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24 Feb 2015   |   comentários

Gobiernos del DF y federal, unidos para reprimir al magisterio en lucha

Arturo Méndez

Por acuerdo de su Asamblea Estatal, los maestros de Oaxaca adscritos a la Sección 22 del SNTE, realizaron del 9 al 11 de febrero una jornada de movilización de 72 horas en el DF -acompañada de un paro de labores en la entidad- para exigir el pago de la segunda parte del aguinaldo y el salario correspondiente a enero, entre otros reclamos.

El lunes 9 de febrero, cientos de maestros oaxaqueños arribaron a la Ciudad de México con el mandato de acordonar el zócalo capitalino, hacia el que partieron en marcha desde el Monumento a la Revolución. En su recorrido, sin embargo, fueron bloqueados por la policía, por lo que tomaron la decisión de instalar un plantón sobre Paseo de la Reforma, desde "El Caballito" hasta Insurgentes, para presionar por la apertura de una mesa de negociación con autoridades de la Secretaría de Gobernación, la SEP y el gobierno de Oaxaca.

Con la reforma educativa, la federación centralizó la nómina de los trabajadores de la educación básica de todo el país. Como consecuencia de esta medida, se han registrado atrasos en los pagos en varias entidades.
Las demandas
Además de los pagos rezagados de manera inmediata, los maestros de Oaxaca exigen regularizar a todos los trabajadores de la educación de la entidad, aprobar una Ley Estatal de Educación, la recuperación de planteles de manos de la Sección 59 y el desconocimiento de la misma y evitar la implementación de la reforma educativa en el estado, entre otras demandas, así como la presentación con vida de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y la libertad de los presos políticos del país.
Campaña de linchamiento y represión
Similar a como ocurrió en 2013, cuando el magisterio nacional -destacadamente el oaxaqueño- se instaló en plantones masivos e inundó las calles del DF en su lucha contra la reforma educativa, nuevamente los empresarios, los políticos patronales (PRI-PAN-PRD) y los medios masivos de comunicación desataron una furibunda campaña de linchamiento contra los maestros, exigiendo a las autoridades la "aplicación de la ley" y generando con ello un marco para la represión.
Desde su entrada a la Ciudad de México, los maestros de la Sección 22 denunciaron que la policía federal detuvo los autobuses en que se desplazaban. Más tarde, ya instalada la mesa de negociación, el GDF desplegó cientos de granaderos y envió un helicóptero a sobrevolar el plantón de Reforma, amenazando con desalojarlo, lo cual fue impedido mediante la comisión negociadora del magisterio en Gobernación. Sin embargo, por la noche el gobierno federal reiteró la amenaza de desalojo, lo que orilló a los maestros a reubicar el plantón en la explanada del Monumento a la Revolución, junto al que mantienen sus compañeros desde septiembre de 2013.
El martes, las inmediaciones del campamento magisterial amanecieron plagadas con 2,200 granaderos, a pesar de lo cual los maestros realizaron una marcha de 10 mil personas -bajo el sobrevuelo de un helicóptero de la policía capitalina- que arribó a la Secretaría de Gobernación, en donde se desarrollaron por segundo día los trabajos de la mesa de negociación.

Luego de someter a discusión y análisis la minuta firmada el martes, los maestros oaxaqueños decidieron manifestarse nuevamente el miércoles para exigir la reinstalación de la mesa de negociación, para precisar algunos acuerdos y garantizar su concreción. La respuesta de las autoridades fue un operativo de 2,700 granaderos del DF y 800 policías federales, que con escudos y extintores replegó a los maestros hacia el Monumento a la Revolución. Tras la represión y sin haber logrado la reinstalación de la mesa, los maestros comenzaron a levantar su campamento para regresar a sus comunidades.
Por una respuesta magisterial independiente
Como venimos planteando desde Nuestra Clase (boletín de trabajadoras y trabajadores de la educación), para enfrentar la reforma educativa y la represión, la Sección 22 y el conjunto de la CNTE deben levantar una política de unidad, movilización y organización democrática desde las bases de todo el SNTE, dándole continuidad a los paros escalonados que viene realizando Oaxaca, pero avanzando en la coordinación de los mismos con estados como Guerrero, Chiapas, Veracruz y Michoacán, e impulsando al mismo tiempo, de manera unificada con otros sectores en lucha como los trabajadores de la salud y junto al movimiento por Ayotzinapa, acciones como el paro nacional.
Junto a ello, es necesario hacer un llamado a los sindicatos opositores, las organizaciones y los distintos sectores en lucha, a solidarizarse activamente con el magisterio, con paros y movilización en las calles frente a la represión.









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