Estas elecciones
Luchar por una alternativa independiente para las mujeres
25 May 2012
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Este artículo abre un debate con el Frente de Mujeres Progresistas, formado por militantes del Partido del Trabajo, (PT), Movimiento Ciudadano (MC), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Algunas de sus integrantes forman parte del movimiento feminista en nuestro país y hacen trabajo político en defensa de los derechos de las mujeres. Desde su fundación, este agrupamiento respalda la candidatura de López Obrador, pues dicen, es quien asegura la igualdad entre hombres y mujeres, postura con la que diferimos. Además hacemos referencia a fragmentos de su Manifiesto de las mujeres progresistas ante las elecciones en curso, con el cual polemizamos.
El Frente de Mujeres Progresistas se conforma a principios del presente año, con el objetivo de impulsar conjuntamente las candidaturas de mujeres con perspectiva de género, que puedan promover en el Congreso y el Senado la agenda a favor de los derechos de la mujer.
Para ello, exigieron que los partidos cumplieran las cuotas de género marcadas por el IFE, con por lo menos el 40 por ciento de mujeres postuladas por cada partido político, para ocupar puestos de elección popular. Muchas denuncias hubo sobre el incumplimiento de esta norma por parte de los partidos, pero la poca participación política de candidatas mujeres y las trabas que enfrentan aquellas que se postulan, es un espejo de la realidad en nuestro país, donde la opresión se vive en todos los ámbitos sociales, también en los partidos burgueses opositores.
En el México de Calderón, 50 millones de hombres y mujeres pobres sufren los efectos de la crisis económica, miles están desempleadas, más de la mitad de las que trabajan no tienen derecho a la jubilación y a la seguridad social. Millones deben migrar hacia Estados Unidos, 50 mil han sido asesinados o desaparecidos, llegan a miles los feminicidios, en 21 estados del país las mujeres son condenadas a la clandestinidad por la penalización del aborto, etc.
Sin embargo, aún con un alto porcentaje de mujeres en las Cámaras, no estarían garantizadas nuestras principales demandas, pues las instituciones parlamentarias bajo el régimen burgués tienen como principal objetivo preservar los planes y la estabilidad capitalista. Legislar a costa de los trabajadores y la antidemocracia hacia las mayorías empobrecidas y no para garantizar una representación equitativa de la población. Por ello los porcentajes de participación femenina, aunque expresan la una realidad de exclusión, por sí mismo, no garantizan la equidad. Ahí tenemos la actual candidatura de Josefina Vázquez Mota a la presidencia de la república, representando al partido más clerical y conservador, que lanza una mujer en busca de continuidad, al frente de su estrategia. Josefina es la candidata de los empresarios, del ejército, del imperialismo y la violencia.
Otro ejemplo de esto, lo hemos visto con nuestra demanda por el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, que al ser impulsada en algunos estados del país, ha contado con los votos en contra de sectores del PRD, estas posturas dentro del partido de AMLO se deben a los vínculos políticos estratégicos que mantiene con la iglesia. Por ello el derecho al matrimonio para las personas del mismo sexo no se encuentra en el discurso electoral de López Obrador y es una ausencia programática en el Manifiesto de las mujeres progresistas.
La base fundamental de la opresión a la mujer es la existencia del orden social burgués actual. No existe en México un partido político que participe en elecciones y plantee una estrategia de independencia de clase, ninguno levanta la ruptura con la iglesia, con el imperialismo y sus planes capitalistas de explotación y miseria para las familias obreras.
Cómo construir un programa a favor de la mujer
El Manifiesto de las mujeres progresistas contempla 10 puntos programáticos generales: En estos plantea algunas cuestiones correctas contra la opresión, la discriminación a la mujer e igualdad de derechos respecto al varón, la visibilización del trabajo doméstico, presupuestos de género para todos los ámbitos económicos, una reforma laboral con igualdad de género, el apoyo para escuelas, guarderías y cuidado de los enfermos. La paridad política entre hombres y mujeres, por la erradicación de la violencia hacia la mujer y homosexuales, la defensa de las mujeres migrantes y las víctimas de trata, acabar con el feminicidio. Procuradurías y fiscalías especializadas para los delitos de violencia en contra de las mujeres. Acceso universal a la salud, incluyendo salud sexual y reproductiva. La despenalización del aborto. El reconocimiento a las mujeres indígenas y el derecho a la educación y el acceso a la educación sexual y reproductiva, principalmente.
Sin embargo, diferimos de que sea por la vía electoral como se lograrían estas demandas, por el contrario, es sin ninguna confianza en las instituciones del régimen burgués, como podemos pelear por la construcción de un movimiento nacional de lucha en defensa de nuestros derechos, donde las mujeres, junto con los trabajadores, los campesinos, la juventud y demás sectores oprimidos podríamos comenzar a discutir una estrategia de toma del poder para la clase trabajadora.
Ni la mitad de éste programa se podrá llevar adelante bajo la estrategia actual del Movimiento Progresista, que es la de Andrés Manuel López Obrador. Este candidato y su partido no plantean estas premisas fundamentales de un proyecto económico al servicio de la clase trabajadora y si un proyecto burgués democrático opositor, que no está exento de virar a izquierda o derecha como ha pasado antes, dependiendo de la lucha de clases.
La mejor estrategia: la disposición a la lucha independiente
Los y las compañeras de la LTS y Pan y Rosas, diferimos con las Mujeres Progresistas, que ven en la actual coyuntura electoral “una gran oportunidad para que las y los mexicanos demos nuevo rumbo a la nación, a fin de construir un futuro más libre y promisorio, justo y democrático.”
No consideramos que la clave en esta coyuntura sea impulsar a candidatas de la izquierda opositora, tipo PRD y PT, como alternativa electoral, pues creemos que nuestras principales demandas no saldrán del Congreso y en cambio sí se lograrían con la disposición a la lucha y movilización de miles de mujeres contra la crisis, las que no quieren una muerta más por abortos clandestinos, ni un feminicidio más, etc. Por ello peleamos por la construcción de un amplio movimiento de mujeres anticapitalistas con una perspectiva revolucionaria, al mismo tiempo que luchamos por la extensión del derecho al aborto en todo el país, la defensa del estado laico en ruptura entre la iglesia y el estado, el derecho al matrimonio a parejas del mismo sexo en todo el país, el cese al feminicidio y el castigo a sus responsables, etc.
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