Chile

Las conquistas de la lucha estudiantil, sus fuerzas y debilidades

15 Jun 2006   |   comentários

Después de más de un mes de paros, tomas y movilizaciones, los estudiantes resolvieron levantar las medidas de lucha ante la propuesta de gobierno de formar un Consejo Asesor de educación. Aunque se logró desviar transitoriamente el movimiento a la discusión parlamentaria, queda planteado el cuestionamiento a los planes neoliberales en la educación.

La primer conquista de esta lucha fue la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios, un organismo de lucha y organización basado en los métodos de la democracia directa, con delegados y voceros revocables, iniciando una tendencia de organización nacional. En rápido desarrollo, no llegó a sustituir las viejas organizaciones, sino que se combinaron ambas formas, planteando un primer límite. Un segundo límite estuvo en las propias direcciones políticas que comenzaron a atacarla cuando se demostraba su peso específico (al no poder suspender las tomas después del anuncio de Bachelet), unos intentaron desviarla hacia la salida parlamentaria y otros mediante acciones descolgadas, desconociendo en los hechos la organización misma.
La fuerza de este organismo está en que combinó sus métodos de democracia directa estudiantil, con la dirección política de diferentes partidos y organizaciones, lo que permite confrontarlos más directamente con las bases en lucha.

La segunda conquista es que este nuevo organismo puso la crisis de la educación en la agenda nacional, cuestionando las políticas neoliberales. Uno de sus mayores límites es que se mantuvo como una lucha de carácter corporativo. Y así, la decisión de la CUT, co- gobernada por el PC con el PS, de sostener al gobierno de Bachelet, fue justificada con el planteo de los estudiantes que solo se haría el segundo paro solidarizando con las demandas estudiantiles.

La tercera conquista es el despertar de una nueva generación a la vida política, y en forma masiva, con los inicios de una diferenciación de sectores hacia izquierda. El límite de esto es que el gobierno, al tomar rápidamente las banderas de los estudiantes, evitó una radicalización que decantara hacia izquierda sectores del movimiento estudiantil. Comenzó así el desvío.

El consenso nacional y el desvío parlamentario

Estas tres conquistas impedían la derrota del movimiento. Pero a su vez, los límites planteados empujaban al desvío. El anuncio de Bachelet buscó dividir a los estudiantes y aislarlos del mayoritario apoyo popular. La convocatoria al Consejo Asesor buscó crear un consenso nacional que se intentará coronar en el Parlamento. Así se habrá consumado el desvio parlamentario. Esto se vio favorecido al subordinarse a las reglas de juego impuestas por el Gobierno, la Concertación y la derecha, recluyéndose en los colegios y dejando de convocar a movilizaciones en las calles: el reciente ejemplo francés y sus masivas movilizaciones, culminando con el retiro del CPE, aparecía como un fantasma a evitar a toda costa. Se desvía la lucha, y se legitima al Parlamento que defiende los intereses patronales.
Una vez aquí, la Concertación buscará nuevamente reformas cosméticas para vestirse como amigos del pueblo, con el apoyo resignado de la derecha. El PC se suma, planteando que si se puede reformar así la Constitución, también se podría hacer con otros temas, lo que contribuye a fortalecer el camino parlamentario.
Desde Clase contra Clase, nos ubicamos en la primera fila de la lucha del movimiento estudiantil secundario. Llamamos con todas nuestras fuerzas a las movilizaciones, tomas y paros: tomamos en nuestras manos la mayoría de sus demandas. Y planteamos la necesidad de avanzar desde las luchas de carácter corporativo a la unidad de los secundarios con los universitarios, los pobladores, detrás de la fuerza de la clase trabajadora, uniendo a todos los explotados y oprimidos. Como un paso en este sentido, planteamos la convocatoria a un Congreso Educativo, a fortalecer la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios y un Pliego Nacional Único de Reclamos, y a luchar por una salida de conjunto, peleando por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, aún considerando que sólo un gobierno de los trabajadores y el pueblo pobre basado en sus organismos de democracia directa podrá resolver íntegra y efectivamente todas las demandas, necesidades y planteos de la clase trabajadora, los estudiantes y los pobladores.
Para prepararnos para estas próximas luchas está planteando avanzar en la construcción de un nuevo partido revolucionario, marxista proletario e internacionalista. Esta es la tarea de Clase contra Clase.









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