Históricas manifestaciones en las Antillas francesas
13 Mar 2009
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Las últimas semanas fueron convulsivas en los territorios coloniales franceses de las Antillas. Desde el 20 de enero y durante 44 días, la isla de Guadalupe estuvo totalmente paralizada por una huelga general por aumento salarial y contra la carestía de vida, exigiendo reducciones al precio de los hidrocarburos y del IVA a productos de consumo popular. Las movilizaciones, dirigidas por el LKP (Colectivo Contra la Explotación), que reagru-pa a más de 40 organizaciones sindicales, estudiantiles y políticas, impactaron en otros territorios franceses, como la isla Reunión en el Océano Índico, y en el caso de Martinica también se mantuvo en paro total desde el 5/02.La huelga contó con el apoyo
de la gran mayoría de la población y las manifestaciones fueron masivas. No obstante, el gobierno de Sarkozy, junto con autoridades y empresarios locales buscaron minimizar las movilizaciones y los reclamos, apostando por el desgaste de la lucha y el posterior estancamiento de la huelga. Sin embargo, la situación se volvió insostenible para los empresarios.
Para consolidar la totalidad del paro, se realizaron la llamadas «huelgas caminantes» en todos los sectores económicos de la isla, las cuales consistieron en bloqueos a puerta de las empresas donde los huelguístas convencían de sumarse a más trabajadores que, en asambleas generales, votaban y confirmaban el paro. También las
escuelas, colegios y universidad fueron cerrados, de igual forma los servicios municipales se paralizaron.
Para mantener la efectividad del paro se establecieron asambleas permanentes en los puntos los de centralización de la huelga, como en el centro de la isal y el cuartel general del LKP.
Un primer acuerdo
Este contexto empujó a las autoridades locales a firmar un acuerdo el 25/ 02 en Guadalupe, donde cederían parcialmente a las reivindicaciones a los huelguistas, pero la patronal francesa agrupada en el MEDEF (Movimiento de Empresarios de Guadalupe, que agrupa a las empresas más importantes de
la isla) no firmó el acuerdo ni participó de las negociaciones, lo que provocó un cisma en la relación empresarios/gobierno que era de mucho acuerdo.
Aunque la huelga en Guadalupe se levantó, logrando importantes reivindicaciones, la disposición a la lucha prosigue, pero lo más destacado es que la huelga rompió ya con la rutina desastrosa y desmoralizadora con la cual las grandes centrales sindicales francesas dirigieron los conflictos en los últimos 25 años.
Al mismo tiempo empiezan a despuntar las cuestiones ligadas a la opresión colonial, como se expresó en la pancartas de algunos manifestantes, en las que se leía «¿Departamento en teoría o Colonia en realidad?»
Aliciente para los trabajadores franceses
Una importante preocupación del gobierno francés es descomprimir el movimiento, antes de la próxima huelga general prevista en Francia para el 19 de marzo pues el principal temor de la gran patronal es que los ánimos de lucha se extiendan. En Martinica, los huelguistas que pedían 350 euros de aumento rebajaron su reivindicación a 100 euros, con lo cual se llegue muy probablemente a otro acuerdo. No obstante, esto tendría gran repercusión en los trabajadores en Francia, pues en el marco de las históricas condiciones de explotación y precariedad de los trabajadores antillanos, esto sería visto como una rotunda victoria y podría generar una espiral reivindica-
tiva incontrolable en toda Francia.
Por otro lado, el proceso en curso, al basarse en la huelga general como método principal de lucha contra la patronal, desacredita a las direcciones sindicales, que en Francia se niegan a adoptar este camino.
Estas movilizaciones demostraron la fuerza de la clase obrera, al tiempo que pusieron al desnudo la explotación colonial.
Sin duda, estas importantes lecciones de lucha son para los trabajadores del mundo entero. Levantemos a una sola voz la solidaridad internacional con los trabajadores y pueblos antillanos en sus reivindicaciones. Realicemos miti-nes y acciones de solidaridad con nuestros hermanos de las Antillas.
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