Atenco: decenas de violaciones y ni un solo culpable
Peña Nieto, el presidente de la tortura sexual
04 Apr 2013
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El pasado 14 de marzo el Estado Mexicano tuvo el descaro ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de proponer “solución amistosa” a las víctimas de tortura sexual en Atenco. En la brutal represión al pueblo de Atenco del 3 y 4 de mayo de 2006, participaron más de 2 mil policías y hasta ahora sólo dos policías han sido detenidos por las violaciones sexuales denunciadas.
Peña Nieto y sus representantes han declarado que sólo hubo excesos de algunos policías, pero en la represión la mayoría de las mujeres fueron violentadas. A decir de Mariana Selvas “Ellos llevaban una orden, no eran policías que se excitaron en el momento de la detención… Fue un operativo completamente sistematizado en el cual la tortura sexual y todo lo que se llevó a cabo, el control que querían imponer ante nosotros que nos estábamos manifestando”.
La dura represión fue orquestada por el actual presidente EPN, el mismo que llevó al Estado de México a ocupar el primer lugar en feminicidio y desaparición de mujeres, quien declaró en conferencia en Universidad Iberoaméricano: “Sin duda dejé muy firme la determinación del gobierno de hacer respetar los derechos del Estado de México. Tomé la decisión de emplear la fuerza pública para mantener el orden y la paz”.
La represión mostró una política de Estado, consumada por los cuerpos policiacos como último eslabón de la cadena de mando de los tres niveles de gobierno para orquestar el operativo, donde las mujeres fueron el botín de guerra. La tortura sexual al igual que el feminicidio es una forma de aleccionamiento contra las mujeres.
Las heroicas compañeras de Atenco rechazaron las disculpas del gobierno: “No nos pueden venir a decir, después de más seis años de lucha, que con una disculpa nos van a resarcir el daño, nosotros esperamos más” respondió Norma. Las compañeras de Atenco deben ser fuerza moral para luchar contra este gobierno misógino, que en 3 meses de gobierno demuestra su odio al pueblo trabajador y en especial a las mujeres. Atenco y la lucha de las compañeras nos muestran que no podemos confiar en las instituciones y que hay que pelear de manera independiente al gobierno y los partidos patronales.
Pan y Rosas se suma a la exigencia de justicia de las compañeras, la lucha contra la tortura sexual debemos articularla con la lucha contra el feminicidio, la desaparición de mujeres y la represión a los que luchan. Esta debe de ser retomada por la izquierda y los sindicatos, enfrentando el mensaje del gobierno, que no luchemos. Sumémonos a su jornada de movilización este 4 de mayo para exigir juicio y castigo a los responsables. ¡Luchemos contra el feminicidio, la desaparición y la tortura sexual!
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