MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Esta comprende 30 recomendaciones que serán enviadas a los tres poderes de la Unión y los gobiernos estatales, con el propósito de “enriquecer las políticas públicas contra la inseguridad”. Aunque la propuesta contempla exigencias como que los militares regresen a sus cuarteles y “mayores oportunidades para la juventud”, pide también subir a 10 mil pesos el salario mínimo de la policía.

Una vez más vemos el doble discurso de Narro Robles, quien fue artífice de la entrada de la Policía Federal Preventiva a las instalaciones universitarias para reprimir la huelga de la UNAM y cada año respalda las políticas que excluyen a miles de jóvenes de su derecho a la educación, como el examen del CENEVAL. Aunque el rector aparece como defensor del presupuesto para las universidades públicas, solicita aumento salarial a la policía siguiendo la lógica del actual gobierno, que gasta millones en equipo bélico (supuestamente para combatir la inseguridad) antes que en educación para miles de jóvenes desempleados y sin escuela quienes no tienen más opción que enrolarse en el narco y el ejército.

La “democracia y la seguridad” no se consiguen con más presupuesto a los cuerpos policíacos; ellos son responsables de sumir al país en una ola de violencia y muerte, como se pudo constatar en la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, que recogió testimonios de cientos de víctimas de la “guerra contra el narcotráfico”. No podemos hablar de “democracia” cuando las tropas, pero también miles de policías patrullan las calles violando las garantías individuales de la población todos los días.

Una de las fortalezas del narco radica en su asociación estratégica con funcionarios, cuerpos policíacos y el ejército. La estrecha relación entre las fuerzas represivas y los capos de la droga, no se romperá o evitará aumentando el salario de la policía. Resulta por demás indignante que el rector de la UNAM impulse esta propuesta en un país con millones de desempleados y jóvenes sin oportunidades.

Los integrantes de la Agrupación Estudiantil Contracorriente exigimos aumento salarial para los trabajadores, no para la policía asesina; el retiro inmediato del ejército de las calles en todo el país; la disolución de los cuerpos represivos del estado; y que el presupuesto de las fuerzas armadas sea destinado a educación y seguridad social.
Es necesario combatir la fuente de ingresos del narcotráfico mediante la legalización de las drogas y la nacionalización de los bancos dedicados al lavado de dinero. La seguridad para la población sólo se garantizará con la propia organización ciudadana, formando Comités de autodefensa contra la represión de los militares, paramilitares y las bandas del narco.

Proponemos organizarnos en comités por escuela, centro de trabajo, etc., para poner en pie un gran movimiento contra la militarización donde converjan con sus demandas todos los sectores en lucha, las organizaciones de izquierda y de derechos humanos.
Te invitamos a hacerte parte de esta perspectiva.

“No sólo vamos a hacer recomendaciones a los tres poderes federales, también a los gobernadores; pero algo muy importante, la Universidad Nacional va a tomar compromisos ante la sociedad para colaborar.” Carpizo.