MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

La lucha en el Instituto Politécnico Nacional continúa
Nancy Cázares
A poco más de un mes de haber vuelto a clases, los alumnos del Instituto Politécnico Nacional continúan movilizándose, en esta ocasión exigiendo a las autoridades que cumplan con los acuerdos a los que llegaron en la mesa de diálogo sostenida entre representantes de la Secretaría de Educación Pública y de la Secretaría de Gobernación, y los alumnos del Instituto.
Algunos de los principales acuerdos incumplidos y que son hoy la causa motora del descontento estudiantil, es el “vacío” que han hecho las autoridades a la organización del Congreso Nacional Politécnico y la insatisfactoria solución a las demandas de más de 37 planteles. En semanas anteriores, alumnos que han asumido la participación en algunas mesas de trabajo, denunciaron la nula participación por parte de los funcionarios que se habían comprometido a ser parte de los trabajos logísticos y organizativos de este CNP. Ante los reclamos, las autoridades politécnicas han guardado silencio, mientras que Enrique Fernández Fassnacht, Director General del IPN, no se ha presentado a las mesas de diálogo posteriores a la vuelta a clases.
Crece el descontento estudiantil
El pasado 3 de febrero, algunos alumnos organizados en lo que ha quedado de la Asamblea General Politécnica (órgano que fungió como dirección del proceso del año pasado) decidieron ocupar la Dirección General del IPN y emplazaron a un diálogo público a Fernández Fassnacht.
Si bien esta acción expresa la disposición de un sector para continuar luchando, no apunta a dar respuesta efectiva a una de las más urgentes tareas que se presentan en el IPN: la reactivación de los miles de estudiantes que el año pasado cimbraron las calles en defensa de su educación.
La exigencia por parte de la AGP de participación de las autoridades en el CNP está atravesada por una importante contradicción: reclaman la participación de Fassnacht como una condición para comenzar los trabajos del CNP y “democratizar” al Instituto, cuando son las mismas autoridades quienes aprueban planes y programas de estudio y son mudos cómplices de la represión oficial y extraoficial (cabe mencionar que ninguna autoridad se ha pronunciado por el esclarecimiento del asesinato de tres estudiantes del IPN ocurridos en el último mes, además de los múltiples casos de despidos y represalias en contra de profesores).
Retomar y profundizar la movilización
La negativa a cumplir los acuerdos de la mesa de diálogo es el más notorio indicador de que resolver los problemas de la comunidad politécnica no es prioritario en la agenda de quienes sirven a otros intereses, y que para imponer las demandas estudiantiles es fundamental apostar a la movilización. La discusión por la independencia del CNP es inaplazable: en ello va el carácter del rumbo que tome la lucha por el cumplimiento efectivo de las legítimas demandas de los estudiantes politécnicos.
Ahora es más urgente que nunca que sean los estudiantes quienes vuelvan a tomar las riendas del movimiento. Es menester convocar a nutrir los espacios de discusión democrática como las asambleas, en donde se realice un balance conjunto de la lucha del año pasado y se defina el rumbo del proceso por el cumplimiento de los acuerdos. Así mismo, son los estudiantes quienes deben asumir la organización y estructuración del CNP, sin ninguna injerencia de las autoridades o el Gobierno Federal para poder así discutir, junto a los académicos y trabajadores, de forma democrática e independiente las características y retos de este Congreso. Solo la movilización en las calles, impulsando la unidad con otros sectores en lucha, podrá arrancar las demandas por las que en el 2014 los estudiantes politécnicos se pusieron de pie.