MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Momento decisivo para la lucha de San Quintín

Andrés Aullet

A partir de la rebelión de San Quintín y del paro de labores que involucró a más de 50,000 jornaleros, la patronal junto con el gobernador del estado de Baja California buscan soterrar el profundo contenido de esta lucha.

Lo que es un hecho indudable es que como se señaló en el artículo publicado en La Izquierda Diario el 23 de marzo, este proceso despertó simpatías en todo el país y del otro lado de la frontera.

También es un hecho que el paro de labores impactó profundamente la economía de algunos estados fronterizos de EU, lo que demuestra el rol esencial que juega la clase trabajadora en la sociedad capitalista, y aquí en particular la de los labriegos de San Quintín.

Desde ya que los jornaleros han conseguido importantes avances en su lucha y en parte de las demandas exigidas, considerando que la misma no es una lucha fácil. Eso por si solo es un mérito enorme, considerando además que en el tema están más que unidos la patronal, los gobiernos federal y local y los charros de las organizaciones afines a la CROC, CROM, CT, etc.

Desconfiar del gobierno federal y su “negociación”

Es por ello que es necesario evidenciar las múltiples trampas con las que cuentan esta triada de ladrones. Evidentemente la interlocución con el gobernador del estado está rota, sin embargo el ejecutivo federal también está con los patrones. Muestra de ello es lo que ocurre con la puesta a la ofensiva de las reformas estructurales, la misma política de la aplicación PLUS del TLC que ha despojado a miles de pueblos originarios y campesinos de sus tierras, los cuales han tenido que emigrar y colocarse como mano de obra de las grandes productoras de alimentos nacionales o extranjeras. O también como el cercano ejemplo de lo que sucede en Cananea y el río Sonora.

Por este motivo es preciso advertir que no se puede confiar en las mesas de negociación propuestas desde Gobernación por Osorio Chong para “la solución del conflicto”. Son un artilugio para descomprimir el proceso de lucha.

Así ha ocurrido con otros movimientos; la experiencia más reciente es el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa. La patronal y los gobiernos tienen prisa por llevar al desgaste al movimiento y dividirlo, quebrando por hambre el paro y comprando con despensas a sus familias. Sus amos imperialistas norteamericanos les presionan para acabar ya con la lucha que deja enormes pérdidas a los supermercados norteamericanos como Walmart.

Incluso, hay que hacer notar que las mesas de “negociación” no están garantizadas por el gobierno federal, peor aún, las mismas se propusieron en la Ciudad de México. ¿Por qué si tanto quieren resolver el conflicto Osorio Chong, la patronal y el Gobierno federal, no van a San Quintín? Porque no les interesan las demandas de los trabajadores agrícolas, sino seguir garantizando las ganancias de las trasnacionales y los patrones mexicanos.

Esta lucha pone en relieve cuestiones claves que atraviesan a toda la clase trabajadora en México, tales como a) las jornadas de 12 a 15 horas de trabajo, los bajos salarios, la precariedad, el acoso sexual y laboral hacia las mujeres, la falta de seguridad social, etc; b) el problema estructural de la tierra y el despojo producto de la penetración imperialista a partir del TLC; c) la importancia de los métodos de los trabajadores como es el caso de la huelga, los paros, los bloqueos, la organización desde abajo y la solidaridad de otros sectores con la lucha; d) el rol traidor de las direcciones oficialistas como la CROC, CTM, CT, CROM, etc.

Todo un ejemplo para la clase trabajadora del país. Por eso, les urge acabar con esto para que no se repitan escenarios como en San Quintín, Cananea o como la toma de la empresa aeroespacial Triumph Group en Zacatecas por los trabajadores.

El ejemplo de San Quintín merece replicarse en todo el país contra las reformas estructurales, los planes de hambre y miseria, y la entrega de los recursos naturales. Toda la solidaridad y el apoyo a los jornaleros en huelga.