Por un partido de trabajadores basado en los sindicatos
01 Apr 2007
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El PRD y su principal dirigente (AMLO) se presenta ante los trabajadores como una opción válida» para resolver sus demandas, poniéndose – fundamentalmente mediante la acción parlamentaria-, a las medidas neoliberales.
Equivocadamente, su «antineoliberalismo» le ha colocado como el defensor de los intereses de las masas. La ofensiva neoliberal significó la pérdida de muchas conquistas obreras y populares
ganadas a pulso en décadas de lucha. Sin embargo, oponerse al neoliberalismo (e incluso
a cuestionar, como hace AMLO, el pago de la deuda externa y la privatización de los recursos naturales) no significa oponerse al capitalismo. El «antineoliberalismo» del PRD y de AMLO se
concentra en limar los aspectos más salvajes de la ofensiva imperialista sin atentar contra las bases de opresión y explotación capitalista. Solo puede llevarse a buen término las demandas de los trabajadores y el pueblo pobre, a partir de romper con el imperialismo y atacar la propiedad
capitalista, lo cual el PRD es incapaz de hacer. Ante esto, es fundamental un programa y una política c l a r a m e n t e independiente, distinta a la subordinación a los acuerdos y pactos con
AMLO y la CND. En ese sentido, los trabajadores tienen dos opciones. La primera: la p e r s p e c t i v a antineoliberal, que no cuestiona hasta el final los planes de explotación y miseria. El
ejemplo de los gobiernos de Kirchner, Evo Morales, Lula e incluso de Chávez muestran que con
una política antineoliberal continúan enriqueciéndose los ricos a costa de los trabajadores y
campesinos. La segunda: la acción organizada de la clase trabajadora en alianza con sus aliados de clase del campo y la ciudad, por el camino de la m o v i l i z a c i ó n independiente de la
burguesía y sus partidos. En este camino es decisivo que la clase trabajadora cuente con un
partido propio en su lucha contra la opresión y explotación capitalista, con un programa propio,
clasista y alternativo al programa «antineoliberal», para que se erija como caudillo de la nación
oprimida. Un partido impulsado desde los sindicatos, basado en la democracia obrera y que
impulse la democratización de las organizaciones sindicales, para que los trabajadores podamos pesar en la escena política nacional. Los sindicatos que se reclaman democráticos y combativos deben impulsar esta perspectiva, abandonando toda confianza en AMLO y el PRD y rompiendo con estos, único camino real para llevar hasta el final una efectiva lucha antineoliberal y
anticapitalista. Las organizaciones que nos reclamamos socialistas y revolucionarias, junto a
los sectores obreros combativos, debemos discutir como impulsamos esta política al interior de
los centros de trabajo y los sindicatos.
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