Este primero de mayo
Impulsemos la lucha obrero y popular contra los planes del capital
01 Apr 2007
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Las acciones y movilizaciones convocadas para el 30/4, el 1 y el 2 de mayo se dan en un momento crucial para los trabajadores. La reforma a la ley del ISSSSTE generó un aumento de la movilización y de la polarización social y política como no veíamos en décadas. En varios estados del país hubo movilizaciones, paros, tomas de edificios y cercos a los Congresos estatales: como las movilizaciones de algunas secciones de la CNTE, salud y universitarios, por citar algunos. Esto es el resultado de que el gobierno panista, envalentonado por la imposición de la reaccionaria reforma a la ley del IMSS, quiere imponerle otro tremendo golpe a los trabajadores estatales y de los organismos descentralizados.Esta situación tiene como fondo la pugna entre el gobierno y la dirección del PAN, que se muestra en la política frente al sindicato dinero donde, a cambio de reponer a Napoleón Gómez Urrutia, éste apoyará los planes antiobreros del gobierno, y jugará de ariete de Calderón contra Fox y los «hombres del presidente» involucrados en la destitución del Napo.
El descontento obrero y popular se expresa también en el rechazo a los topes salariales en las recientes revisiones (como en el SME y el SUTIN); en las movilizaciones campesinas; en la lucha de sectores como los ex mineros de Real del Monte; en el rechazo a la intolerancia clerical del gobierno panista; en la movilización en Oaxaca por la liberación de los compañeros presos políticos; así como en las exigencias del EZLN y la «otra campaña» por la liberación de los presos de Atenco. En estos meses asistimos a un lento pero paulatino despertar de la lucha sindical, a masivas acciones unitarias y a métodos más radicales, que expresan avances en la conciencia de la clase trabajadora y preanuncian fuertes convulsiones sociales en la hasta hace poco región más estable de Latinoamérica. Son luchas que, de sostenerse e incrementarse, pueden influenciar a trabajadores de los sindicatos del Congreso del Trabajo, cuyas direcciones se disciplinan ante el gobierno y los patrones, e iniciar un proceso de luchas antiburocráticas en esos sindicatos. Pero frenar el ataque de Calderón, depende en mucho de cómo se ubiquen las direcciones sindicales y políticas que se reclaman combativas. Por eso es fundamental que este primero de mayo salgamos como uno solo, con un plan de acción y un programa a la altura de la lucha planteada.
A LUCHAR CONSECUENTEMENTE CONTRA LOS PLANES
Para avanzar en la organización de la lucha contra los planes capitalistas, es necesario que las
principales direcciones opositoras superen su conservadurismo, y adopten una política combativa e independiente que no se subordine a las necesidades de cualquier partido del Congreso para que sean utilizadas como «moneda de cambio» bajo una estrategia burguesa parlamentaria. Es necesario impulsar la unidad independiente de todos los organismos y organizaciones que se están movilizando en los estados y el DF, bajo un programa obrero de emergencia que recoja las
principales demandas del campo y la ciudad.
Por lo que, las acciones convocadas por distintos sindicatos para el 30- 4, 1 de mayo y el paro cívico del 2 de mayo, son un avance importante, y pueden ser un primer paso para pelear contra la reforma al ISSSTE y los planes de Calderón. Pero esto plantea una importante discusión en el interior de las organizaciones de los trabajadores: ¿Cómo organizamos para una gran lucha eimpulsamos la unidad de los trabajadores y la acción conjunta con los campesinos y la «otra campaña» para paralizar el país? En ese sentido, lamentablemente la UNT apuesta al divisionismo, y hará paros parciales el día 30 de abril y no el 2 de mayo, como acordaron varios sindicatos (sobre todo la CNTE).
Con esto está anunciando que no quiere presentar una acción
contundente contra los patrones y el gobierno, y debilita la unidad de los trabajadores. Esto no debe callarse bajo el pretexto de «no romper la unidad» (a toda costa), o de la táctica de la «acumulación de fuerzas», como plantea el FPR. Eso solo puede llevar a cederle a la dirección de la UNT que, muy probablemente, busque luego pactar con el gobierno a espaldas de los trabajadores (trabajadores de Telmex denunciaron recientemente a Hernández Juárez por la firma de una “carta de intención» para un nuevo plan de jubilación para los nuevos telefonistas, (La Jornada, 16-04-06). Por eso, los trabajadores de esa central deben exigir a sus dirigentes sindicales que se sumen a la lucha de la clase obrera este 2 de mayo, o pedir su substitución por direcciones clasistas e independientes. Por otra parte, las direcciones sindicales del SME, el SITUAM, y el SITUAM, aunque llaman al paro cívico para el 2 de mayo, opinan - incorrectamente desde nuestro punto de vista-, que sólo harán acciones contundentes hasta que se impongan los planes.
Esto lo fundamentan diciendo que hacerlo antes sería gastar la pólvora antes de la batalla (como afirmaron en las reuniones preparatorias para el paro cívico). Nosotros opinamos que los trabajadores tenemos que adoptar las medidas necesarias para enfrentar este ataque a los sindicatos, sin dar treguas que le permitan a la patronal y el gobierno actuar a sus anchas contra nuestras conquistas. Es necesario tomar ya acciones contundentes para frenar la privatización de la salud, el ataque a la jubilación y las pensiones, los bajos salarios, la desocupación, la precarización y el desempleo y la represión. La primera medida urgente es preparar la Huelga Nacional. El avance contra las conquistas de los trabajadores, hace que el llamado a preparar la Huelga Nacional no se pueda descalificar ligeramente como ultra (o que implica «meterse en la vida interna de los sindicatos»); es un reclamo que resuena en cada reunión sindical o asamblea popular. Si no se pudo impulsar para este 2 de mayo, el paro cívico debe ser un primer paso para organizar la huelga general. No podemos apostar a menos si queremos triunfar. Este 1 y 2 de mayo puede ser el indicador de la dirección que tomen las luchas de los trabajadores, respondiendo a las presiones de las bases trabajadoras. La respuesta de los trabajadores debe ser de la magnitud del ataque antiobrero. Así lo entendieron los trabajadores e indígenas bolivianos para luchar contra la entrega desmedida del gas a las transnacionales; o los estudiantes chilenos contra los planes del transporte y la educación; o los maestros argentinos enfrentando a los gobierno de varias provincias en lucha por salario digno.
La clase obrera latinoamericana demuestra que sí se puede pelear, y este 1 de mayo debemos retomar el camino de lucha en las calles, bajo una perspectiva internacionalista y
clasista, junto a los pueblos que luchan contra sus gobiernos y contra la opresión imperialista, desde Irak hasta América Latina. Este 1 y 2 de mayo debemos movilizarnos y realizar paros y
acciones de lucha. Hay que impulsar y ponerle fecha a la huelga nacional con movilización contra el gobierno y sus planes, para vencer a los explotadores y su ataque «neoliberal».
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