frente del PRT, con sectores del PRD y el PT y con otros grupos properredistas, avanza hacia una nueva mediación dañina para el desarrollo de la conciencia de los trabajadores y sus luchas.

Lamentablemente, no se discutió el programa sobre el cual -como decía la Convocatoria- se constituiría el Frente Socialista. Pero sí se mostraron importantes diferencias al respecto, ya que el PRT proponía un «programa mínimo no negociable», presentado falsamente como «un programa de transición al socialismo». Desde la LTS sostuvimos que un frente socialista debía integrar demandas que cuestionasen la dominación capitalista.

SURGE EL FRENTE SOCIALISTA INDEPENDIENTE

En cumplimiento de la resolución de la II ANIS, se realizó la primera reunión del Frente Socialista Independiente, donde LTS, LUS, Uníos, Célula Che Guevara, activistas independientes y el Partido Comunista (C.R. Valle de México) comenzamos a discutir la conformación del Frente.
En la LTS creemos que, mas allá de las diferencias existentes entre las distintas organizaciones, el Frente debe adoptar una política independiente y un programa que responda a las demandas de los trabajadores del campo y la ciudad, apoyando y haciéndose parte de sus luchas. Frente a la reaparición del EZLN, a la vez que apoyamos las justas demandas zapatistas, debemos proponer una política para impulsar la movilización y la unidad de obreros, campesinos e indígenas contra el gobierno y el régimen, preparando el camino para el paro nacional contra los planes, y basados en una organización democrática y desde las bases. De igual forma, tenemos que discutir como el Frente impulsa la construcción de una herramienta política de los trabajadores, en contra de la subordinación a los partidos patronales y del régimen.
En este Frente discutiremos también un programa que impulse una reforma agraria que resulte de la expropiación de los grandes latifundistas, bajo la premisa de que la tierra es de quien la trabaja, que luche por la ruptura de todos los pactos que atan al país al imperialismo, en la perspectiva estratégica de luchar por la instauración de un gobierno obrero y campesino que pueda llevar a cabo la socialización de los medios de producción y el fin de este sistema de explotación y miseria.









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