La turbulencia económica en EU y su repercusión en México

22 Oct 2011   |   comentários

Una nueva realidad política y económica al interior de los EU

¿Será posible que una nueva ronda de estímulos económicos pueda reparar los problemas de Estados Unidos? Si bien las expectativas de los mercados se centraban en la posibilidad de que la FED aprobara un nuevo plan mucho más ambicioso - lo cual había mantenido en relativa tranquilidad a inversores y gobiernos- , los problemas que enfrenta esta economía en cuanto al monstruoso déficit, desempleo, producción y consumo, no serán fácilmente resueltos por la vía de estos estímulos.
La desilusión para los mercados internacionales llego en estos días cuando la FED aprobó un nuevo programa por 400 mil millones de dólares vía la compra de bonos del Tesoro; plan que pretende mantener solo hasta el 2012. Con su economía a punto de entrar en una nueva recesión y el FMI alertando sobre los riesgos que se ciernen sobre el mundo por la nula capacidad de las autoridades financieras para tomar decisiones, en un claro desacuerdo con la medida de la FED, EU comienza a entrar en una situación de mayor complejidad de la cual se pueden desprender escenarios novedosos y mayores fricciones.
Los problemas de Barak Obama siguen creciendo en el campo económico, pero esta no es la única preocupación, a esto tendría que sumarse el panorama político al interior, el cual cambia drásticamente, como lo vimos en los roces entre republicanos y demócratas por la aprobación de un nuevo incremento al tope de la deuda, donde de último momento acordaron una reducción al gasto de 2.1 billones de dólares en 10 años para aumentar el techo de la deuda norteamericana.
Si bien esta disputa entre las fuerzas del congreso se ha mantenido constante, este año se ha exacerbado y amenaza con seguir siendo parte de la dinámica nacional para el resto del 2011 y sobre todo para el 2012, que es año electoral.
Tan solo un ejemplo de cómo se sigue desarrollando este enfrentamiento: el comité formado en Agosto por 6 republicanos y 6 demócratas tiene como fecha limite el mes de Noviembre de este año para encontrar un acuerdo que los lleve a aprobar una reducción al gasto por 1.5 billones de dólares, pero si éste fracasa, el acuerdo es que el congreso apruebe automáticamente un plan de recorte de gastos por 1.2 billones a defensa y planes nacionales. El congreso toma estas medidas sabiendo que va a ser difícil que los acuerdos lleguen sin tensas peleas y donde lo importante hoy es avanzar en concretar mayores recortes, en esto tienen pleno acuerdo.

Lesiones profundas a tres años de la caída de Lehman Brothers

Independientemente de las disputas políticas, es notable que EU ha desgastado las ventajas o herramientas que tenía para enfrentar los efectos de un nuevo pico en la crisis económica. La FED no cuenta con la misma capacidad que en septiembre del 2008, las tasas de fondos federales están prácticamente en cero y una tasa de inflación peligrosamente a la baja, hacen que tenga menos capacidad para implementar los grandes estímulos que aplico años atrás.
Con este antecedente no podemos omitir el declive que ha sufrido la creación de empleos, consumo y la producción, que son también un problema crucial que enmarca la profundidad de la crisis, aunado a los problemas de deuda y donde por si sola una nueva ronda de estímulos se vera mucho más limitada para reanimar a estos sectores.
Paul Krugman, al debatir en contra de las medidas de austeridad argumenta que éstas se han aplicado en Europa, en especifico en el Estado Español, Grecia, Italia, Portugal, y que han sido completamente incapaces de resolver el problema ya que la economía necesita ayuda con urgencia para el hoy y no planes para el futuro. Con esto Krugman aboga por un estimulo mayor incluso al del 2009, elevar mucho más el gasto federal priorizando concretamente a los sectores productivos como a la manufactura, la cual ha caído 5% del 2007 a la fecha. ¿Cuan grande sería este nuevo plan de estímulos si como se vio en el 2009 los enormes salvatajes solo alcanzaron un año de tibia recuperación durante el 2010?, estímulos tan grandes como sea posible responde Krugman. Esta medida es clásica entre muchos economistas, elevar el gasto federal, bajar impuestos para reanimar el consumo y hacer exportaciones más competitivas, esto para luchar contra el desempleo y alentar el consumo que beneficie la producción.
Pero la complejidad de la situación no da respiro y opaca las salidas o los retornos a políticas económicas clásicas. Los impuestos hoy son un gran aporte de los ingresos federales, y en el marco de que esta es una crisis internacional sin precedentes donde el comercio mundial cayó, los ingresos de Obama por las exportaciones no están siendo lo suficientemente importantes como para salir del atolladero.

Con esta medida de mayor endeudamiento, Krugman pretende la reactivación de la planta productiva y que este sector genere empleos, ingresos y consumo, pero la dificultad de aplicar un New Deal en el 2011 esta cuestionada también por la baja demanda interna y externa que como sabemos hoy es un problema no solo de EU sino mundial y que en los 30, desde donde muchos economistas basan sus salidas a la crisis, solo se motorizo con el auge de la industria militar. En última instancia el New Deal que aplico Roosvelt, mantuvo altas tasas de desempleo que solo la guerra logro revertir; este ejemplo resalta que la crisis si bien en cada país tiene sus particularidades es una crisis internacional y los problemas de fondo están encadenados ya que no existe un plan aislado del resto del mundo. Así, tanto los brutales recortes que Krugman refuta, como nuevos planes de estimulo, enlentecen los ritmos de una crisis que de vuelta muestra que esta lejos de ser resuelta. En lo que acierta el premio Nobel de Economía es en alertar sobre la caída de los sectores productivos y la necesidad de revitalizarlos, cuestión estructural de la crisis actual que no podrá ser resuelto únicamente con una nueva ronda de estímulos. Ya de por si, la dinámica económica actual esta demostrando que la recuperación del 2010, no alcanzó a reestablecer los niveles pre crisis y eso hace más limitados los alcances de cualquier salida, además de las décadas de abandono y relocalización de grandes empresas norteamericanas en busca de mayores oportunidades de explotación en países más atrasados.

Es bien conocido que la economía norteamericana venía sufriendo una desaceleración desde finales del los 90, pero hasta mediados de la década pasada su PIB se mantuvo en promedio en 3.3% a pesar de la caída económica del 2001-02, lo que implicó que aunque el crecimiento fue bajo, la economía siguió funcionando y la producción se mantuvo activa. Esto permitió que los enormes estímulos económicos del 2008-09 actuaran contundentemente para evitar el crack, si el escenario hubiera sido distinto, recesivo, los estímulos pudieron haber perdido fuerza para evitar la catástrofe. Como vemos en la década pasada el crecimiento del 2000 al 2006 sirvió como un colchón para que los estímulos funcionaran, aunque esto no resolvió el problema, más bien patearía para adelante la crisis pausando los ritmos de su desarrollo.

Comparado con la década de los 20, el crecimiento de EU a la salida de la primera guerra mundial fue enorme, los países aliados se transformaron en deudores de Norteamérica, en lo que se conoció como los felices 20, década durante la cual la producción industrial creció 37%, enorme crecimiento que se fundamentó también en la ofensiva contra los trabajadores y sus sindicatos. La clase obrera fue violentamente atacada, los obreros eran obligados a firmar contratos donde se comprometían a no afiliarse a ninguna organización; esta ofensiva le permitió al gobierno y a la burguesía entrar a la primera gran crisis económica de la historia de EU con una clase obrera muy golpeada y sus direcciones amenazadas por matones:

En todos los conflictos entre los sindicatos y los empresarios, el gobierno federal se puso inequívocamente de parte de los segundos, alentando por ejemplo el recurso de las tropas estatales en la huelga del carbón de 1922. Los sindicatos seguían siendo victimas de leyes claramente discriminatorias; los tribunales dictaban mandamientos contra los huelguistas al tiempo al tiempo que cerraba los ojos ante la violencia desencadenadamente por los matones a sueldo de las grandes compañías.

A diferencia del 2008, en 1929 se dio un crack por que no hubo estímulos inmediatos que evitaran entrar en la Gran Depresión. El presidente republicano Herbert Hoover, que era un férreo defensor de la no intervención del estado, se opuso después del desplome a que el gobierno ayudara a la economía con estímulos, generando así años de quiebra en la empresas y despidos masivos, algo que Roosevelt intento remediar con el New Deal, sin evitar que los años de desocupaciones y hambre continuaran hasta entrada la Segunda Guerra Mundial.

Aunque la crisis de los 30 golpeo a países como Japón e Inglaterra, no tuvo el mismo impacto que en los EU, siendo este el epicentro y donde la crisis se instauro por años mientras que Europa llevaba un ritmo distinto. La crisis actual es una crisis que si bien estalló en EU se transformó en mundial, derivando en focos rojos como el griego que, aunque preocupen centralmente a Europa ponen a temblar al resto del mundo. En el caso de la industria en los 30 la guerra la reanimó por completo, ya que a pesar de que se encontraba en una profunda crisis no estaba completamente destruida y las grandes plantas que vieron su apogeo en los 20 empezaron a funcionar de vuelta bajo la demanda bélica, algunas incluso transformando su actividad para beneficiarse de los pedidos de guerra; hoy la industria norteamericana enfrenta un largo proceso de desarticulación que hace más complicado un plan para su reactivación.

La situación hoy es más crítica de lo que se acepta; después de la caída del PIB en el 2009 a -2.6% y hoy estimado en 1.3% con tendencia a la baja, los estímulos resultarán menos eficaces, sobre todo por que hubo un golpe durísimo a los sectores productivos, fuerza de trabajo y consumo, además que las disputas políticas los harán mucho más limitados. Aunque los debates se centran en la preocupación que representa el incremento de la deuda pública, la cual como porcentaje del PIB creció de un 36.5% en el 2006 a 70.2% en el 2010, con una estimación para el 2012 de llegar a 74.6%, es innegable el desgaste y golpes de la industria y el empleo que esta crisis generó. Aunque Obama se juegue a su plan de creación de empleos, esta obligado a avanzar a un nuevo paquete de estímulos moderado, por ahora, complementado con un avance brutal en los recortes. Para el régimen norteamericano la clave esta en avanzar en estos planes de recortes al gasto, la incertidumbre radica en si los trabajadores, producto de los estragos de la crisis, son capaces de plantear una salida distinta, rompiendo con la inmovilidad que impusieron las direcciones traidoras, las cuales hoy se apuestan para venderse al mejor postor. Para ello es importante ver las condiciones que se abrieron después de la crisis para los millones de trabajadores en Norteamérica.

El nivel de vida de los trabajadores ha sido profundamente mermado. Si bien hubo cierta recuperación durante el 2010, no fue capaz de re incentivar el número de empleos perdidos con la crisis y los resultados publicados durante agosto terminaron por asentar esta inercia. Después de la pérdida de más de 8.5 millones de empleos en 2008 y 2009, durante el 2010 se recuperaron 940 mil plazas, mientras que en el mes de agosto el indicador estuvo prácticamente estancado, situación histórica y que sirve como un medidor de los altibajos de la situación en el mundo del trabajo, sobre todo cuando, según cálculos, EU tendría que generar 150,000 nuevos empleos por mes.

La tasa oficial de desempleo es de 9.1%, pero si a esto agregamos los trabajadores temporales y los que ya no buscan empleo, la cifra se eleva casi al doble . En el sector manufacturero, que hasta hoy presenta un pronunciado declive, durante el 2009 la tasa de desocupados llego hasta 12.1 mientras que en el 2010 disminuyo a 10.6, esto indica que de 1 millón 890 mil despidos que se dieron en el 2009 se recuperaron 268 mil , sector en el cual se despidió a un gran numero de trabajadores con experiencia y bajo contratos colectivos, para así contratar a miles de precarizados. En 10 años, el porcentaje de trabajadores sindicalizados en EU ha bajado notablemente: mientras en el 2000 este porcentaje era de 13.4% de la población trabajadora, en el 2010 disminuyo a 11.9% . Las perspectivas son inciertas, y si bien durante septiembre el indicador de desempleo ascendió levemente, ya que se crearon 103 mil empleos, distintos economistas plantean que se requiere al menos el doble de esa cifra.
La situación es más grave de lo que se dice, ya que las contrataciones están paralizadas, el 40% de la población pasa más de 6 meses sin encontrar un trabajo. Las cifras de desempleo por estado representan también todo un síntoma, si bien la tasa nacional se ubica en 9.1, en las áreas metropolitanas se registra hasta un 10%. California es uno de los estados con mayor nivel de desempleo, 14.7% y donde el 36 % de la población es de origen latino. Esto representa un problema considerable, ya que a las puertas de una nueva recesión las cifras sufrirán un sin fin de movimientos, pero ninguno de ellos es alentador, situación que anuncia los problemas que enfrentara el gobierno para mantener más controlada la situación del desempleo.

Lo que estamos viendo durante este año es una desaceleración del débil crecimiento del 2010, donde primará la reducción de costos de las empresas ante los malos resultados de la economía. Analistas y gobierno están a la espera de resultados positivos que ayuden a evitar la ruta recesiva; estas señales aunque débiles se centran en el consumo y en los reportes sobre la ayuda contra el desempleo que brinda el gobierno de Obama, el cual durante agosto registro una disminución de este tramite, movido por las contrataciones temporales. La caída de 0.7% en el segundo trimestre de la producción no agrícola es un reflejo de la debilidad de estos datos y acentúa la debilidad de la economía, ya que lo que prima es la incertidumbre en todos los sectores. El índice de producción registró su primera caída desde Mayo del 2009 y aunque el registro de la producción manufacturera venía presentando mejores resultados cayó 3.6% en Julio, estas son las muestras de debilidad en el crecimiento previo. Mención aparte merece el bajo consumo interno que a pesar de haber presentado mejores resultados y haber crecido sostenidamente 0.5% desde la segunda guerra mundial no se había prolongado un consumo tan bajo por tanto tiempo.

Los sindicatos norteamericanos bajo el ataque de la crisis

El servicio postal de Estados Unidos esta a punto de entrar en quiebra. En septiembre estaba obligado a pagar 5.5 billones de dólares y aunque la administración pidió la ayuda del gobierno para saldar sus deudas, el programa de reducción de costos que puso en marcha incluyó el despido de 120 mil trabajadores, pasando por encima de las cláusulas sindicales que le impiden realizar despidos. Esto se inscribe en una continuación de los ataques a los trabajadores que viene desde el estallido de la crisis. Los estados donde los republicanos han ganado elecciones han mantenido una intensa campaña en contra de los sindicatos. En Wisconsin este partido por medio del gobernador vinculado al Tea Party, Scott Walter, despojaron de sus derechos a los sindicatos para negociar ante el gobierno estatal, lo que desató una intensa movilización de miles de trabajadores de servicios en contra de esta ley antisindical.

A pesar del ataque la burocracia sindical sigue siendo fiel defensora de sus privilegios, y al calor de las campañas presidenciales para el 2012, se están posicionando como interlocutores con las fuerzas políticas, controlando el descontento. El pasado 28 de agosto, 45 mil trabajadores de Verizone levantaron la huelga más larga desde los dos días de paro en GM en el 2007. Desde el 07 de agosto los dos sindicatos que agrupan a los trabajadores de Verizone, decidieron ir a una huelga en contra de recortes a derechos laborales como el congelamiento de las pensiones de los trabajadores en activo y contra el avance del outsourcing, entre otras demandas. A pesar de los 23 días de huelga, la burocracia levantó la lucha solo con una promesa de mesa de negociaciones y sin arrancar ningún acuerdo a la patronal. Estos pueden ser los primeros jalones de subjetividad entre los trabajadores que ven como sus intereses son atacados, pero donde también pesa sobre ellos el gran control burocrático de las direcciones sindicales (agentes del Partido Demócrata al interior de los sindicatos) y un muy débil desarrollo de luchas que viene de las derrotas y traiciones de atrás.

Si bien es de notar que los republicanos y el Tea Party se fortalecieron y se convirtieron en la mayoría del congreso en el 2010, Obama mantiene el apoyo de sectores importantes de trabajadores por la vía de sus sindicatos. El UAW, sindicato que agrupa a trabajadores de la industria automotriz ha declarado abiertamente su apoyo al presidente ante el riesgo de la derecha republicana. La NEA (por sus siglas en ingles) Asociación Nacional de la Educación que agrupa a 3.2 millones de afiliados también le ha brindado su apoyo de cara a las elecciones del 2012. El rol de las direcciones que permitieron los despidos masivos en el 2009 hoy se centra en cuidar sus intereses, por ello alertan contra el avance de la derecha. Estas direcciones están utilizando el rechazo a la embestida republicana para que Obama recupere al electorado. Esta por cumplirse un mes de la acampada en Wall Street, esta acción si bien hoy representa a una vanguardia, muestra el hartazgo contra la caída del nivel de vida. Los sindicatos y las declaraciones de solidaridad que han lanzado hacia estas acciones les permiten aparecer en escena para defender su status quo, ya que la derecha tiene una línea bastante agresiva contra ellos y eso les restaría cotos de poder e influencia, por ello para estas direcciones es importante aparecer ligados al descontento. A pesar del peso de la burocracia sindical, la subjetividad en sectores del movimiento de masas empieza a cambiar. Es sintomático que, después de años de ataques y desprestigio, el nivel de aceptación de los sindicatos entre la población se encuentra en niveles altos, un suceso interesante.

Un escenario donde priman las disputas políticas

Fuertemente criticado ha sido Obama por el manejo de la crisis económica, estas bombas han sido lanzadas desde el congreso por los republicanos y el ultra conservador Tea Party, los cuales ante el riesgo de una larga recesión ven como una tarea fundamental, avanzar en la recaudación de impuestos sobre millones que han sido los más golpeados por la crisis. La ruta a seguir de los republicanos radica en endeudarse menos mientras se hace una dura recaudación de impuestos. Los argumentos de la bancada republicana se basan, según sus propias declaraciones, en que es injusto que un 47% no pague impuesto cuando gozan de carreteras, parques y seguridad Nacional. La catástrofe del huracán Irene ha mostrado la ultra reaccionaria política de este partido; mientras los damnificados esperan recursos, el sector republicano los condiciona solo bajo el acuerdo de que se recorte el gasto social en otros rubros para no elevar el déficit. Estas disputas, según varios analistas, enlentecen los acuerdos que necesita EU para salir del atolladero.

La ultra derecha norteamericana encabezada por el Tea Party puede ser el motor que acelere las disputas políticas y que en ese sentido obligue a Obama a enfrentar a esta ala republicana y a su conservadora base social. Pero a su vez, el Tea Party se ha visto envuelto en conflictos con los propios representantes del partido republicano. El pro-sionista Eric Cantor se convirtió en el estandarte del Tea Party al revelar las negociaciones secretas entre el presidente Obama y el diputado federal John Boehner (republicano).
Es evidente que esta política de los republicanos y sobre todo del Tea Party ocasionará más tensiones, que podrían tener repercusiones en la quebrada sensación de estabilidad y el desencanto con los planes de los políticos. Recientemente en la editorial de The New York Times , se hace referencia a esto, haciendo una interesante mención sobre que la política del partido republicano reactivará los resentimientos de clase, ya que es una propuesta evidentemente para proteger los intereses de los más ricos en EU.

¿Hasta que punto estos resentimientos tendrán una expresión contundente en la lucha de clases? No lo sabemos, pero algo es cierto, la inestabilidad política y económica puede generar interesantes procesos al interior de EU, pero que guardan en su contraparte un desprestigio de las organizaciones de izquierda y figuras que se adaptaron a la democracia burguesa. Las manifestaciones que se están dando en varios estados, con epicentro en Wall Street con los, son una muestra de las brechas que abre la crisis económica, pero que tiene que avanzar en la ruptura de la confianza de democratizar las instituciones financieras y sobre todo, sacarse de encima la influencia y dirección del Partido Demócrata. En una medida que intenta congratularse con los miles de afectados por la crisis, y en respuesta a la reciente expansión de los indignados en suelo norteamericano, la corte de EU declaro culpable al millonario especulador Raj Rajaratnam, ex jefe del fondo de cobertura Galleon Group por fraude de valores. Esto no es más que una medida de contención ante el descontento, y lo que podría llegar a ser una creciente polarización social.

México y el repunte de la crisis económica

Aunque las autoridades mexicanas son más cautas en sus pronósticos ante la posibilidad de una nueva recesión en la economía norteamericana y no se aventuran a decir que es un nuevo catarrito, en sus declaraciones no quedan completamente evidenciadas las repercusiones económicas que acechan para millones de personas en México. Después de la descalificación de la deuda norteamericana, Banxico hizo un recorte a la baja en su estimado del PIB; de 4.8 lo estima ahora en 3.5 Esta rebaja no dice que lo peor esta por venir con estimaciones cada vez menos alentadoras; muchos economistas de bancos prevén un duro cierre de año para la economía mexicana, planteando que el crecimiento puede ser de solo 2%.

Notablemente está caída se da por el anclaje comercial con EU, y es que la economía mexicana es probablemente la más dependiente si tomamos en cuenta que otros países como China y Brasil pudieron abrir nuevos mercados para la colocación de sus exportaciones, algo que el gobierno de Felipe Calderón no realizo al mismo nivel por las obligaciones con el gobierno de Obama. Mientras la economía china puede presentar un gran crecimiento en su PIB solo por su relación comercial con EU también cuenta con un mercado poco más diverso que el mexicano, por ello la caída del PIB en el 2008 para china fue de 4.6%, mientras que para México la caída en el 2009 fue de 7% . Aunque el gobierno declare que las exportaciones mexicanas se diversificaron la dependencia sigue siendo enorme, a pesar de tratados de comercio con 43 países. Un reflejo inmediato de esto se dio con la caída durante Agosto de la producción automotriz, como un espejo del declive económico en EU la producción nacional automotriz cayó a su nivel más bajo en 21 meses.

Exportaciones mexicanas desde 1993

Elaborada con datos de la Secretaria de Economía

Jhon Chambers, presidente del Comité de Calificaciones Soberanas de S&P declaro que ve poco probable que la decisión de rebajar la calificación a la deuda Norteamericana tenga efectos en las economías emergentes, pero el gobierno de Calderón ha sido ya uno de los peores en cuanto el crecimiento de la economía. En cinco años del gobierno el PIB se ha mantenido en promedio 1.5%, el más bajo en décadas.

El escenario actual, si bien no vendrá cargado de una caída del 7% si establecerá largas condiciones de desempleo, precarización e inflación, apuntando a una situación donde prevalecerán y se profundizaran las medidas anticrisis que se implemento en el 2008 y que trajo terribles consecuencias para millones, pero también en duras avanzadas como con la reaccionaria reforma laboral, reforma que ante el complicado panorama internacional será la primer carta a jugar por los empresario y partidos del régimen. Ante la dura situación económica en el norte del continente, México entra en una situación de alto riesgo de la cual no podrá escapar solamente con ajustes y mayor endeudamiento, si no que requiere de una profundización en los ataques contra los trabajadores, mientras recorta las garantías individuales para mantener un férreo control del descontento.

Las medidas anticrisis

El blindaje financiero como una medida anticrisis se juega a respaldar las inversiones nacionales y extranjeras para que exista tranquilidad, pero esto solo se logró incrementando la deuda publica, presentando a su ves un riesgo, sobre todo por que se especula a futuro sobre la estabilidad financiera de un país mediante la emisión de bonos, y es que ante la volatilidad de la economía internacional y la caída en la producción en México por la desaceleración el escenario se vuelve poco estable. La reciente emisión de un bono global a 40 años por mil millones de dólares es una muestra de las deudas que adquirió el gobierno al exterior, así como el bono Samurai colocado en Japón por 150 mil millones de yenes. Al término del Marzo del 2011 la deuda publica total del gobierno era de 3 billones 497 mil 660 pero el mayor crecimiento se ha dado sobre todo en la deuda interna que representa el 80.5 del total ya que esta es utilizada para solventar las deudas contraídas en el exterior, mientras en el interior se convierten en toda una carga para los trabajadores.

La recaudación fiscal, a pesar de que el gobierno dice que sigue siendo baja representa hasta la fecha un gran aporte para los ingresos federales ya que se ha incrementado el padrón de contribuyentes en un 47 % en lo que lleva de gobierno Felipe Calderón. Esto a su ves demuestra como la crisis esta siendo absorbida por grandes sectores de menores recursos. Los ingresos fiscales por la nueva aplicación del IVA representaron el 40% y los impuestos sobre los ingresos, donde por supuesto se incluye a empresarios y patrones pero también a los casi 47 millones de trabajadores registrados legalmente representa el 50% del total de la recaudación,
Mucho se especulo sobre los planes del gobierno para proteger el empleo, sin embargo todas esas medidas están encaminadas para facilitar el recorte de gastos de los grandes empresarios, ya que sin en algo tuvieron acuerdo los tres partidos políticos fue en la reducción de impuestos a las empresas. Bajo el argumento de que ese recorte resultaría en la conservación de las plazas laborales los patrones gozan de la devolución de impuestos, pero la realidad que al ver un escenario de declive económico los patrones han optado por reducción de costos, que implican despidos y precarizacion, mientras gozan de la protección del gobierno. Lejos de acabar con estas medidas que buscan mantener intactas las ganancias, recientemente la COPARMEX exigió al gobierno nuevos estímulos fiscales, esto es, una reducción de impuestos para ser “invertidos en nueva tecnología” La pregunta es por que ante las puertas de una recesión la COPARMEX propone esta medida y no la propuso cuando sus ganancias empezaban a subir a finales del 2009 y guante el 2010. La burguesía se encuentra temerosa ante la caída de sus negocios, por ello se preparan para ser beneficiados por el gobierno y afinar los ataques contra los trabajadores.

Una de las mayores preocupaciones del gobierno de Calderón es que México siga captando recursos extranjeros, tanto en IED como en la inversión en la deuda mexicana; pero en este sentido, juegan un importante papel las reservas internacionales, que en otras palabras significa la acumulación de grandes cantidades de dólares y que los inversores evalúan para invertir en un país, ya sea en la deuda como en la producción. Esto, como lo declara el gobierno con entusiasmo, significa una estabilidad y solvencia ante las inclemencias de la crisis, pero de profundizarse la crisis las reservas pueden irse tan rápidamente cómo llegaron, ya que una nueva oleada de cierres de empresas, desempleo, o un gran encarecimiento de los costos de producción por la subida del dolar por arriba de los 13 pesos, aunado a la caída del PIB puede generar que estos inversores huyan, claro esta, recuperando su inversión y algo más.

Las reservas internacionales son una garantía para los inversores, pero no tanto para el gobierno, por ello el debate en torno a las tasas de interés y un posible recorte a estas son síntoma de aceptación de que la crisis esta golpeando en México más de lo que se reconoce y donde es probable un ajuste monetario. De igual manera la posición del PAN a no elevar el déficit produce que el gasto federal se amarre aún más, lo cual crea condiciones de que el desempleo crezca, mientras los anuncios de Calderón durante Octubre están enfocados a garantizar las ganancias de las empresas nacionales y extranjeras, como recientemente se anuncio con la prolongación de los estímulos a las empresas maquiladoras hasta el 2013, donde como al inicio de esta crisis anuncio que estas medidas eran para cuidar el empleo mientras apoyaba los despidos y ahora se apuesta a garantizar estabilidad reaccionaria con la militarización del país y con una reforma laboral que despoja de garantías laborales mínimas.

La degradación del nivel de vida de los trabajadores con la crisis

Como en EU la crisis del desempleo y los salarios en México sigue siendo el gran déficit del gobierno, y termina siendo un parámetro de lo débil que fue la recuperación del 2010, la cual también estuvo potenciada por los altos precios de las materias primas, como la venta petrolera. Al momento de que las exportaciones se desplomaron en el 2009 y cerraron más de 500 mil medianas y pequeñas empresas la situación laboral se volvió critica. El impacto de la crisis en el empleo es un largo lastre donde el gobierno avanzo durante el 2010 pero aun ritmo bastante lento y bajo el panorama actual la tasa de desocupación La revista de economía UNAM lo presenta así:

(…) al mes de diciembre de 2009 todavía no se habían recuperado 414 mil de los casi 700 mil empleos formales perdidos entre octubre de 2008 y mayo de 2009 y por otra, había la necesidad de generar 1.5 mi¬llones de empleos más para la nueva fuerza de trabajo. Es decir, estamos hablando de un incremento de 1.9 millones en el déficit de empleo.s

Hasta el mes de Marzo de este año las expectativas sobre la recuperación económica y del trabajo, según funcionarios del gobierno de Calderón, seguían a la alza. Ya que ese mes se presento una tasa de desocupación de 4.61% la más baja en 27 meses, lo que a pesar del dato arrojaba a 2 millones de 200 mil personas desempleadas hasta entonces, pero estas cifras no indican en su totalidad la gran masa desempleada que se encuentra en México. Según un estudio del INEGI el total de desempleados que busca trabajo es de 2.4 millones hasta Julio, pero son 8.6 millones los desocupados que ya no buscan empleo por que nunca lo encontraron.
Mención aparte merece el caso de la explotación femenil que son el sector que presenta mayor incremento en los empleos sin sindicalización ni contrato.

La crisis que estalló en el 2007-08 actuó como un catalizador para bajar los salarios por parte de los patrones. Según un estudio Hoy se tienen invertir 21 horas con 50 minutos al día para poder adquirir los productos de la canasta básica mientras hace 10 años se invertían 13 horas 17 minutos, mientras en promedio se trabajan según la OCDE 10 horas laborales diarias como mínimo, al mismo nivel de las horas que se trabajan en China, India y Sudáfrica. Del 2006 al 2010, bajo el gobierno de Calderón la canasta alimentaría recomendable (CAR) se había incrementado en un 93 % sin contar en ella servicios mientras que en tan solo tres años de este gobierno la perdida del poder adquisitivo del salario es de 47.1 %, este sexenio puede ser el peor en la historia de México en cuanto a la degradación salarial.

Un horizonte de mayor ataque

Mientras otros países lograron avanzar en una relativa independencia económica de EU, el gobierno de Calderón se esfuerza por hacer llamados a Obama para avanzar en una mayor integración (subordinación económica y política). Este gobierno es el fiel servidor de las necesidades de sus amos en Washington, y conforme se acrecienten los rasgos de declive económico y político en EU pueden reforzarse mayores medidas de control de su patio trasero, como se ha visto en la enorme intromisión de la DEA en territorio mexicano y el plan Mérida. La respuesta de EU ante la petición de Calderón fue positiva para avanzar en la eliminación de las barreras comerciales, el Subsecretario de la Administración del Comercio Internacional de EU, Francisco J. Suárez, declaro en México que muchas empresas norteamericanas están regresando de China a América por que se encarecieron los costos de producción y que la intención es que se instalen en México, tal cual declara “Espero que continúen llegando nuevos proyectos a territorio mexicano, por que los hombres de negocios de EU siguen teniendo mucho interés en el mercado, como 19 firmas estadounidenses de energías renovables” . De realizarse este plan sería un nuevo golpe al salario y a la precarización y sobre todo un salto en la entrega de los recursos al imperialismo.

Esta crisis hasta hoy se viene pagando con la explotación, desempleo y el hambre de millones de trabajadores, pero a pesar de la degradación de vida que generó, un nuevo repunte, aunque no tenga la misma magnitud del 2009, traerá consigo una situación doblemente complicada, ya que la “recuperación” del 2010, como en la mayor parte del mundo, no alcanzo a restaurar los niveles económicos previos a la crisis y por lo tanto, nuevas sacudidas en la economía amenazan aún más al empleo y el salario. Ante esto la burguesía se juega una carta importante, recrudecer los ataques con reformas, recortes y mayor explotación, por ello es tan urgente para las cámaras patronales que se apruebe la reforma laboral que les garantice la impunidad necesaria para implementar planes de producción y sobreexplotación de acorde a sus necesidades y manteniendo intactas sus ganancias. Como sabemos todas las medidas anticrisis fueron en perjuicio de los trabajadores, los grandes impactos de esto los vimos con la desaparición de LyF y la quiebra de la aerolínea Mexicana, pero estos golpes aún no acaban. El ataque al magisterio y a las normales son la continuidad de una política para avanzar sobre los sindicatos y espacios de futuros trabajadores para que no ofrezcan resistencia ante las nuevas reformas que los patrones y partidos intentan imponer.

La ofensiva burguesa esta en marcha mientras el descontento popular crece y se sigue acumulando. Bajo este escenario los políticos hablan ya de la contienda electoral y tratan de presentar los remedios para acabar con la crisis e instaurar paz en México, promesas y mentiras de siempre para desviar la atención de la catástrofe que se puede desencadenar ante una recesión en EU. Aquí radica la importancia de que los trabajadores y el pueblo pobre rompan con la confianza en salidas como la del PRI y el PRD que son impulsores de las reformas reaccionarias. Para ello es importante que los trabajadores, agrupados en sus organismos respondan con un plan y un programa para que la crisis la paguen los capitalistas. El descontento es una bomba de tiempo que puede estallar sin avisos previos, tal cual se dio en Oaxaca con el paro magisterial y la conformación de la APPO. A pesar de los duros golpes a las recientes luchas de movimiento obrero ninguna ha sido determinante como para lograr desactivar el descontento. Cuenta de ello dan los paros magisteriales que se han organizado durante este año y la resistencia de los trabajadores del SME, los cuales tienen por delante la gran tarea de poner a la ofensiva las demandas más sentidas del conjunto de los trabajadores y desempleados para anteponer a la ofensiva burguesa una salida para los explotados y el pueblo pobre.









  • No hay comentarios para este artículo