MTS - Movimiento de los Trabajadores Socialistas

Un día antes de que se lleven a cabo las elecciones intermedias en Estados Unidos, el nivel de aceptación de Obama, según la encuesta Gallup, es de 42 puntos. El más bajo de un presidente antes de una elección intermedia desde 1982 cuando Ronald Reagan era presidente.

El racismo nunca se fue

Según el articulista Charles M. Blow del New York Times, la baja aprobación de Obama –aunque tiene su explicación en los errores de su administración– yace también en un problema racial. Cita como ejemplo una entrevista realizada a la Senadora demócrata de Louisiana por la NBC, donde a la pregunta expresa sobre la caída en la aprobación del presidente plantea: “Voy a ser muy, muy honesta con usted. El Sur no siempre ha sido un lugar muy amistoso para los afroamericanos”.

A pesar de que la llegada al poder de Obama tuvo un peso simbólico muy importante, es innegable que el racismo sigue permeando profundamente al Estado estadounidense y a su sociedad, como lo demostraron las movilizaciones contra la violencia policial a negros y latinos después del asesinato de Michael Brown en agosto de este año.

Si bien se avanzó en la conquista de derechos civiles y mecanismos de “discriminación positiva”, la más importante minoría racial en Estados Unidos sigue padeciendo la desigualdad económica, el desempleo y la criminalización.

Como plantean Celeste Murillo y Juan Andrés Gallardo: “El triunfo de un presidente negro fue un acontecimiento de enorme peso simbólico. Obama se transformó en emblema de las aspiraciones de la comunidad afroamericana, hija de la esclavitud, y presa de la violencia y la discriminación racial. Pero esa llegada al poder fue una expresión del ascenso y la cooptación de una élite minoritaria negra presente en la clase dominante y el establishment político, y no de la superación del racismo”.

Promesas no cumplidas, reformas no realizadas

La baja aceptación de Obama, aunque pueda tener aspectos racistas en determinados sectores, blancos y conservadores por ejemplo, tiene que ver sobre todo en el creciente giro a derecha de su administración, las cada vez más importantes concesiones a los conservadores y las aspiraciones incumplidas de los sectores populares, en particular negros y latinos, que le dieron su voto.

En el terreno interno, estamos hablando de un gobierno que aprobó una reforma en salud que a la larga, benefició enormemente a los ricos por sobre los pobres. Que enfrentó las manifestaciones de Ferguson contra la violencia policial, la militarización y el racismo. Incapaz de responder al voto y apoyo latino ubicándose como el presidente de las deportaciones y los centros de detención de niños centroamericanos.

En el plano internacional se expresó enfrentado el fortalecimiento del Estado Islámico, la disputa por Ucrania con Rusia y ahora mismo, la crisis del Ébola en el oeste africano (de la cual se responsabiliza al gobierno norteamericano) y el pánico interno que ha producido la enfermedad.