Lexmark: paro de labores por mejores condiciones de trabajo

11 Dec 2015   |   comentários

El día 7 de diciembre más de 700 trabajadores de la fábrica Lexmark en Ciudad Juárez pararon labores exigiendo aumento salarial, reducción del estándar de producción, servicio de cafetería a cargo de la planta y mejores condiciones de seguridad.

En punto de las 15:30 horas, cientos de trabajadores de la empresa Lexmark pararon sus labores y denunciaron los brutales ritmos de producción y las condiciones poco salubres en las que trabajan, donde el tóner que utilizan las impresoras merma su salud.

Entre los pasillos de la planta se escuchaba el grito de “salario mínimo al gerente para que vea cómo se siente”. Los trabajadores exigen mejores condiciones laborales, aumento salarial, servicio de cafetería costeada por la empresa y vacaciones.

La respuesta patronal frente al inesperado paro fue desalojar la planta a las 17:00 horas en camiones con la promesa de que el día sería pagado y la resolución de sus demandas.

El paro en Lexmark es la continuidad de las movilizaciones que se han dado en el segundo semestre de este año en distintas maquilas de Ciudad Juárez, que en un principio habían sido luchas esporádicas y aisladas pero que en las últimas semanas tuvieron su primera coordinación a raíz de los cuatro plantones en las fábricas de Lexmark, Scientific Atlanta, Eaton y Commscope y recientemente la movilización a finales de noviembre, donde trabajadores de distintas maquilas marcharon hacia la representación de gobierno para exigir el cese del acoso laboral y la estigmatización hacia los trabajadores que mantienen los plantones, la resolución de sus demandas, entre las que está la de un sindicato independiente a la central charra CTM, que agrupe a distintas maquilas.

La fuerza de los trabajadores
El paro en Lexmark y la férrea decisión de los trabajadores para seguir movilizándose pese a las acusaciones, amenazas y la intransigencia de la patronal apoyada por el gobierno y sus instituciones, es un indicador del malestar que hay entre las filas de los obreros no solo del norte sino a nivel nacional.

Pese a que hoy son luchas focalizadas y no se expresan coordinaciones ni estatales, mucho menos nacionales para enfrentar el ataque del gobierno expresada en el avance de las reformas estructurales, no está cerrada la posibilidad de que, como lo expresó la movilización de los trabajadores de Hanshu, que se unieron a las movilizaciones de los plantones en Juárez, el descontento existente se comience a expresar de maneras más organizadas, como el propio paro en Lexmark.

Los trabajadores de Lexmark han dado un gran paso, si bien los plantones fueron expresión de la resistencia y en varios casos símbolo de la lucha por la reinstalación de los trabajadores despedidos, hoy los trabajadores asestan un duro golpe al recuperar los métodos de combate de nuestra clase como el paro. Los trabajadores tienen en sus manos el enorme poder de parar la producción y así asestar un duro golpe a la patronal.

La lucha por la reinstalación de los trabajadores y el cumplimiento de demandas como aumento salarial, mejores condiciones de seguridad y sindicatos independientes, es necesario comenzar a utilizar el paro y la movilización unitaria en las calles, profundizar la organización desde la base y, como lo demostraron las múltiples muestras de solidaridad de organizaciones populares, campesinas y sindicales, rodear de solidaridad no sólo con pronunciamientos como ya lo ha hecho la Nueva Central de Trabajadores (NCT), sino apostándose a generar movilizaciones unitarias y espacios de discusión para un verdadero plan de acción unificado. De ahí que es importante destacar que la NCT debería de ponerse a la cabeza de impulsar una campaña unitaria en solidaridad con los maquiladores de Cd. Juárez, una campaña de solidaridad efectiva.









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