MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Leopoldo Denaday fue un militante revolucionario ejemplar dentro de las filas del Partido de los Trabajadores Socialistas (nuestra organización hermana en Argentina), abogado de la clase trabajadora y un luchador por los derechos humanos como integrante del Ce.Pro.Dh. Puso sus esfuerzos y conocimientos al servicio de la causa de la clase trabajadora; de esta forma participó de numerosas batallas de la clase obrera en la lucha por su emancipación, peleó codo a codo con los obreros de Zanon que en los años previos lograron la expropiación de la fábrica bajo control obrero; en agosto del 2009, impulsó el primer juicio provincial contra los funcionarios y militares represores y asesinos de Neuquén que fueron parte del el golpe de Estado del ’76 en Argentina. Luchó además al lado de los trabajadores de Cerámica del Sur, Cerámica Stefani, Textil la Pastora, la Papelera Molarsa y en una serie más de batallas de la clase obrera en contra de sus explotadores.

“Polo” comenzó a militar durante sus años de universidad como estudiante de Derecho, en sus años de plena juventud. Se negó a dedicarse a “escalar” socialmente, hacer dinero y convertirse en un abogado más al servicio de patrones súper explotadores, de políticos y funcionarios corruptos y represores que les garantizan los negocios a costa de la miseria del pueblo o de la burocracia sindical traidora. Quedó por el contrario convencido de que quería pasar su vida como militante revolucionario, trabajando y luchando al lado de la clase obrera buscando el avance en su organización, su subjetividad y la confianza en sí misma como la clase capaz de ponerle fin al capitalismo y las condiciones de miseria, opresión, explotación y las injusticias a que nos condena para sustituirlo por el socialismo.

Tomar el camino de la militancia revolucionaria: ¿qué juventud hace falta hoy?

Este ejemplo de juventud es el que hay que retomar el día de hoy, en momentos en que esta crisis económica internacional de dimensión histórica comienza a originar procesos revolucionarios como los que protagonizan los trabajadores y los pueblos pobres del Magreb y la región árabe en contra del imperialismo y cuando las medidas para descargar la crisis sobre la juventud y la clase obrera se acentúan a nivel internacional (como sucede hoy en EE.UU.).

Creemos pues que el compañero nos marca el camino a seguir, el que él vivió, el de la militancia partidaria, el de la revolución. Así, los jóvenes trabajadores y estudiantes debemos oponernos hoy a medidas como la reforma laboral que arranca conquistas obreras y legaliza la precariedad laboral y el desempleo -medidas que padecemos en gran medida los jóvenes-, el avance en la entrega de los recursos naturales a las transnacionales, la exclusión del pueblo pobre y sus hijos de la educación, la creciente represión que sufrimos a causa de la supuesta “guerra contra el narco”. Para echar atrás estos planes es necesario unirnos a la clase obrera en su lucha, retomar el carácter revolucionario, el internacionalismo y el antiimperialismo que fueron propios del movimiento estudiantil y juvenil de las décadas de los 60’s.

Hay que impulsar entonces la solidaridad más activa con los procesos revolucionarios del Magreb y la zona árabe luchando contra la intervención militar imperialista.

Hay que impulsar un gran movimiento que saque al ejército de las calles y detenga la represión contra luchadores sociales y por los derechos humanos, pelear al lado del SME, mineros y los trabajadores en lucha para frenar la reforma laboral, apoyar las luchas de los trabajadores que buscan recuperar sus sindicatos de manos de la burocracia.

Esta es la juventud que hoy queremos impulsar los jóvenes que militamos en la LTS y para ello te invitamos a sumarte a nuestras actividades en escuelas, colegios y centros de trabajo y a integrarte a las agrupaciónes estudiantil Contracorriente y Barricada de Ecatepec.

Por Javier, militante de la LTS e impulsor de Contracorriente en la Fac. de Derecho - UNAM