Ofensiva patronal, militarización y ataque a las libertades democráticas
28 Jan 2011
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Con el telón de fondo de la crisis, en el 2010 Calderón profundizó los padecimientos para los trabajadores y el pueblo; en tanto que la llamada “narco guerra” y la militarización con la que el gobierno ha respondido a la violencia de los carteles de la droga, ha significado el ataque a las libertades democráticas, donde los juvenicidios y feminicidios muestran que los jóvenes y las mujeres son los sectores más vulnerables.
El año pasado, la lucha del SME planteó la posibilidad de un despertar del gigante obrero mexicano. Pero la falta de una política centrada en los métodos de la clase obrera -que apuntara a una gran acción unificada con otros sindicatos- , y la confianza que depositó la dirección en las instituciones del régimen, impidieron que esta perspectiva se desarrollara. El golpe al SME fue parte de una política reaccionaria de Calderón y los patrones que continuó en Mexicana, Cananea y el intento de imponer una Ley Laboral ultrarreaccionaria.
Ahora los partidos se preparan para las elecciones estatales del 2011, que buscan reforzar las instituciones del régimen, para poder mantener sometidos a los trabajadores y el pueblo. En especial, la elección para gobernador en el Edomex, la entidad con mayor peso electoral en el país, será una primera prueba entre los partidos para posicionarse hacia las presidenciales del 2012.
Los partidos patronales y las elecciones
Calderón acaba de modificar su gabinete, con la renuncia de Molinar Horcasitas (comunicaciones), Georgina Kesel (energía) y Luis Felipe Bravo Mena (secretaría de la presidencia). Por un lado, tira el lastre de funcionarios desprestigiados por corruptos, y por garantizar el avance de la privatización en salud, comunicaciones y el sector energético. Quiere “renovarse” para fortalecerse hacia las elecciones, aunque esto no le alcanza para generar expectativas entre la población.
El PRI, en tanto, pretende capitalizar el descontento contra el PAN y hacer valer la alternancia en el gobierno. Quiere ser el administrador de los negocios capitalistas (rol que jugó durante 70 años), ofreciendo “estabilidad” a la dominación imperialista y de las transnacionales, y recomponer la imagen del régimen. La pelea por el gobierno en el EDOMEX tiene gran importancia para los planes de Peña Nieto de llegar a la presidencia.
Ante la ofensiva sobre sus derechos, muchos trabajadores y jóvenes tienen expectativas en el PRD y en Andrés Manuel López Obrador, quien apuesta a hacer una buena elección -a través de la candidatura de Alejandro Encinas- en el Edomex y capitalizar también el descontento con el PAN y el PRI mexiquense. Estos sectores guardan ilusiones en que el “proyecto alternativo de nación” permita mejorar sus condiciones de vida; y distintas organizaciones comienzan a alinearse con el tabasqueño.
AMLO y su “proyecto alternativo de nación”
La “unidad” con AMLO, que algunos proponen, significa subordinarse a un programa que no ataca a nuestros enemigos: los capitalistas.
El proyecto lopezobradorista, aunque es distinto al del priismo y panismo y denuncia los aspectos más salvajes del capitalismo, no representa una alternativa que cuestione profundamente los planes antiobreros y resuelva las demandas del pueblo trabajador. Esto implicaría enfrentar la dominación imperialista y la propiedad capitalista, así como a las instituciones que las garantizan; lo que no plantea AMLO. Su “resistencia civil, legal y pacífica” es opuesta a luchar contra el ataque de los capitalistas (como la Reforma Laboral, la precarización, el desempleo y los míseros salarios); su programa se limita a “democratizar” al régimen político de los explotadores y, más allá de algunos paliativos que pueda llevar adelante, no resuelve la situación de las mayorías trabajadoras.
Por eso, los trabajadores necesitamos una herramienta política propia, independiente de los partidos patronales, que levante un programa obrero y retome las demandas de los oprimidos y explotados.
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