Chile
¡La lucha continúa: todos por la educación gratuita
26 Sep 2011
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¡POR UNA ASAMBLEA GENERAL DE LUCHA DE SECUNDARIOS, UNIVERSITARIOS Y PROFESORES BASADA EN LA DEMOCRACIA DIRECTA
Al cierre de esta edición, en el marco de un paro nacional educativo, se realizaron multitudinarias manifestaciones que, sólo en Santiago de Chile reunieron mas 150,000 participantes, según los informes de los organizadores, enfrentando la represión del gobierno. Como plantean en el presente artículo nuestros camaradas de Chile, la lucha por la educación gratuita ya continua en pie, y es necesario que la misma avance en una perspectiva para triunfar.
Muchas cosas ha vivido el movimiento estudiantil en estos 4 meses de movilizaciones contra la privatización de la educación. Tomamos las calles con
marchas que copaban la Alameda, tomamos colegios y universidades, enfrentamos la represión en las protestas del 4 de agosto que se extendieron por todo el país, tratamos de unificar nuestra lucha con los trabajadores siendo parte activa del paro del 24 y 25 de agosto, para arrancarles la educación gratuita a los empresarios y sus políticos de la Concertación y la Derecha.
Se intenta enfriar la movilización
El 11 de septiembre, los estudiantes de las facultades más de izquierda votamos en nuestras asambleas asistir a la marcha en repudio al golpe militar, levantando la demanda de educación gratuita. Los pilares de la actual educación de mercado se fundan en la herencia pinochetista que asesinó a miles de jóvenes y militantes de izquierda, que lucharon por una educación sin ningún filtro de clases; por acceso irrestricto a la universidad; por un cogobierno universitario de profesores, trabajadores y estudiantes; por educación gratuita para todos, 100% financiada por el estado, laica y de calidad; por cátedras nocturnas para trabajadores, en la perspectiva de una educación al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre.
Pero hay quienes no están dispuestos a luchar contra el legado de la dictadura y por la gratuidad de la educación. La dirección de la CONFECH1, las “Juventudes Comunistas”, no convocaron a la marcha del 11 de septiembre; en cambio, prefirieron mantenerla como una marcha testimonial sin apostar a que se convirtiera en un cuestionamiento al régimen político. Desde el PTR, junto a nuestros compañeros en universidades y colegios, hicimos todo lo que pudimos para fortalecer la movilización: pintamos mantas que aludían a las demandas estudiantiles y expresamos nuestro rechazo a la mesa de negociación, que se estableció sin la educación gratuita como piso mínimo, sin la cárcel a los asesinos de Manuel Gutiérrez, a puertas cerradas y sin delegados mandatados por sus asambleas de base.
Para nosotros, el movimiento actual es continuidad de la lucha de aquellos jóvenes que dieron su vida en defensa de los trabajadores y el pueblo. Somos la generación que nació sin miedo y estamos dispuestos a poner el cuerpo con el objetivo de que los empresarios no continúen controlando nuestro futuro y que el “Partido Comunista” no venda nuestro movimiento.
Posteriormente, el 14 de septiembre se realizó una marcha que convocó sólo a 10,000 estudiantes. ¿Significa que hemos dado un paso atrás? No, lo que pasó es que Camila Vallejo junto a otros dirigentes de la CONFECH llamaron a la marcha de un día para otro, cuando debió de ser organizada desde las bases y con anticipación. Claramente, estos “líderes” apostaban a no fortalecer el movimiento para poder negociar con el gobierno en mejores condiciones y con menos cuestionamientos. No obstante, en varias federaciones se votó, contra la política de sus presidencias (dirigidas por las “juventudes comunistas”), la educación gratuita como piso mínimo.
La derecha quiere imponer sus términos a los estudiantes chilenos
La derecha sabe que para defender los intereses de los empresarios educativos y salvaguardar los pilares neoliberales heredados por la dictadura no puede dar su brazo a torcer. Su última carta para sacarnos de las calles fue el “diálogo”, proponiendo una mesa de negociación bajo sus términos. A su vez, insiste en impulsar su agenda educativa de reducción de tasas de interés y repactación de deudas, ¡migajas rechazadas por todos! Pero sabe que esto no basta. A la par está impulsando una campaña de presión económica y académica a los estudiantes en lucha. Planteó que 70.000 secundarios tendrían que repetir el año escolar y que de continuar la movilización, las becas no podrán ser renovadas. Los rectores hacen este trabajo en las universidades, amenazando con corte de beneficios y corte de salarios a profesores y funcionarios. Presionan para que volvamos a clases y así el movimiento pierda fuerzas. La represión también continúa, vemos desalojos de liceos, expulsiones, sumarios en las universidades y amenazas de todo tipo.
El gobierno se siente victorioso y confiado, se regocija con estas semanas de “tranquilidad” y marchas poco numerosas. Por lo mismo, rechazó las garantías que propusieron los dirigentes de la CONFECH (detener la agenda legislativa, postergar el plazo de cierre de semestre), negándose a negociar en esas condiciones, apostando abiertamente por una línea más dura de desmovilización. ¿Le dará resultado? No será tan fácil, pues se tendrá que enfrentar a sectores cada vez más numerosos que no están dispuestos a tranzar la educación gratuita como piso de esta lucha, y tendrá que lidiar con que las direcciones conciliadores, que son el sector “moderado” al cual apela el gobierno, están empezando a ser cuestionadas por abajo.
¡Abajo la cúpula estudiantil de las JJCC/Concertación y su diálogo estéril!
El rol que han jugado Vallejo (Juventudes Comunistas) y Giorgio Jackson (Concertación) estas últimas semanas ha sido vergonzoso. Luego de la enorme demostración de fuerzas del 24 y 25 de agosto estaba planteado dar un paso más allá en esta lucha. Sin embargo optaron por enfriar. No movieron ni un dedo ante el asesinato de Manuel Gutiérrez, se sentaron en la mesa de diálogo sin poner siquiera condiciones, trataron de bajar el paro nacional del 8 de septiembre, convocaron de un día para el otro una marcha sin ninguna preparación, se abrieron a retomar las clases si el gobierno aceptaba las garantías del CONFECH, etc. Trataron de “portarse bien” para que el gobierno aceptara la mesa de negociación. Presionados por la negativa del gobierno, y por las bases que rechazan ponerse de rodillas y exigen educación gratuita, deben hacer un llamado a movilizarnos este jueves, y los dos próximos. Pero a su vez lo hacen para presionar para que la derecha acepte estas garantías, y no para imponer la educación gratuita, organizando y profundizando la lucha desde la base.
Por otra parte, el sector “disidente” del CONFECH, compuesto por diversos colectivos, no ha salido a proponer ningún tipo de alternativa real. Pese al enorme espíritu de lucha de los compañeros de universidades regionales y los cuestionamientos a los voceros oficiales, estas organizaciones no han dado una pelea por desplazar a las direcciones conciliadoras, lo que significaría dar una lucha por organizar al movimiento estudiantil desde la base y en unidad con los secundarios, y no una mera disputa de espacios interna.
Centenas de liceos, decenas de facultades y decenas de miles votamos Educación Gratuita como Piso Mínimo en todo el país
Ni el gobierno ha podido doblegar y acallarnos, ni las direcciones han podido calmar nuestro ánimo de lucha. Una gran cantidad de compañeros votaron en sus asambleas la educación gratuita como piso mínimo, en contra de lo que dicen las direcciones. Muchos compañeros resisten la política desmovilizadora de los rectores, ante el silencio cómplice de los dirigentes. Son estos mismos compañeros los que presionaron para que en el CONFECH la mayoría de las universidades se pronunciara en contra de una negociación que no ponga en el centro esta demanda.
A su vez vemos cómo los secundarios se mantienen en una lucha muy fuerte. Han resistido la represión, los desalojos, las detenciones, la represión de los empresarios educativos, las amenazas de pérdida del año. Son los secundarios uno de los sectores más combativos, que han combatido en las barricadas y que ahora plantean no bajarse hasta triunfar en nuestras demandas. Estos mismos compañeros son los que miran con desconfianza y critican a Vallejo y Jackson, al ver su política conciliadora.
Es decir, al contrario de lo que creía el gobierno, su política ha endurecido al sector más combativo del movimiento estudiantil que puede empezar a cobrar mayor importancia y protagonismo político, lo que implicaría un salto en el proceso. Para esto hay que superar los límites existentes, como que aún este sector no plantea una lucha más abierta por organizarse desde la base, superando las organizaciones existentes con sus trabas y divisiones, y desplazando a los dirigentes conciliadores.
1 CONFECH: Confederación de Estudiantes Chilenos. Actualmente está dirigida por las Juventudes del Partido Comunista (estalinista).
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