MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Los comicios en el Estado de México de 2011 son claves en la disputa entre el panismo y el PRI por el gobierno nacional, porque ahí comenzará a definirse el curso de las elecciones federales de 2012, qué partido será el que administre los planes de la burguesía contra el movimiento obrero y popular, en el próximo sexenio.

Las disputas entre los partidos (y al interior de ellos) por una entidad estratégica que concentra al electorado más grande del país –más de 10 millones de votantes-, muestran que el reparto del botín político y económico que representa el Estado de México será encarnizado.
Tanto el PAN como el PRI saben que si ganan en 2011 estarán mejor posicionados para regresar (en el caso del PRI) o continuar en Los Pinos.
Para mantenerse en el gobierno mexiquense, el PRI pretende transformar en votos a su favor la ilusión –existente en amplios sectores de trabajadores y el pueblo–, de que un cambio puede venir de que otro partido llegue a Los Pinos en el 2012.
El desgaste del gobierno federal y la “estabilidad” que el PRI ofrece para los negocios capitalistas en los estados que gobierna (y en primer lugar el Edomex), está empujando a sectores de la burguesía a apoyar a Peña Nieto y al tricolor.
Por eso el gobernador del Edomex ha erogado millones de pesos del erario estatal en contratos con Televisa, en una impresionante campaña mediática de difusión de “logros” de su gestión.
Al mismo tiempo, el albazo legislativo que significó la aprobación de la llamada Ley Peña Nieto (la cual derogó las figuras de las candidaturas comunes y redujo los tiempos de campaña para las elecciones locales), evidenció que la burguesía es incapaz de seguir sus propias reglas, pues la reforma es una maniobra que está lejos de sus discursos sobre la alternancia.
Por el contrario, la pretensión es mantener el gobierno en manos priistas por otros 40 años.
No obstante, el PAN y un sector del PRD insisten en la posibilidad de impulsar a toda costa “la madre de todas la alianzas”: una candidatura común para la gubernatura, tal como hicieron en otros estados, como Oaxaca y Puebla, donde obtuvieron triunfos sobre el PRI. Bajo el discurso de lograr la “alternancia” en el Estado, pretenden capitalizar el descontento existente contra el gobierno de Peña Nieto.

Para el PRI, ganar es todo

En el PRI las cosas no son muy distintas. Si no gana en el 2011, la elección del 2012 se le complica. Se han creado grupos de tal influencia política y económica durante cuarenta años de priismo mexiquense que ninguno quiere ceder el mando.
El poderoso Grupo Atlacomulco, cuna de Peña Nieto ve su futuro en Alfredo del Mazo Maza. También se perfilan Eruviel Ávila, presidente municipal de Ecatepec y Azucena Olivares, primera edil de Naucalpan; ambos garantes de la explotación laboral, la pobreza extrema, el desempleo en sus localidades. Incluso, en su intento por delimitarse del PAN, Peña Nieto aparece junto a dirigentes sindicales vinculados a la oposición al gobierno, como es el caso de Martin Esparza, tratando de fortalecer su imagen “opositora”.

El PRD y sus desacuerdos

Tras el discurso de “todos contra el PRI” que enarbola la dirección perredista hegemonizada por los “chuchos”, la intención de conformar una alianza con el PAN en el Edomex, muestra el giro derechista de la mayoría del PRD, que se alía con el panismo que gobierna el país con represión y planes contra los trabajadores y la juventud. Esto muestra el carácter pro-patronal del PRD, y es la consecuencia de un programa y una política de salvaguardar a las instituciones y de ser integrante, durante años, del régimen.
López Obrador manifestó su rechazo a una candidatura común con Acción Nacional. En su “Gira de la Lealtad” por el Edomex, destacó que tal alianza sería una traición a los militantes perredistas, llamando a recordar que fue el blanquiazul el autor del fraude electoral en el 2006, que le arrebató la presidencia.
Además afirmó que no hay necesidad de buscar esta alianza, ya que la izquierda tiene candidatos que podrían ganarle al candidato priísta en la entidad.
Por su parte, Marcelo Ebrard, también de gira por territorio mexiquense, tiene una política distinta a lo planteado por AMLO respecto a las alianzas. Plantea que lo que va a sacar al PRI de la entidad es la unidad opositora y que toda división favorecerá a Peña Nieto. Así, si se concreta la Alianza y el PRI pierde, el jefe de gobierno del D.F. quedaría mejor posicionado en sus aspiraciones presidenciales.
La confrontación en el sol azteca en torno a las alianzas en el Edomex puede fracturar al PRD y empujar a AMLO a competir bajo el emblema de otro partido. Sin embargo, una eventual candidatura “independiente” del lopezobradorismo, aunque tenga un perfil de oposición al PRI y al PAN y despierte muchas expectativas, no representaría una alternativa para los trabajadores.
Aunque López Obrador ha declarado su oposición al neoliberalismo y al gobierno panista, su política no enfrenta las bases sobre las que se erige la enorme explotación y miseria que sufren los trabajadores.
Y, aunque ha criticado las instituciones de este régimen,por su responsabilidad ante en 2006, considera que es posible reformarlas y “maquillarlas”, cuando sólo enfrentándolas frontalmente es que puede frenarse la represión, la antidemocracia y los planes de miseria.
La realidad para los trabajadores y el pueblo
La realidad en la entidad es que el prísta apadrinado de Televisa, es el gobernador de la entidad con mayor número de feminicidios del país; bajo su gestión ha duplicado el número de desempleados; es el estado donde más de 250 millones de jóvenes entre los 20 y 30 años de edad, no tienen acceso a trabajo o educación; que se dirigen violentos operativos policíacos contra la juventud, disfrazados de lucha contra la delincuencia, con múltiples arbitrariedades.
Además, su gobierno ordenó la represión a los pobladores de Atenco, con la violación de decenas de mujeres y la aprehensión de sus principales líderes, y bajo sus tribunales se dictaron sentencias de más de 100 años de cárcel para estos luchadores sociales. Es el estado que concentra el 10 por ciento de extrema pobreza alimentaria del país; con mayor número de fábricas precarizadas, sin derecho a la sindicalización y contratación colectiva, donde los presupuestos para las campañas rebasan los 693 millones de pesos. Cacicazgos y coacción del voto al viejo estilo del PRI, es lo que se muestra en el Edomex.
Por ello, en la elección mexiquense, ni alternancia ni continuidad resolverán las demandas centrales de las masas trabajadoras, pues los partidos patronales sólo buscan legitimar sus instituciones y garantizar los intereses de los patrones implementando más ataques contra los trabajadores y el pueblo pobre imponiéndonos una reforma laboral de miseria.
Por eso, consideramos que en las próximas elecciones –y ante la proscripción de las organizaciones independientes y de izquierda– la clase obrera, el pueblo y la juventud no tendremos ninguna opción favorable a nuestros intereses ni se expresará un programa que refleje la lucha por nuestras reivindicaciones y demandas.
Llamamos a las organizaciones obreras, sociales y políticas que se reclaman combativas y de izquierda a no caer en la trampa del “mal menor” ni a unir nuestras fuerzas con los representantes políticos de los capitalistas; una política de independencia de clase en el terreno electoral, debe levantar un programa propio de la clase obrera y los explotados y oprimidos del campo y la ciudad.
Es necesario que los trabajadores salgamos a luchar organizados de forma independiente de los partidos patronales, para defender el empleo y el salario pues somos quienes podemos detener esta ofensiva del gobierno y tomar nuestro futuro en nuestras propias manos.