MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

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Extracto publicado en el boletín magisterial de Nuestra Clase

Con la aprobación en el Congreso de la Ley del Instituto Nacional de Evaluación Educativa y de la nueva Ley General de Educación, concluye el período extraordinario de sesiones convocado por los legisladores del 21 al 23 de agosto, en un inicio de ciclo escolar marcado por plantones e intensas movilizaciones magisteriales en la Ciudad de México y protestas en algunos estados como Veracruz, Quintana Roo y Morelos, así como por el paro de labores en Oaxaca, Michoacán, Tabasco, y parcialmente de la sección novena en el DF.

Con medidas como la evaluación estandarizada para el ingreso y promoción en el sistema educativo público, los contratos a prueba por 2 años bajo la vigilancia de un tutor, y la evaluación periódica a los maestros en servicio que, de no aprobarse en 3 ocasiones, significaría el despido sin ninguna responsabilidad para el Estado, las reformas constitucionales y sus leyes secundarias significan un salto en la precarización de las condiciones laborales del magisterio, al liquidar derechos y conquistas como las plazas automáticas para los egresados normalista, la estabilidad en el empleo, los derechos escalafonarios y la bilateralidad en las relaciones laborales. Y aunque las autoridades cacarean que la permanencia en el servicio está garantizada para los docentes con plaza base, esta disposición está contenida en un artículo transitorio, constituyendo una trampa que sólo busca introducir la división entre las filas magisteriales.

Al mismo tiempo, mediante figuras como la autonomía de gestión escolar, la apertura a la iniciativa privada mediante los consejos escolares de participación social, y la imposición de las escuelas de tiempo completo, el Estado se desentiende de sus obligaciones de financiamiento en materia educativa, atentando contra la gratuidad, ya de por sí negada con las cuotas “voluntarias”, de la educación pública, se introduce el criterio empresarial para determinar los contenidos de la enseñanza en detrimento de una educación científica, crítica e integral, desaparecen los turnos vespertinos, se generan condiciones antipedagógicas, como la saturación de grupos, para el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje, y aumenta la carga laboral de los maestros.
Con el arribo en días pasados a la Ciudad de México de nutridos contingentes de maestros provenientes de varios estados del país, un enorme plantón magisterial-popular en la plancha del Zócalo y sus inmediaciones, y el cerco a San Lázaro y al Senado, la CNTE obligó a los legisladores a sesionar en una sede alterna (significativamente el Centro Banamex) y a aplazar la aprobación de la Ley General del Servicio Profesional Docente para el período ordinario, que inicia el 1° de septiembre.

Las acciones del magisterio muestran el gran potencial de la fuerza organizada de los trabajadores, mientras la ofensiva privatizadora, antiobrera y antipopular del régimen sobre la educación pública y sobre la industria y los recursos energéticos, pone sobre la mesa la necesidad de unificar la lucha contra la entrega de PEMEX y contra la reforma educativa, la realización de una gran movilización nacional convocada por la CNTE y los sindicatos que se reclaman opositores, y ponerle fecha a un gran paro nacional contra las reformas. Como sector de avanzada en el escenario nacional, la CNTE puede jugar un rol clave para poner en pie un gran movimiento contra el Pacto por México y las reformas estructurales, llamando a la conformación de asambleas o comités en escuelas, universidades, colonias, comunidades y centros de trabajo, y a un Encuentro Nacional obrero, campesino y popular, en donde se discuta mediante delegados rotativos, revocables y con mandato de base, un pliego de demandas y un plan de acción unificado, apostando a la organización democrática desde las bases y a la movilización en las calles, sin ninguna confianza en las instituciones y los partidos del régimen (incluidos el PRD y AMLO), para torcerle el brazo al gobierno e imponer una salida independiente en beneficio de los trabajadores y el pueblo pobre.