Ante el llamado del SME para formar una APN

Impulsemos una herramienta política propia

06 Dec 2010   |   comentários

Dijo que es necesario que los sindicatos y las organizaciones sociales trasciendan la defensa de los derechos de los trabajadores y busquen la manera de incidir en la vida política del país.
Esta importante decisión política del SME tomará mayor trascendencia conforme se aproximen las elecciones del 2012. Ahora abre una importante discusión en torno a la participación política de la clase obrera en la vida nacional y puede generar expectativas de cambio, en sectores de los trabajadores y la juventud, ante lo cual los socialistas de la LTS vemos la necesidad de discutir cómo avanzar en la independencia política de los trabajadores respecto a los partidos patronales
y sus instituciones.

El IFE, al servicio de la alternancia del PRI
Este régimen antidemocrático es históricamente excluyente de los trabajadores en la participación política. Sus instituciones, como el IFE, han servido para encubrir escandalosos fraudes en múltiples elecciones, locales y nacionales, como en el 2006.
El ex presidente Carlos Salinas creó el IFE, para acallar el descontento con el fraude de 1988, que
lo llevó a la silla. Así, desde sus inicios, este aparato ha legitimado 22 años de gobiernos subordinados a planes al FMI y de ataque a las conquistas sociales y las libertades democráticas.
Ahora Salinas declaró que “la alternancia es la prueba de la democracia” con lo que promueve que su pupilo Peña Nieto, luego de dos gobiernos panistas, se instale en Los Pinos para continuar con el rumbo entreguista que el PRI garantizó durante décadas.
Así, la posibilidad de las organizaciones de trabajadores y de la izquierda de participar en los
procesos electorales, y aprovechar los resquicios de legalidad burguesa para difundir las demandas
de los explotados y oprimidos, está negada en los hechos.
Los sindicatos no pueden participar como tales en los procesos electorales y cualquier APN constituida (mientras el acceso al registro de partido político es casi imposible por la cantidad de requisitos y restricciones), solo participan en las elecciones sólo si se supedita a un partido político registrado que, en las actual condición, son todos partidos defensores de los intereses de los patrones y enemigos de la clase.
En esta circunstancia, la decisión del SME tiene gran implicación para los trabajadores. Nosotros
defendemos el derecho de cualquier organización obrera a usar a su favor la restrictiva legislación
y en este contexto, apoyamos el derecho del SME a constituirse como APN; pero vamos más allá y
proponemos al SME (y a todas las organizaciones obreras y populares) luchar contra cualquier restricción del régimen antidemocrático que le impida presentar candidatos propios en elecciones; y contra toda imposición o condicionamiento que presione al sindicato para asociarse con algún partido o candidato burgués, como única vía para participar en el proceso electoral.
Apoyamos y defendemos el derecho de cualquier organización de los trabajadores y de izquierda
a participar con sus candidatos y su programa en elecciones, contra las normas antidemocráticas del IFE. Al mismo tiempo que plan planteamos la necesidad crucial de que las mismas participen
siempre bajo una perspectiva de independencia de clase.

La importancia de una alternativa independiente
Proponemos al SME y a otros sindicatos impulsar una campaña contra la legislación del IFE, hay que discutir qué política debería tomar esa nueva APN. Para nosotros sería profundamente incorrecto e iría contra los intereses de los trabajadores, que la dirección electricista (arguyendo
las restricciones legales) proponga apoyar un candidato ajeno a la clase trabajadora e integrarse
como “fuerza independiente” a su campaña.
El SME ha manifestado que no busca respaldar a algún candidato a la presidencia de la República,
sino que construirá un candidato propio que asuma la defensa de los derechos de los trabajadores, que además sea vanguardia en la lucha por preservar la distribución de electricidad como un servicio público por la defensa de su fuente de empleo y por el cumplimiento de su contrato colectivo por el que se mantienen en lucha a la fecha.
Sin embargo, fue de conocimiento público la asistencia de Martín Esparza al acto del antiobrero y del represor Peña Nieto del PRI, así como la cercana relación, durante el movimiento de lucha electricista, de la dirección sindical con los diputados y dirigentes del PRD y del PT, quienes impusieron su política institucional a la lucha contra la extinción de LyFC.
Desde el decreto y a la fecha, la orientación de impulsar la resistencia civil y pacífica se mostró impotente para darle un curso superior a la lucha y derrotar el plan del gobierno, impulsando la huelga nacional y la movilización en las calles junto a los demás sindicatos.
Esto fue el resultado de la subordinación a esta política propuesta por el PRD y López Obrador.
Por ello, ante la propuesta de impulsar una APN, y lejos de cualquier sectarismo, los trabajadores debemos preguntarnos: ¿qué tipo de relación tendría la ANP con el PRD y con AMLO? ¿Levantaría un programa que defienda los intereses de la clase obrera? ¿Sería realmente independiente?, como anunció Esparza, ¿o por el contrario se convertiría en base y apoyo de alguno de los partidos “opositores” como el PRD o incluso el PRI en su arrebatinga por el poder con el PAN? ¿O inclusive un “trampolín” para que algunos dirigentes puedan negociar sus candidaturas “independientes”
con esos partidos?
Sería más escandaloso, que Esparza, dentro de esta ANP siguiera sosteniendo su “simpatía” hacia
Peña Nieto, como mostró durante el V Informe de gobierno del mandatario estatal.

Desde la LTS consideramos que la participación política independiente de los trabajadores debe basarse en la ruptura de toda subordinación y alianza política con el PRI y con el PRD (y desde ya con el clerical y antiobrero PAN). Pero también debe sostenerse en la independencia respecto a López Obrador; pues aunque muchos trabajadores puedan confiar en su perfil opositor y antineoliberal, AMLO no levanta un programa que cuestione de raíz los antiobreros planes impulsados por la patronal contra los trabajadores; y se limita a proponer algunas reformas cosméticas que no atacan la explotación y la miseria que sufrimos todos los días en las fábricas, oficinas y centros de trabajo. Ni mucho menos llama a enfrentar a las direcciones sindicales
“independientes” que mientras truenan contra el “charrismo”, aceptan los planes privatizadores y se enriquecen y eternizan en sus cargos.
Por ello, los trabajadores y las corrientes sindicales que efectivamente resisten al charrismo (como
en el IMSS o el STUNAM) deben superar toda confianza e ilusión en el tabasqueño, ya su subordinación al mismo significaría un desvío de sus luchas y de sus intentos de organización independiente. Y es que la política de AMLO frente a las demandas obreras y populares ha fomentado la confianza en las instituciones de los ricos y en la vía legal para presionarlas; como vimos en la lucha del SME, donde esta política solo sirvió para darle tiempo al gobierno y desgastar nuestras fuerzas.
Frente a cualquier argumento de que hay que aliarse con el PRD, AMLO o el PRI porque “no queda de otra”, desde la LTS propondríamos abrir una amplia y democrática discusión en la base trabajadora y retomar una práctica utilizada por otras organizaciones de izquierda en el pasado:
presentar un candidato obrero independiente, sin registro, electo de forma democrática, para hacer llegar un programa alternativo a amplios sectores de las masas trabajadoras y llamar a la organización independiente de la clase obrera.
Creemos que los trabajadores tenemos que construir nuestras propias organizaciones políticas, independientes de los partidos del Congreso, confiando solo en nuestras fuerzas y nuestros métodos de lucha para derrotar el ataque sobre los contratos colectivos de trabajo y demás conquistas, en alianza con nuestros verdaderos aliados: los millones de desposeídos y oprimidos del campo y la ciudad.
Cualquier intento de aprovechar los limitados resquicios del régimen de la alternancia –como la constitución de una APN- tiene que hacerse en esa perspectiva independiente.
En ese sentido, proponemos abrir una gran discusión en las organizaciones obreras, políticas y de izquierda. En ese debate, desde la LTS estamos a favor de todo paso que permita construir una herramienta política de la clase obrera, como sería un partido de los trabajadores basado en los sindicatos, que pelee por nuestras reivindicaciones e intereses. Los socialistas de la LTS lucharíamos para que ese partido adoptase un programa revolucionario, que luche por el derrocamiento del sistema capitalista y la instauración de una sociedad sin explotadores ni
explotados.









  • No hay comentarios para este artículo