Por Sofía Yañez, correponsal de Pan y Rosas en Haití
“Nadie mejor que las mismas comunidades para determinar cuáles son sus necesidades y cuáles sus prioridades”
16 Feb 2010
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Léogâne, Haití.- El Hospital Cardenal Leger, ubicado en este municipio, albergó hasta hace unos días al campamento “Ayuda a Haití” que durante las últimas semanas ha atendido a más de 3 mil 500 pacientes por semana, brindando atención médica, psicológica y social a las comunidades de la zona 3 de Léogâne.
Esta iniciativa está conformada por varias organizaciones, como la Colectiva Mujer y Salud de República Dominicana, y por decenas de voluntarios haitianos, dominicanos y extranjeros, quienes se han entregado a esta labor con una dedicación “que no se ha visto en ningún trabajo pagado”, señala en su informe de labores Rafael Taveras, coordinador general del campamento.
En un contexto donde la ayuda internacional para decenas de comunidades empobrecidas fluye de forma muy lenta, esta iniciativa ha encontrado la clave de su funcionamiento en la organización del propio pueblo haitiano, sin necesidad del control militar.
Comenzó con la visita a unas 15 comunidades de la zona, y estableció vínculos con organizaciones y líderes locales para organizar clínicas móviles y distribución de alimentos.
“Nos estamos reforzando las redes sociales donde existen o promoviendo su formación donde no existen. Nadie mejor que las mismas comunidades para determinar cuáles son sus necesidades y cuáles sus prioridades. No somos los extranjeros los que vamos a decidir por ellos. Ellos deberán tomar sus decisiones y a nosotros nos toca apoyarles y acompañarles en el proceso”, afirma Rafael Taveras.
Los niños de Léogâne, unos de los principales afectados
En Haití , la mitad de la población son niños y jóvenes. Por ello son mayoría en el recuento de los afectados: mayor cantidad de muertos, heridos o mutilados, huérfanos…
Por este motivo, “Ayuda a Haití” ha enfocado buen parte de sus esfuerzos en este sector de la población, privilegiando las consultas pediátricas y brindando además apoyo emocional y lúdico. Además se han dirigido directamente a orfelinatos.
Gesner Cledo, un joven encargado de atender a más de 40 huérfanos en Léogâne, acude regularmente al campamento para gestionar ayuda para su orfanato. Antes del sismo las condiciones para mantenerlo le eran casi imposibles. Hoy, aunque el panorama continúa difícil, a través del campamento ha conseguido un poco de ayuda también para otros niños de su comunidad.
Aunque el campamento cambia de ubicación, seguirá trabajado como hasta ahora, dentro del mismo municipio de Léogâne. La organización independiente de cada sector de las comunidades haitianas, sin duda, puede ser su mejor aporte.
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