Otra masacre capitalista

02 May 2013   |   comentários

Por : Josefina Martínez y Arsen Sabaté, CcC
Domingo 28 de abril de 2013

Al cierre de esta edición, se contaban más de 400 muertos, casi 150 desaparecidos y más de 2000 heridos, en lo que se ha considerado la tragedia industrial más grande de la historia de Bangladesh. Esta masacre capitalista no es un hecho aislado. En la última década se cuentan por miles las muertes obreras en incendios, derrumbes y explosiones, poniendo de manifiesto que la precariedad de las condiciones de trabajo del sector textil es parte fundamental del modelo productivo de la principal fuente de exportaciones del país. La inmensa mayoría de las víctimas son mujeres, con salarios que rondan los 30 dólares al mes y jornadas laborales extenuantes. Reproducimos parcialmente una nota que escribieron compañerxs de Clase contra Clase, agrupación hermana del PTS en el Estado español, a pocos días del derrumbe dando cuenta de la masacre y la responsabilidad del empresariado de los países imperialistas como el Estado español. Se la puede leer completa en

www.clasecontraclase.org y www.ft-ci.org.

Lea también Made in Bangladesh: Las trabajadoras detrás de la “Marca España”.

Hay momentos en que las palabras son insuficientes para describir lo más terrible, el estupor, la profunda indignación y la ira.

Este miércoles 24 de abril un edificio entero donde funcionaban varios talleres textiles se desplomó en Dacca, la capital de Bangladesh, aplastando vivos a cientos de trabajadores y trabajadoras. De entre los escombros se han rescatado, más de 72 horas después de estos hechos,
350 cadáveres.

En los últimos 6 años se suman más de mil muertos en los talleres textiles de Bangladesh. Fábricas desplomadas o incendiadas que arrasan con todo a su interior. Pero cuando caen unas se levantan otras, en edificios tan ruinosos y agrietados como los anteriores.

La situación de los trabajadores en Bangladesh es lo más cercano a la esclavitud moderna. Trabajando más de 10 horas en edificios precarios e inseguros, con los salarios más bajos del mundo (no superan los 30 euros mensuales) y sin derechos para organizarse, con persecuciones y torturas a los organizadores sindicales. Todo bajo la más absoluta complicidad gubernamental y del conjunto de la casta política, que posee lazos de familia con la mayoría de los empresarios del sector textil, una verdadera oligarquía de capitalistas codiciosos para los que la vida obrera no vale nada. El círculo del infierno se completa con la creación de fuerzas de represión especial, privada y estatal, para las zonas industriales. Un estado dentro del estado, donde para los trabajadores funciona un solo mandato: “una vez aquí, perder toda esperanza”.

La “marca España” sucia de sangre

Toda esta bárbara explotación y denigración de las vidas obreras, es el “secreto” de las grandes empresas capitalistas textiles, las grandes marcas de la moda europea y norteamericana. El grupo Inditex (Zara, Bershka, Pull & Bear, Oysho, Stradivarius, etc.), Mango, El Corte Inglés, Tommy Hillfiger, entre muchas otras. Así la etiqueta “Made in Bangladesh” se ha multiplicado en los últimos años en miles de tiendas. Esta es la cara oculta del éxito de la "Marca España” en el mundo. El cinismo es inaudito. David Mayor, empresario catalán, director general y copropietario de Phantom-Tac, que ocupaba más de 2000 m2 en el edificio derrumbado y que puede ser acusado por "homicidio por negligencia", años atrás comentaba: "Somos una fábrica, cada centavo cuenta. No somos una ONG, pero también tenemos preocupaciones sociales".

El gobierno de Bangladesh, aparte de buscar al empresario español, ha detenido a cuatro personas como responsables de los hechos, entre ellos los dueños del taller que funcionaba en aquel edificio, así como dos funcionarios municipales que un día antes aseguraron que el edificio podía seguir funcionando. Sin embargo, esto no es más que un intento de descomprimir la situación explosiva en las calles, mientras se mantienen situaciones similares en miles de talleres textiles en todo el país.

Rebelión obrera en las calles

Como decimos, la situación en las calles de Bangladesh es explosiva, y al día siguiente de la masacre de la de la fábrica desplomada, los trabajadores de todas las zonas industriales paralizaron la producción y salieron a las calles en Dacca y otras ciudades. Los empresarios en muchas fábricas cerraron sus puertas, y los que no lo hicieron recibieron ataques con piedras y fuego a sus instalaciones. Miles de trabajadores con profundo odio recorrieron las calles con palos y piedras, enfrentando a la policía que realizó detenciones y dispersó con bombas de humo.

Estos terribles sucesos demuestran crudamente que el capitalismo actual a comienzos del siglo XXI, es más que nunca un sistema basado en la “esclavitud asalariada”, como planteó Marx en su momento. Pero al mismo tiempo, junto con el intento de reducir a los trabajadores a la más infame esclavitud, comienza a despertar la resistencia y la rebelión obrera.

28/04/13


El 1° de mayo en Bangladesh

Desde el jueves 25, los trabajadores bangladesíes han salido a las calles para expresar su furia contra los empresarios y el gobierno, siendo brutalmente reprimidos con balas de goma, gases lacrimógenos y carros lanza agua. El sábado se extendieron los paros, piquetes e incluso cortes en la ruta hacia el puerto y el aeropuerto, por donde salen las exportaciones de la industria textil que componen el 80 por ciento de las exportaciones del país. A pesar de la brutal represión, decenas de miles de trabajadores salieron masivamente a las calles este 1° de mayo en Dacca y otros puntos del país exigiendo castigo a los culpables y mejores condiciones de trabajo.


Voces del cinismo internacional

La magnitud de la masacre de Bangladesh gatilló la “consternación” de los gobiernos del mundo. En un comunicado emitido este martes, la Unión Europea, que hasta la fecha venia premiando al sistema productivo bangladesí con el acceso sin impuestos a su mercado, comunicó que “se están considerando las medidas apropiadas, (...) para incentivar la gestión responsable de las cadenas de suministro en las que participan países en desarrollo”. ¡Dicen esto cuando las principales empresas responsables de la masacre son trasnacionales europeas! La OIT fue a Dacca a presenciar lo que hasta ahora había hecho la vista gorda. Su Director General, Guy Ryder, envió una carta a la Primera Ministra Sheikh Hasina exigiendo acciones inmediatas de prevención (¡!) de estas recurrentes tragedias.

También, desde el Vaticano se escuchó la “sorpresa” del papa Bergoglio, quien tras convivir décadas con la hiperexplotación de los trabajadores textiles en Argentina, dijo que "El título que me chocó de verdad el día de la tragedia de Bangladesh fue ’Vivir con 38 euros al mes’. Era lo que cobraba toda esa gente que murió. Es lo que se llama trabajo esclavo".

Con más de 400 muertos en el haber, el cinismo no tiene límites.

http://www.ft-ci.org/article.php3?id_article=6336









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